miércoles, 25 de mayo de 2011

SEXOLOGIA TOMADO DE LA BIBLIA DICE

ESTUDIO BÍBLICO SOBRE SEXO
Bienvenido al este estudio: No hay temor a equivocaciones cuando decimos que vivimos en un mundo sexualizado. Es imperativo por tanto que tengamos una perspectiva correcta sobre el sexo, para no caer en el extremo de pensar que todo lo que tiene que ver con sexo es pecado o en el otro extremo de pensar que el sexo es para ser usado como se quiera. En el estudio de hoy, hablaremos de un enfoque equilibrado sobre el sexo, tal como aparece en la Palabra de Dios. Según una estadística no muy reciente, solamente en los Estados Unidos se venden más de 19 millones de ejemplares de revistas pornográficas cada semana. Un dueño de un negocio de revistas pornográficas del centro de Manhatan reportó ganancias equivalentes a más de cinco millones de dólares por año. Una pareja inicio un negocio de revistas pornográficas con un capital de 350 dólares y luego del primer año de actividad, sus ganancias netas fueron de 650.000 dólares. La revista Time informa que el mercado de pornografía creció en un 300 % en los últimos cinco años y que la mayoría de los clientes son personas de clase media y de mediana edad. Según las autoridades de policía, las ventas netas de todos los negocios de pornografía superan los 500 millones de dólares al año, pero cálculos más reales señalan que superan los 2.000 millones de dólares al año. Esta es la triste realidad. Quizás Usted dirá, pero eso es en Estados Unidos. De acuerdo, pero recuerde que esta lacra social extiende sus tentáculos a un ritmo vertiginoso y no sería sorpresa que en la mayoría de países latinoamericanos, sé este viviendo una situación igual o peor. Por esto, un predicador afirmaba que estamos viviendo en una sociedad sexualizada. Con eso estaba dando a entender que en el mundo en el cual vivimos, el sexo se ha erigido como un gran dios con millones de millones de fieles adoradores.
¿Cuál debería ser la actitud correcta de un creyente comprometido con el Señor, quien vive en medio de una sociedad saturada de sexualismo? Bueno, lo prudente es tener un enfoque bíblico sobre el sexo, para no caer en el error de pensar que todo lo que tiene que ver con sexo es pecado así como tampoco para no caer en el error de endiosar al sexo como el sumo bien de la existencia. La Biblia habla de sexo, y será muy útil dar debida aten-ción a lo que dice. En primer lugar: la Biblia dice que el sexo fue creado por Dios. (Gén. 2:18) "Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre este solo; le haré ayuda idónea para él". Dios creó al hombre con una nece-sidad de intimidad con alguien del sexo opuesto. El hombre estaba incompleto mientras no existía ese ser con quien podía tener intimidad. Dios dijo por tanto: No es bueno que el hombre este solo; le haré ayuda idónea para él. Esto movió a Dios a crear a la mujer, cuyo relato lo tenemos en (Gén. 2:21-22) "Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomo una de sus costillas, y cerro la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomo del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre” Ahora el hom-bre estaba completo. Dios había creado su ayuda idónea. Adán recibió ese regalo de Dios. (Gén. 2:23) "Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada". Quizás Adán estaba tan entusiasmado con lo que tenía ante sus ojos, que inmediatamente quiso tomar a su compañera, pero Dios intervino para dejar para la posteridad ese principio tan importante que sirve de marco ideal para que un hombre tome a su mujer, en matrimonio. (Gén. 2:24) "Por tanto, dejara el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne". Antes de que un hombre tome a una mujer tiene que casarse con ella. El hombre tiene que dejar padre y madre y recién allí, unirse a su mujer y una vez unido ser una sola carne. Dentro de esta unidad había total transparencia, no había nada que esconder. El sexo era algo hermoso dentro de la intimidad de la pareja. (Gén. 2:25) "Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban". Así que, el sexo fue creado por Dios, por tanto no es malo ni pecaminoso, pero su uso está estrictamente restringido por Dios a los sagrados vínculos del matrimonio. Sexo, de cualquier índole, fuera del matrimonio es contrario a la voluntad de Dios. Interesante que Dios creó una mujer para un hombre. Esto echa por tierra el concepto de la poligamia, o el tener más de una mujer y el homosexualismo, el que un hombre tome a otro hombre. Si el homosexualismo fuera una expresión legitima de la sexualidad, Dios hubiera creado otro hombre para Adán. Algo repugnante. Gracias a Dios que su plan para el uso del sexo fue entre un hombre y una mujer y dentro del matrimonio. Tenemos entonces que Dios creó el sexo, pero no solo eso.
En segundo lugar: Dios concibió el sexo con un triple propósito, siempre dentro del matrimonio. Primero, para comunión intima de la pareja. Con la relación sexual, se completa la unidad de una pareja. Ellos ya son uno en espíritu, ya son uno en alma, pero les falta ser uno en cuerpo. La relación sexual completa esa unión. Segundo, para satisfacción mutua en la pareja. (Prov. 5:18-19) "Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud. Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre". El sexo dentro del matrimonio es fuente de satisfacción plena para la pareja. La esposa dice estas palabras sobre su esposo en (Can. 7:10) "Yo soy de mi amado. Y conmigo tiene su conten-tamiento". El esposo dice estas palabras sobre su esposa en (Can. 7:6) "¡Qué hermosa eres, y cuan suave, Ho amor deleitoso!" Tercero, para reproducción. La relación sexual es la manera que Dios ha escogido para preservar la especie. Por eso, no debería haber relaciones sexuales fuera del matrimonio, porque cuando ello ocurre, los hijos llegan a este mundo sin el abrigo protector de un hogar bien constituido. Como Usted podrá notar fácilmente, el propósito de Dios para el sexo, el cual es comunión intima, satisfacción plena y procrea-ción, se circunscribe exclusivamente al matrimonio. El uso del sexo fuera del matrimonio, con cualquier fin, es un rechazo total al propósito de Dios para el sexo. Tenemos entonces que el sexo fue creado por Dios y que el sexo fue concebido con un propósito.
Finalmente, el sexo ha sido cuidadosamente regulado por Dios. El sexo es algo hermoso, pero como muchas cosas hermosas, es muy frágil. Para que cumpla con el propósito para el cual fue creado, debe ser uti-lizado conforme a las instrucciones dadas por quien lo creo. Aun en nuestro diario vivir, cuando estamos por primera vez frente a algún artefacto sofisticado, necesitamos recurrir a las instrucciones del fabricante para poder usarlo adecuadamente. Si se compra una computadora. Estará tan emocionado con la compra, que querrá usarla inmediatamente. La saca de su caja, la conecta y listo. La pantalla, del monitor tendrá signos y letras que no tendrán ningún sentido. Jugará con los controles para encontrar algún significado a todo lo que tiene ante sí. Pero mientras más botones toque, más complicado será lo que ve en el monitor. Cansado de andar a ciegas, finalmente hará lo que debió hacer al inicio. Apaga la computadora y se pone a leer las instrucciones del fabricante. Todo empezará a tener sentido. Ahora si podrá sacar beneficio de lo que ha comprado. Igual es con el sexo, si se lo usa como quiera, será para nuestro mal, pero si consultamos con quien lo creo, con el Dios de la Biblia, sabremos cómo usarlo para que nos rinda el beneficio esperado.
Ya hemos visto que el sexo debe ser usado dentro del matrimonio, y para evitar caer en la tentación de usar el sexo fuera del matrimonio, la Biblia aconseja huir de todo aquello que incite la pasión sexual. (1ª  Cor. 6:18) "huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, esta fuera del cuerpo; mas el que formica, contra su propio cuerpo peca" La tentación en lo sexual, es tan fuerte que la Biblia nos aconseja huir. El que huye vive, reza el refrán popular. José, el hijo de Jacob puso en práctica este principio y fue librado de caer en la inmoralidad con la esposa de su amo. Jamás se exponga a la tentación sexual. (Prov. 6:32-33) "Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento. Corrompe su alma el que tal hace. Heridas y vergüenza halla-rá. Y su afrenta nunca será borrada" Por esto Dios pide que huyamos de todo aquello que despierte pasión sexual, fuera del matrimonio. Dios no es un ser sádico que busca coartar nuestra diversión. Dios desea nuestro bien y por eso ha restringido el uso del sexo a la estela del matrimonio exclusivamente. El sexo fue creado por Dios, el sexo fue concebido con un propósito y el sexo ha sido cuidadosamente regulado por Dios. Este es el enfoque bíblico sobre el sexo.

martes, 17 de mayo de 2011

EL PADRE NUESTRO

EL PADRE NUESTRO
Mat. 6:9-13
            "Ustedes deben orar así:”'Padre nuestro que estás en el cielo,  santificado sea tu nombre,” (Mateo 6:9) Fui a doña Carlota a pagarle el mes de la renta del departamento, ella necesitaba de Dios, ore por ella, y al terminar, me dijo, que bien, usted puede conversar con Dios, en cambio yo no sé hablar así. Esta anécdota verídica, muestra que hay gente que no sabe o no puede hablar con Dios; ¿Por qué? Porque hay millones de personas que creen que por repetir de memoria el padre nuestro, o por gritar, Dios ya oyó la oración, cuando el Señor quiere que haya comunicación. Amigo(a), el modelo de oración es “Padre nuestro que estas en el cielo”, esto enseña que Dios, es nuestro Padre que mora en el lugar santísimo el cielo, un lugar maravilloso. A propósito de Padre, Teófilo de Antioquía expresó: La forma de Dios es indecible e indescriptible, pues los ojos de la carne no lo ven. Vive en gloria incomprensible, en magnificencia insondable, en poder incomparable. Si digo que es luz, me refiero a algo que Él hizo. Si digo que es el Verbo, me refiero apenas a su origen. Si digo que es la mente, lo limito a la inteligencia. Si digo que es Espíritu, hablo de su aliento. Si digo que es sabiduría, hablo de su progenie. Si digo que es fuerza, sólo describo su potencia. Si digo que es providencia, me limito a su bondad. Si hablo de su reino, me refiero a su gloria. Si le llamo Señor, es porque es juez. Si digo que es juez, es porque es justo. Si digo que es fuego, hablo de su ira. Pero si lo llamo Padre, lo he dicho todo. (Teófilo de Antioquia) Dios es padre amante, “defensor de viudas y huérfanos”, es vital ir como un hijo que necesita tener comunión y comunicación con Él. Es padre de amor, por eso, cuente a su Padre sus secretos, confiese sus pecados, y adórele de verdad. Sirva a su Padre de corazón y agrádele en todo.
            El santísimo Dios, es digno de honor: “Santificado sea tu nombre...” (Mateo 6:9b) Se rinde honor a las altas dignidades civiles, militares y religiosas. Así también rendimos Honor, Gloria y alabanza a nuestro Dios; solamente a Él sea nuestra adoración por la eternidad. Matthew Henry dice: Santificado sea tu nombre, es decir, que se le dé a Dios el honor y la gloria que le pertenece. Hemos de dar Gloria a Dios ante, antes de esperar recibir de Él, misericordia y gracia... Fijemos nuestra última meta en que Dios sea glorificado, pues, este es el fin último de toda la creación. Todas las demás peticiones de estar subordinadas a esta y dirigidas a ella: Padre glorifica tu nombre. Lo que pensamos, lo que sentimos y aún lo que hacemos debe traer la Gloria de Dios, es decir que “sea que comamos o bebamos, hagamos todo para la Gloria de Dios” (1 Corintios 10:31) Santificar el nombre de Dios, no es pronunciar su santo nombre en vano, por demás, por pura tradición, es vivir agradando a Dios. Ya que la Biblia dice: “Sean santos, porque yo, soy santo” (1 Pedro 1:16) El Sumo Sacerdote, tenía que vivir en santidad constante, ya que era el representante de Israel para ofrecer los sacrificios del pueblo ante Dios. El Señor Jesucristo vivió en santidad, y agradó a su Padre. Ahora mi amigo(a), decida santificar y traer Gloria y Honor al Señor con sus pensamientos, palabras y acciones.  Alabemos al Trino Dios, con una vida de servicio íntegro, y presentemos ante Dios como “sacrificio vivo, santo y agradable al Señor” (Romanos 12:1)        
El reino de Dios “Venga tu reino,  hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. (Mateo 6:10) El Reino de Dios, no es un reino de violencia, ni un reino político, es un Reino eterno, donde gobierna nuestro Dios. Por lo tanto el creyente debe orar para que el Señor Jesucristo venga pronto. Esta petición hace referencia clara a la doctrina que Cristo predicaba. El reino de Dios se ha acercado (Mateo 4:17) El Reino de Dios es como el área inmensa que Dios tiene su gloria más placentera como Salvador necesario y suficiente de la humanidad, y en él se entra mediante la sumisión a su voluntad que es nuestra santificación. (Matthew Henry) La Biblia habla con frecuencia del Reino de Dios de tres maneras. Algunos pasajes lo mencionan en sentido universal: el gobierno de Dios sobre todas las cosas. Otros hablan del reinado espiritual de Dios en la vida de los creyentes en la tierra. Otros se refieren a un reino futuro en el cual el cielo, la tierra y los seres humanos serán reunidos para experimentar la plenitud del reinado de Dios al final de los tiempos. En un sentido más restringido, el rdD representa su señorío particular sobre los seres humanos que voluntariamente le reconocen como Rey. Incluye el efecto de su acción sobre la historia, la influencia para bien de aquellos que le son obedientes, y su soberanía general sobre el universo. Particularmente es el reino de la salvación, al cual los seres humanos entran mediante su entrega a Jesucristo como Señor, por medio de la fe. Los cristianos deben orar y trabajar para que venga el rdD, y para que la voluntad del Rey sea hecha sobre la tierra. La plena consumación del rdD se realizará cuando vuelva el Señor Jesucristo en el fin de los siglos. Deiros, P. A. (1997) Diccionario Hispano-Americano de la misión. Casilla, Argentina: COMIBAM Internacional.
            El pan nuestro (1) “Danos hoy nuestro pan cotidiano”. (Mateo 6:11) Amigo(a) al orar debemos hacerlo específicamente, pidiendo al Señor por nuestra necesidad material o concreta.  Hay una historia anónima que edite para relacionarla con el pan nuestro es la necesidad que Dios suple a sus hijos y nosotros a los necesitados de Jesús y de pan material Se cuenta que, en la ciudad de Chicago, una noche de invierno soplaba un fuerte viento. Un niñito vendía periódicos en un rincón, tratando de guarecerse del frío inclemente. Realmente, no vendía mucho, lo que intentaba era no congelarse de frío. El niño vio a un policía se le acercó y le preguntó: Señor: ¿Sabrá usted de algún refugio… donde un niño pueda dormir esta noche? Normalmente duermo en una caja de cartón que guardo en el callejón,  pero es que esta noche hace demasiado frío… y me gustaría estar en un lugar cálido. El policía miró al chico y le dijo: Baja por esta calle, hasta una casa blanca, toca la puerta y cuando te abran solamente di: “Juan 3:16”, y te dejarán pasar. El niño obedeció, llegó a la casa y tocó a la puerta. Una gentil señora abrió la puerta, el niño la miró y le dijo:“Juan 3:16”. La señora le contesta:-”Pasa hijo mío”. Lo toma de la mano y lo sienta en una mecedora cerca de una vieja chimenea que estaba encendida. La señora sale de la habitación y el chico piensa por un breve instante: "La verdad es que no entiendo eso de Juan 3:16, pero parece que en verdad puede hacer que un chico… se caliente en una noche fría". (Continuará) Cuando oramos el pan nuestro súplelo, es cuando pedimos al Señor por comida y bebida..., el Señor suple esa necesidad. Hay ocasiones que el Señor contesta de inmediato, otras no, obra de acuerdo a su voluntad. Por eso le animamos a orar de manera concreta por usted y nosotros para que el Señor nos dé sabiduría y el dinero necesario. El pan nuestro (2) “Danos hoy nuestro pan cotidiano”. (Mateo 6:11) Hoy continuamos con la historia anónima e interesante que arreglamos para que usted amigo(a), reflexione en sus oraciones y pida al Señor de acuerdo a sus necesidades personales. Al rato, la señora regresa y le pregunta al chico: - ¿Quisieras comer? El chico respondió: Un pancito no me vendría mal, hace días que no como y no me vendría nada mal un poco de pan. La señora tomo al niño de la mano, lo llevó a la cocina y lo sentó a una mesa llena de exquisitos manjares. El chico comió y comió hasta que ya no pudo más y entonces pensó: "La verdad es que sigo sin entender a Juan 3:16, pero es seguro que llena un estomago hambriento". Al terminar, la señora tomó al chico de la mano y lo llevó al baño, donde lo esperaba una tina llena agua tibia y olorosas burbujas. Mientras el chico se sumergía en la tina, pensaba: "La verdad es que ahora menos entiendo a Juan 3:16, pero ya sé que este puede dejar bien limpio a un chico sucio. En verdad yo nunca había tomado un baño de verdad…en toda mi vida. El único baño que recuerdo fue la vez que me metí debajo del hidrante de los bomberos un día que estos lo abrieron y dejaron caer el agua por la calle". La señora regresó por el chico, lo llevó a una habitación, lo vistió con un pijama y lo acostó en una inmensa cama con una almohada de plumas. Lo cubrió con una espesa colcha, lo besó y le deseo dulces sueños, apagó la luz y salió. El chico, bien abrigado en la cama veía, a través de la ventana, la nieve caer y pensó: "La verdad es que Juan 3:16 puede hacer que un chico cansado pueda descansar..." (Continuará) Hay ocasiones que no entendemos la voluntad de Dios, pero el Señor da el pan necesario para que podamos comer y dormir.  Siga orando a favor nuestro. El pan nuestro (3) “Danos hoy nuestro pan cotidiano”. (Mateo 6:11) A la mañana siguiente, continua esta historia anónima, la señora regresó con ropa limpia y lo llevó ante la misma mesa de la noche anterior, llena de ricos manjares para el desayuno, después de comer, la señora lo sentó en la misma mecedora de la noche anterior y tomó en sus manos una vieja Biblia. Se sentó frente a él, le miró a los ojos y con una dulce voz le dijo: - ¿Entiendes a Juan 3:16? No señora, anoche fue la primera vez en mi vida que oí sobre él, cuando el policía me dijo que se lo dijera a usted. La señora abrió la Biblia; la abrió en Juan 3:16 y comenzó a explicarle, al niño, acerca de Jesús. Ahí, frente a esa vieja chimenea… el chico entregó su corazón y su vida a Jesús, al tiempo que pensaba: "Juan 3:16, quizás no lo entienda, pero hace que un chico perdido se sienta seguro y amado". ¿Saben? Yo tampoco lo entiendo exactamente: “Como fue que Dios estuvo dispuesto a mandar a su único Hijo a morir por mí, y cómo fue que Jesús estuvo dispuesto a ello. No comprendo la agonía del Padre y de toda la Corte Celestial al presenciar el sufrimiento de la pasión y muerte de Jesús. No entiendo la intensidad del AMOR de Jesús por mí, que lo mantuvo en su camino hacia la cruz hasta el fin. Yo no lo entiendo, pero de lo que sí estoy seguro… es de que hace: que esta vida valga la pena vivirla y que nuestra misión debe ser cumplida. Juan 3:16  "Porque de tal manera amó Dios al mundo: Que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en Él cree, no se pierda más tenga vida eterna". Amigo(a), el Señor Jesucristo dio su vida para salvarte y ahora eres un hijo(a) de Dios, quien suple tu necesidad integral, espiritual y material. Por eso adora y sirva al Señor. Gracias por orar a favor nuestro.
El perdón es necesario “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores”. (Mateo 6:12) Sin lugar a dudar una de las palabras que resonará en el cielo, es el perdón. Cristo nos perdonó y liberó de la deuda del pecado y nosotros debemos perdonar para liberar a nuestros deudores. ¿Qué es el perdón? No es mera palabrería, un lo siento superficial, o una disculpa; es más que eso. ¿Qué dice la Biblia?  Es un acto de remisión que Dios otorga al que se arrepiente. Mateo 6:12 Es un acto voluntario, pero a la vez es una orden divina para poder ser restaurada nuestra comunión con el Señor. Perdonar es saldar la deuda, es otorgar amor al ofensor. ¿Por qué es importante el perdón? Porque tiene la relación del pecador de perdonar a quienes han perdonar a quienes lo han ofendido. Lea Mateo 6:14-15) Porque el Señor mismo perdonó a sus enemigos, dejándonos ejemplo. Porque si perdonamos, El Señor nos perdona, caso contrario, cerramos la puerta al no dar perdón. Nuestra comunión con Dios se rompe. ¿Cuál es el resultado del perdón? Reconocer que hemos ofendido al Señor. El Salmo 51 es una guía para humillarnos ante Dios, reconociendo que le hemos fallado y hemos pecado. La reconciliación con Dios, es vital y necesaria. La restauración espiritual para mantener la comunión con el Señor, es sumamente importante y clave para nuestra espiritualidad cristiana. El otro día, un líder pidió perdón por una deuda que mantenía con una congregación por largo tiempo, consiguió el dinero y pagó su deuda, luego públicamente pidió perdón, con vergüenza por el dolor causado y con valentía confesó a la Iglesia; oramos, lo perdonamos y restauramos nuestra comunión y amistad. Cristo nos perdonó de nuestros pecados y nos limpió, por eso tenemos comunión con el Padre celestial. Ahora le animamos a servir al Señor de todo corazón y a seguir orando por nosotros. ¿Envía Dios la tentación? “Y no nos dejes caer en tentación,  sino líbranos del maligno”.  (Mateo 6:13) Una de las preguntas en consejería pastoral es, si Dios tienta, es obvia la respuesta, no. Satanás tienta a hacer el mal para pecar. Dios prueba al creyente para su propio bien. Pensemos acerca de la tentación. Tentar, es incitar para hacer el mal; mientras que pecado es ceder y hacer lo malo. La tentación nos provoca, el pecado lo consumamos. Tentación no es pecado, pero si cedemos y lo hacemos entonces pecamos contra Dios. Por ejemplo, no podemos evitar mirar una linda mujer, o joya, o el poder, pero al acostarnos con una persona ajena, o serle infiel al cónyuge, o codiciar el poder, entonces pecamos. Lea Santiago 1: 12 –15 “Bienaventurado el varón que soporta la tentación... Cuando uno es tentado no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie, sino que cada uno  es tentado, cuando de su propia pasión es atraído y seducido...” El remedio para esto es Mateo 26:41 “Velad y orad para que no entréis en tentación...”  Usted tiene que estar alerta, orar al Señor para que no ceda a su pasión y evitar el mal. Recuerde que José, temía a Dios y huyó al acoso sexual de su jefa.  Tiene que tener tiempo con Dios, leer la Biblia, ir a la Iglesia, pedir ayuda al Pastor; caso contrario cederá con facilidad. Amigo(a), no ceda a la tentación, mejor adore a Dios, sírvale y deje que el Espíritu Santo controle su vida y ayude al débil y siga caminando con Dios. No deje de seguir intercediendo por los misioneros, pastores, su familia y por este Ministerio.
            “Tuyo es el reino” “... Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria,  por todos los siglos.  Amén" (Mateo 6:13b) Pensar en que Dios es soberano y dueño del mundo, y que tiene todo bajo control, es para alabarle por lo que Él es. Es que nuestro Dios, es digno de todo loor y toda Gloria. Toda oración que hagamos al Padre celestial, de expresar la liturgia del alma agradecida al Señor por lo que Él es.  Bien señala Apocalipsis 4:9-11, “Cada vez que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono,  al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos,  y echan sus coronas delante del trono,  diciendo: "Señor,  digno eres de recibir la gloria,  la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas". Loado sea el Señor por todo lo que ha hecho, creó al mundo, creo la naturaleza, creo al ser humano, creo los animales y todo lo hermoso de este universo. Por todo esto, el Señor es digno de alabanza, digno de postrarnos ante Él, reconociendo su grandeza y su poder. Ahora como hijo de Dios, haga quedar bien a su Padre con un excelente testimonio de vida y trabajo, usando bien el tiempo, no robándolo para deleites personales. Allí donde estudia, investigando y haciendo la tarea personal sin copiar trabajo ajeno. Dios merece nuestra adoración, si le hemos fallado, confesemos a la luz de 1 Juan 1:9 y apartemos del pecado y postremos nuestro cuerpo y alma para adorarle en “espíritu y verdad”. Es hora de buscar a Dios, de amarlo y servirle. Ore para que este Ministerio toque a personas que deseen invertir para seguir predicando a Cristo. 

CANTAR DE LOS CANTARES

Mi gratitud al Hno. David Logacho por tan hermosos estudios.
CANTAR DE LOS CANTARES (1)
Estaremos viendo juntos con la ayuda de nuestro Señor algunos aspectos nutritivos de un libro que muchos cristianos no se atreven a leer o sacan un provecho muy débil del que pudieran extraer: "Cantar de los Cantares de Salomón" o dicho de otra forma, la mejor canción de Salomón. Algunos comentaristas opinan que no podemos extraer aplicaciones prácticas de este libro, más que para la vida matrimonial, en defensa del método histórico gramatical de interpretar la Biblia. Modestamente creo que este estudio que realizaremos juntos durante alguno tiempo, no atenta en lo más mínimo contra dicho método de interpretación, que también creo que es el que se debe usar.
El descubrir detrás de este romance similitudes con la relación Cristo-Iglesia no es para nada alegorizar místicamente las escrituras, sino valernos de un simbolismo aprobado por las mismas escrituras, como la comunicación, disciplina, servicio y comunión, que están avaladas ampliamente por el N. T. Cantar de los cantares se encuentra inmediatamente después de un libro del mismo autor (Eclesiastés) donde se pueden ver los sinsabores de una vida cristiana sensual, muy lejos de un andar por la fe. Aquí se puede ver a un Salomón apartado de su Dios. Su vida no era un cantar de cantares sino una vanidad de vanidades, también frase clave en Eclesiastés. Creo que muchas veces la experiencia del cristiano sobre la tierra comienza tal vez con un primer amor en una vida de canción a su amado, pero poco a poco la lucha contra el pecado, Satanás y la carne trasforman esa experiencia en una vana, hueca y vacía religión, cuando el desafío de la Palabra de Dios no es el de una religión sino el de una relación con Dios y justamente eso es lo que se trata en Cantar de los Cantares, una relación de amor del esposo con su esposa, que perfectamente se aplica a la experiencia de Cristo con su esposa la Iglesia, dice Efesios, 5:25 "Maridos amad a vuestras mujeres así como Cristo amó a la Iglesia". 54 veces aparece en el libro la palabra amor, ¿cuándo fue la última vez que le dijiste al Señor te amo?, ¿Sabes? Él desea escuchar esto de tus labios, y no me refiero a frases gastadas de un coro cantado en público, sino a ese tiempo a solas con Él, en que le declaras tu amor aunque débil y con fracasos, pero amor al fin.  Como Pedro en la playa de Juan 21, ¿recuerdas?... ¿me amas Pedro?
También veremos más adelante que Cantar de los Cantares es un libro que tiene 39 alusiones directas al servicio. Pero en su debido orden, primero amor al Señor de la obra y entonces en segundo lugar, servicio en la obra del Señor. Creo que muchos cristianos pierden la verdadera óptica de lo que es una relación con Dios y gastan sus vidas en lo que es secundario, aún en ministerios eclesiásticos hechos sin la verdadera motivación. En la aldea de Betania, Jesús dejó bien en claro los roles y dijo que María había escogido lo que realmente era necesario: La Comunión, el servicio sería consecuencia de lo primero. ¿Simón me amas?.... entonces pastorea mis ovejas. Ahora bien, tú dirás: "Bueno, esto suena muy lindo" pero mi experiencia actual como hijo o hija de Dios es que hace mucho tiempo que he perdido mi primer amor y ahora ¿cómo recuperarlo? Permíteme aconsejarte que comiences con la misma oración que comenzó la esposa en (Cant. 1:4), y así entremos a buscar juntos por este libro. Ella dijo simplemente: atráeme; ¿Sabes? Si Jesús no te atrae, nunca irás a Él, pero paradójicamente si no vas a Él para admirar su belleza, nunca serás atraído. Concluimos entonces que el primer paso es tuyo, de acercarte a El aún cuando no lo desees, de descubrirlo en Su Palabra, aún cuando no quieras abrir tu Biblia, de elevarle tu oración aún cuando tu plegaria no parezca pasar más allá del techo de tu cuarto y casi sin notarlo comenzarás a desear ese tiempo a solas con Él. Eso será evidencia de que El comenzó a atraerte y muy pronto sabrás que aquel primer paso tuyo, fue motivado por El y dirás igual que Jeremías 20:7 "Me sedujiste o Jehová y fui seducido, más fuerte fuiste que yo y me venciste".
Si miramos con atención como continúa el v. 4, encontraremos otro tesoro: La influencia de mi devoción. La frase que continúa después de atráeme es: en pos de ti correremos, esta frase no es pronunciada por la esposa, sino por doncellas israelitas amigas de la esposa. Estas hijas de Jerusalén aparecen 6 veces en los 8 capítulos que dura este romance y aquí las vemos bendecidas por el testimonio de la esposa atraída, a tal punto que también ellas querían correr hacia el amado. La misma esposa atraída, a tal punto que también ellas querían correr hacia el amado. La misma lección se repite antes del final de este versículo 4: "El rey me ha metido en sus cámaras" dice la esposa y dicen las doncellas: "Nos gozaremos y alegraremos en ti". Aquí va otra pregunta: ¿Estás listo para recibirla? ¿Cómo está influenciando tu relación con Dios a los que te rodean? ¿Positivamente produciendo en ellos una sed de Dios o negativamente, produciendo en ellos un rechazo hacia Dios? No olvides que Jesús dijo en Mateo capítulo 5, "vosotros sois la sal de la tierra" y uno de los efectos de la sal es el de producir sed. Muchas veces esperamos que nuestros familiares, vecinos y amigos lleguen al conocimiento de Dios, oramos para que esto suceda, lo compartimos en la iglesia para que otros hermanos oren por ellos, pero no deberíamos preguntarnos ¿Está siendo buena la influencia de mi devoción?
Un poco más adelante en el 5:9 aparecen las hijas de Jerusalén, y las mismas que habían sido influenciadas por la devoción de la esposa ahora son afectadas por la falta de testimonio de ella, y en un tono despectivo preguntan dos veces: ¿Qué es tu amado más que otro amado, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿Qué es tú amado más que otro amado, que así nos conjuras? Claro, como la esposa había rechazado una invitación que va desde el versículo 2 al 6, una invitación primero a la comunión y luego al servicio, pero la posición cómoda de la sulamita en el disfrute de sus bendiciones, había ahogado este llamado, así leemos en el 5:3 "me he desnudado de mi ropa, ¿cómo me he de vestir?. He lavado mis pies ¿cómo los he de ensuciar?" Esta respuesta negligente de la esposa, como tal vez muchas veces fue su respuesta, trajo como consecuencia una severa disciplina en su vida, que está narrada en los versículos 6 al 8 y luego la doble pregunta del v. 9 que ya mencionamos y que nos trae a la memoria las palabras de Joel 2:17 que son del mismo calibre: ¿porqué han de decir entre los pueblos donde está tu Dios?
Querido hermano no olvides que somos cartas abiertas y leídas, como dice 2ª Cor. 3:2 y si tu testimonio y devoción no están siendo atrayentes a los que te rodean, no estás cumpliendo con el propósito por el cual Dios aún no ha quitado su Iglesia de este mundo. Fíjate que diferente fue la respuesta de las hijas de Jerusalén en el comienzo del capítulo 6: ¿A dónde se ha ido tu amado, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿A dónde se apartó tu amado? Y lo buscaremos contigo”. El detallado y cautivante testimonio que la esposa da refiriéndose al esposo en (5:10-16 ponen la cuota de sal necesaria para que sus amigas se entreguen a Cristo, pero ¿qué fue lo que arrancó de labios de esta muchacha una de las descripciones más sublimes de la Biblia, sobre "¿el amado señalado entre diez mil?”. Tal vez fue la severa, pero amorosa disciplina que mencionamos en el capítulo anterior. Por ello, no te desanimes cuando eres reprendido por el Padre, porque eso es un signo de que eres un hijo. "Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo sino de tristeza, pero después da fruto apacible de justicia a los que por ella han sido ejercitados. Por lo cual levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas" (Heb. 12:11)
Concluyendo, quiero decirte que Jesús quiere cautivarte, seducirte y atraerte y a través de ti atraer a otros hacia ÉL. No hay en el mundo meta más noble, ni ideal más alto que este, y tú debes salir de esa religión hueca y ser protagonista de esta relación de amor. Eleva ahora mismo, esta oración al Señor, hazlo ahora, aunque no quieras hacerlo, dile así: "Aquí estoy Señor, en esta mezcla de romance, juego y lucha que es la vida cristiana. Soy espectador de tu empecinada meta por conquistarme, soy espectador de mi necia reincidencia en negarte. Por momentos me llamas y no contesto, por momentos te busco y no estás, porque te has cansado de llamarme, pero por momentos nos encontramos. Me quebrantas, me cautivas, lágrimas salen de mi alma, y nos amamos " Atráeme un poco más hasta el encuentro final para el amor eterno" En Cristo Jesús, amén.
CANTARES (2)
Hoy comenzaremos a considerar algunas lecciones provechosas de este cautivante libro de Cantar de los Cantares de Salomón y espero que, como fue de provecho para mí, lo sigua siendo aún hoy día para usted, y también pueda ser bendecido con los manjares espirituales allí escondidos. Luego de la presentación oficial en (1:1), donde se le atribuye la autoría de éste libro a Salomón, nos encontramos con una fuerte expresión de deseo de parte de la Sulamita. Ella dice: (1:2) ¡Oh, Si Él Me Besara Con Besos De Su Boca! Porque mejores son tus amores que el vino. Todo el libro estará unido con un fino hilván que caracteriza a ésta muchacha, y que es la sinceridad al expresar su amor. Vivimos en un siglo dónde la libre expresión del amor se ha mal interpretado y se ha transformado en un libertinaje sensual que ha truncado los años felices de varios jóvenes, que ha atrofiado la facultad de sonreír a varias muchachas, ha hecho presa de la fidelidad de muchas parejas y ha empañado el brillo del amor matrimonial que Dios deseó y planificó para el hombre y la mujer. La Biblia enseña sobre la superioridad del Amor al decir en (1ª Cor. 13:13) “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.¿Porqué? Pues porque cuándo todo esto acabe en éste mundo y estemos eternamente junto al Salvador, no será necesaria la fe, ni la esperanza, pues estaremos viendo y tocando con nuestros propios ojos y manos al Señor. No hay más que esperar y recibir, todo será nuestro; pero sí experimentaremos el gozo de ver nuestro amor por El aumentado y aumentándose por la continua revelación de su persona por toda la eternidad.
El amor, dice la Biblia, que forma parte de la esencia de Dios y leemos en (1ª de Juan 4:8) que Dios es amor. No dice que él tenga amor, ni que el sienta amor, sino que está hecho de amor. Cuando éste Dios crea al hombre, dice que lo creó a imagen y semejanza de él, y uno de los aspectos en los cuales vemos esto, es que él puso en el hombre la facultad de amar y puso no sólo esta capacidad afectiva, sino que además le proveyó un entorno ideal para que él exprese sinceramente su amor, le creó a Eva e instituyó así la célula sagrada del matrimonio. Y les dio cinco mandamientos que en otra oportunidad estudiaremos. Él les dijo: 1º  Fructificad, 2º Multiplicaos (que no es lo mismo), 3º  Llenad la tierra, 4º Sojuzgadla y en 5º lugar señoread. Pero esta libre expresión del amor en todas sus facetas, fue permitida y aprobada solamente después de la unión por el creador y ante el creador que hoy conocemos como casamiento.
En la República de Argentina se nos conoce, entre otras cosas por el tradicional asado criollo. ¿Sabe? Yo puedo preparar el fuego y aún cocinar la carne en la sala de mi casa, realmente podría hacerlo y aún comer un deleitoso asado, pero las consecuencias, serían desastrosas. La sala llena de humo, manchas de grasa en la alfombra y un perdurable olor a carbón en las cortinas. Hubiera sido muy distinto si hubiese preparado y cocinado el asado en el jardín. Con la libre expresión del amor entre el hombre y la mujer pasa exactamente lo mismo, usted puede probar y practicar el sexo antes del matrimonio o fuera de su matrimonio, donde quiera, con quién quiera y cuántas veces quiera, pero las consecuencias serán desastrosas; más si usted respeta los límites divinos y disfruta de la facultad de amar que Dios quiere, me refiero al matrimonio; los resultados serán incomparables. En la Biblia tenemos el ejemplo de personas que quisieron preparar el asado en la sala y su experiencia amorosa terminó en un catastrófico incendio, que sólo dejó recuerdos amargos. Por ejemplo, tenemos en 2º de S. 13, la humillación vivida por Tamar, una joven doncella que fue ultrajada por su hermanastro Amnón. Los versículos 15-17, describen el sentimiento de odio y des-precio que el propio Amnón cosechó, luego de haber sembrado carnalmente. Leemos así: “Luego la aborreció Amnón con tan gran aborrecimiento que el odio con que la aborreció, fue mayor que el amor con que la había amado. Y le dijo Amnón: levántate y vete. Y ella le respondió: no hay razón; mayor mal es este de arrojarme, que el que me has hecho. Más él no la quiso oír. Sino que llamando a su criado que le servía, le dijo: Échame a ésta fuera de aquí, y cierra tras ella la puerta”. Pero la cosecha amarga de Amnón no terminó allí, dos años más tarde, Absalón hermano de Tamar toma venganza por la humillación de su hermana y Amnón paga con su vida lo que había hecho. Prov. 5:4 dice que: El paladar de la mujer extraña es dulcísimo como el aceite, pero su fin amargo como el ajenjo. Querido amigo, querida muchacha, querido esposo, si usted piensa que en lo que respecta al matrimonio tiene licencia para conducir cualquier situación, sin importar el orden divino, permítame pronosticarle un final trágico para su vida.
Miremos por un instante el testimonio de Salomón en Cantares al describir el sentimiento de placer, gozo y satisfacción producto de una deleitante relación con su esposa. En 4:16 encontramos la invitación de la Sulamita: “Venga mí amado a su huerto, Y coma de su dulce fruta” y aunque este romántico soneto guarda silencio respecto al momento íntimo vivido por los amantes, se corre el velo nuevamente en el 5:1 para describir el resultado de dicho encuentro narrado por Salomón. El dice allí, “Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa mía; He recogido mi mirra y mis aromas; He comido mi panal y mi miel, Mi vino y mi leche he bebido.” Notemos tres resultados de una libre expresión de amor, pero dentro del contexto divino.
Primero: dice Salomón He Recogido Mi Mirra y Mis Aromas” haciendo alusión perdurable de la sensación de disfrute aún después del tiempo íntimo; el efecto agradable, al igual que un buen perfume, traspasa el momento pasional dejando un bello recuerdo. ¡Cuánto diera por haber vivido lo que dice el (4:12) Como huerto cerrado, como fuente cerrada  y como fuente sellada; sólo para aquel momento junto con mi cónyuge! Pero ahora por la gracia de Dios la disfruto. Por eso recuerdo las lágrimas de muchos jóvenes que me compartieron el amargo dolor sentido durante lo que debería haber sido la noche más inolvidable de su vida y que no lo fue, porque sabían que ya lo habían hecho antes.
En Segundo Lugar leemos: “He Comido Mi Panal y Mi Miel” todo aquel que ha probado un bocado de miel directamente extraída del panal, sabe de lo deleitante de dicha experiencia. Así mismo leemos en el 2:3 de nuestro libro: "Y su fruto fue dulce a mi paladar".  Que distinto el final amargo cual ajenjo que mencionamos en el libro de Proverbios con la mujer extraña.
Y en Tercer Lugar declara: “Mi Vino y Mi Leche He Bebido” refiriéndose ahora, no tanto al deleite, sino también a la satisfacción plena del apetito emocional. Como dice Prov. 5:18-19, “Sea Bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo.” Buenos recuerdos, deleite y satisfacción es lo que Dios tiene guardado para todo aquel que sabe esperar. Todo el libro de Cantares describe las delicias del amor conyugal entre esposos.
Durante los siguientes estudios, estaremos extrayendo tópicos esenciales para un matrimonio feliz, pero no queremos ignorar la verdad más profunda que encontramos detrás de este romance y que es la relación de amor vivida por Cristo y su amada esposa la Iglesia de la cual usted y yo somos parte. Y a este respecto quisiera preguntarle: ¿Cuál es la medida de la expresión sincera de su amor por el Señor? No olviden que la sinceridad al expresar su amor, fue la característica sobresaliente de la Sulamita de Cantares. Si hay una palabra que resuma el contenido del libro de Cantar de los Cantares y de toda la Biblia, esa es la palabra AMOR. Ejercítese en una vida entregada por amor a su Señor, en una actitud sincera; practique ese amor divino en su relación con el prójimo; reserve la expresión total de su amor sólo para su cónyuge; espere para disfrutar los beneficios de tal entrega en la etapa del matrimonio; y cumplamos así el orden divino de andar en amor como Cristo nos amó, sabiendo y sintiendo siempre, que el amor de Cristo nos constriñe... Amén.
CANTARES (3)
Veamos juntos el día de hoy, nuevamente el capitulo 1:5-11 del libro de Cantar de los Cantares de Salomón. En primer lugar, escuchamos de labios de la Sulamita, una breve reseña autobiográfica de lo que fue su vida antes de conocer a su amado Señor. Por lo que leemos en los versículos 5 y 6, esta muchacha de comienzos humildes en un ambiente pastoril, había sido desprovista de su Padre desde temprana edad. Seis veces esta mujer recuerda y menciona a su madre en el libro, pero nunca a su Padre. Fue tal vez en esta situación familiar difícil en que su madre parece haberse vuelto a unir a otro hombre. Como consecuencia de este segundo matrimonio nacen estos hostiles hermanastros de la Sulamita que le proporcionan tal maltrato que deja huellas en el corazón de ella.
Nótese la expresión de 1:6: “Los hijos de mi madre se airaron contra mí”. No hay peor cosa que beber el desprecio de los de su propia casa. Lo trágico aquí, es que el maltrato a que es sometida esta muchacha, no era producto de una ira repentina o una simple riña familiar entre hermanos que es tan común en cualquier familia, sino que el duro trato que había soportado trabajando en el campo, haciendo tareas hostiles que le corresponderían más bien a un hombre cuidando viñas ajenas (quizás la de sus hermanos, como leemos en el v. 6) y descuidando así la suya propia, había sido durante años, fue toda su infancia, adolescencia y parte de su juventud, que esta mujer trabajó bajo la mirada impertérrita del sol que marcó su piel. Por eso termina diciendo: "no repares en que soy morena, porque el sol me miró". La palabra en el original traducida aquí por morena, es "sheora" que significa bronceada, no era morena por naturaleza sino por los efectos efusivos del sol, ella reconocía que a pesar de su condición despectiva para otros, ante el Rey había tenido cierto atractivo que la hizo ante sus ojos codiciable y con gran orgullo, ella increpa a las mujeres de Jerusalén y les dice: (1:5) "morena soy, si, pero codiciable".
En estos dos versículos la esposa de Cantares, recuerda rápidamente de donde había sido sacada por su amado. Ya no sufre por las cicatrices en cuerpo y alma que cosechó en sus años amargos, porque ahora el rey la ha metido en sus cámaras, como leemos en el v. 4, su antiguo lecho duro y frío bajo algún árbol en la noche campestre, había sido cambiado por un lecho de flores, como dice el 1:16 y era sustentada diariamente, no por uvas agrias de alguna viña ajena, sino por un banquete continuo, así leemos en el 2:4 "Me llevó a la casa del banquete y su bandera sobre mi fue amor ".
Ahora bien, creo que no se precisa demasiado tino como para ver detrás de este cautivante testimonio, la similar experiencia que vivimos cada uno de aquellos que hemos sido por nuestro amado Señor, rescatados de nuestra vana manera de vivir y estoy seguro que usted también querido hermano y amigo que me escucha, puede ahora mismo cerrar los ojos, recordar por un momento como lo hizo la esposa de Salomón, aquella pastora hecha reina, sus años de vagar sin Cristo, soportando el maltrato del diablo, revivir aquel momento en que humillado y arrepentido, se abrazó por fe a la cruz del calvario, verse ahora rodeado de bendiciones sin número y alzando los ojos al cielo exclamar: ¡Gracias mi Señor, Gracias!. Pero, ¿no es también así de cierto que en nuestro peregrinar por el mundo olvidamos esta verdad y en los momentos en que el Señor parece estar ausente, nos impacientamos y andamos como errantes buscando una respuesta? En el 1:7 la Sulamita manifiesta cierta ansiedad que se asemeja muchas veces a ese estado de ánimo nuestro, ella cautivada por su amado, desea saber con exactitud, cuál era el paradero de él, si ella necesitaba buscarle. Veremos en el transcurso que dura este romance, que el amor y la devoción de esta muchacha va desde un estado de inmadurez, hasta uno de madurez caracterizado por la fe y no tanto por la vista. Aquí vemos que ella necesitaba verlo casi constan-temente para mantener la temperatura de su amor por él, y en los primeros capítulos veremos que cuando él estaba, todo el mundo de esta mujer parecía derrumbarse, en otras palabras andaba por fe, no por vista. Por eso ella le pregunta ansiosamente a él en el v. 7 “hazme saber, oh tu, a quien ama mi alma, ¿donde apacientas, donde sesteas al medio día, pues porque había de estar yo como errante junto a los rebaños de tus compañeros?”.
Siempre después de un momento de éxtasis puede venir el dolor, después de una gran calma la tormenta y después de un momento de seguridad, un momento de duda. En el bloque anterior vimos como el rey Salomón la había metido en sus cámaras y hecho disfrutar de manjares reales. Pero ahora él se iba a atender asuntos de estado y ella víctima de su falta de fe, duda si podrá soportar su ausencia y le hace la pregunta que acabamos de leer. Pero su Amado no satisface sus ansias de poseerlo y le responde de una manera muy sutil, sin decirle exactamente su paradero, sino que le dice en el v. 8: "si tu no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres, ve, sigue las huellas del rebaño y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores": Cuando pienso en esta situación vivida por la esposa de Cantares, recuerdo una experiencia similar, vivida por los discípulos camino a Emaús y que se narra en el evangelio de Lucas 24, creo que el estado de ánimo de estos tres muchachos, era igual o hasta cierto punto más crítico de lo que fue aquí. Figurémonos su amado se había ido hacia ya tres días que no tenían noticias de él, las esperanzas fundadas en las promesas que él mismo les había hecho tocante a que no los dejaría solos, parecían apagarse lentamente como un pabilo y todas las ilusiones arraigadas en estos humildes pescadores que habían sido hechos embajadores del reino por gracia se esfumaban.
Echan toda su desorientación sobre los hombros de este caminante que se pone a su lado, sin saber que era el mismo Jesús, pero lo más interesante es que el Señor, en lugar de descubrir su identidad inmediatamente para así desagotar toda la congoja que cargaban sus discípulos, se oculta en el anonimato y no les revela su identidad sino hasta el último momento y desaparece. La gran lección que les quiso dejar era que ahora que comenzaba un tiempo diferente para ellos, la presencia corporal misma de Jesús no era tan indispensable como lo había sido en los tres años de ministerio anteriores, ahora había alguien mejor que les estaría guiando desde adentro de cada uno de ellos, era el Espíritu Santo que moraría en ellos por eso dijo Él: "les conviene que yo me vaya" y además de ese consolador, les dejaría la Palabra escrita para que les alumbre como una lámpara. Por eso en el capítulo 24 de Lucas que narra la escena el versículo 27 dice: "y comenzando desde moisés y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las escrituras lo que de él decían".
Él podría haberles mostrado sus manos horadadas y acabar rápido con el problema pero no, ellos necesitaban aprender a depender, no de la presencia física de ÉL, sino del ministerio de la palabra y el Espíritu obrando en sus corazones. En otras palabras, debían aprender a vivir por fe, esta fue también la gran lección que aprendió la Sulamita durante todo el libro de Cantares, veremos que hasta que ella llega a un estado de madures ideal, se desespera cada vez que su Señor no está, lo veremos en 3:1 y también en 5:6 aquí luego de escuchar la respuesta un tanto suspicaz de su amado, ella estaría muy confundida, tal vez dudaría si realmente algún día ella que era una humilde campesina, podría llegar a comportarse como una digna reina esposa del rey.
!Cuántas veces la duda aborda nuestra mente respecto a áreas débiles que están en proceso de cambio en nuestras vidas y damos lugar al diablo con nuestra falta de fe, en esos momentos cuando el Señor parece que se olvidó de nosotros es cuando no debemos dejar de orar y leer aunque no sintamos nada, hasta que termine el día malo y habiendo acabado todo estar firme, si aún no hemos aprendido a mantener nuestro nivel de gozo y confianza, a pesar de las pruebas, si nos deprimimos, enojamos y dejamos de asistir a la Iglesia cuando algo no funciona como yo quiero y nos parece que Dios se olvidó de nosotros, es que aún no hemos madurado o estamos en pecado, estorbando la obra de Dios en nosotros, si nos adelantamos por un momento a espiar cómo termina la historia de esta pareja, notaremos en el capitulo 8:13-14 que a diferencia de cualquier otro romance que un hombre hubiera escrito, a diferencia de cualquier otra historia de amor de una película, estos dos amantes, no terminan juntos sino separados, porque habían aprendido que la fuerza del amor inspirado por Dios a diferencia del amor estimulado artificialmente por el hombre, no necesariamente necesita la posesión egoísta el uno del otro.
Así pasa con la Iglesia y su amado Señor que un día vendrá a buscarle mi querido amigo, por lo tanto no se desanime cuando no ve al Señor, quizás ÉL esté más cerca que nunca. Búsquele por la fe, háblele por la fe, escúchele por la fe, aprenda a vivir por fe y recibirá los mismos elogios que recibió la esposa en 1:9-11 A yegua de los carros de Faraón te he comparado, amiga mía. Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, tu cuello entre los collares. Zarcillos de oro te haremos, tachonados de plata. De parte de EL, porque él ama al justo que aprende a vivir por fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios. ¡Que Dios le bendiga!
CANTARES (4)
Hoy tenemos frente a nosotros, un hermoso bloque que une los últimos 6 versículos del capítulo 1 con los 7 primeros del capítulo 2 y que iremos leyendo a medida que nos internemos en el tema. Si recordamos la lección anterior termina con el rey Salomón advirtiendo a su amada, que por asuntos gubernamentales, por momentos él se tendría que ausentar. Esto causó conmoción en el corazón de la esposa que dudaba sobre sus sentimientos. El momento llegó; el rey se ausentó y aparentemente cansado se acostó en su reclinatorio, así leemos en el 1:12 “Mientras el rey estaba en su reclinatorio, mi nardo dio su olor”
Más adelante, el rey la iba a presentar públicamente en un banquete real, pero ahora estaban a solas y es hermoso notar la mutua admiración que se brindaban. Hagamos una pausa para reproducir esta escena en el ambiente cotidiano que muchas veces se da en los hogares cristianos. El esposo llegando a su casa cansado del fragor del día, agobiado por la lucha contra el pecado y una esposa que le espera y que puede ser un bálsamo para animarlo o una andanada de quejas y reproches que sumado a los problemas que él trae de afuera terminan por desplomarlo. El nardo que la esposa había guardado para la llegada del esposo, era una planta aromática de gran precio que requería un cuidadoso tratamiento previo para que exhale su aroma tan preciado, así que vemos como esta mujer se preparó con tiempo para recibir a su amado que llegaba.
Notemos tres áreas en que esta mujer se preparó y saquemos así una importante lección para aquellas virtuosas y piadosas mujeres cristianas que nos escuchan. Primero: ella preparó el ambiente, toda la casa estaba llena de perfume y creo que aún antes de entrar, el rey sabía que una vez que traspase el umbral de su puerta, se vería sumido en un mundo distinto, romántico, apacible, preparado exclusivamente para él por su esposa. Él sentía que toda la carga del día debía ser dejada afuera porque el ambiente presentado ante sus ojos no era digno de problemas. Conozco varios hombres que cuando ven que las agujas de su reloj le indican que se aproximan el final del día de trabajo hacen todo lo posible para que su "tour" fuera de casa continúe, pues el sólo hecho de pensar sobre lo que le espera una vez que entre a su casa, le deprime, gritos, quejas, malas caras o aún hasta el ser ignorado. Querida esposa: ¿Cuál es el ambiente que usted prepara? ¡Es el ambiente que encontramos en estos 13 versículos! No hay lugar para la improvisión en toda la escena narrada aquí, el nardo estaba preparado al lado del reclinatorio y toda ella hermosamente ataviada para él. Así vemos ahora que en segundo lugar no sólo preparó el ambiente sino que se preparó ella misma. (15) “He aquí que tu eres hermosa amiga mía, he aquí eres bella tus ojos son como de paloma” Universalmente la paloma es asociada con paz y eso es lo que Salomón notó al entrar a su hogar, no sólo paz, armonía y orden en lo externo sino también en lo interno y esto no significa que esta mujer no había tenido problemas durante el día, pero al recibir a su amado ella también dejaba por un momento sus problemas de lado y lo inundaba con un bálsamo de paz que emanaban sus ojos. Tres veces en los ocho capítulos él destaca la mirada de paloma de su mujer. Con un ambiente así, cualquier esposo soportaría la dureza del día, consolándose al pensar que al regresar a su casa, no sólo le espera un ambiente agradable, sino también una esposa agradable. De nada sirve mi querida amiga que la casa este reluciente, que cada mueble este en su lugar, que todo brille como en un museo, si usted no armoniza con eso, si su cabello es un desastre, si su atavío es una hermosa combinación de multicolores de trapos y el aroma de sus manos, otra combinación de los aromas de la cocina, y no cabe la excusa de que por limpiar la casa no tuvo tiempo para arreglarse, quizás es mejor restarle un poquito de tiempo a la limpieza y dedicarlo a su belleza u organizarse mejor. Pero no olvide que el impacto que reciba su marido cuando abra la puerta de su casa y la vea a usted y el ambiente que ha creado va a marcar el rumbo de lo que resta de ese día, para bien o para mal. Notemos la impresión que Salomón cosechó luego del encuentro y como compara a su mujer en el versículo 2 a un "Lirio entre los espinos". Entre las espinas pisadas fuera de casa, durante el día, su mujer no era una espina más clavada en la herida, sino un lirio, pero hay más, en el 1:16 ella dice: "He aquí que tu eres hermoso amado mío y dulce nuestro lecho es de flores". El lecho aquí es el lecho íntimo donde más tarde ella le brindaría su amor. Fíjese que la preparación de esta sabia mujer, llega hasta el detalle de prepararse para compartir el final del día con su esposo.
Y esta es la tercera área en que se preparó, sabemos que el sexo no es todo en la pareja pero ¡que rol importante juega! Y en cierto aspecto, la medida de la entrega y transparencia en este momento, regula la conducta en casi todas las parejas cristianas. Cierto comentarista del Cantar de los Cantares dijo: "En este pasaje y en otros, hemos notado la sabiduría con que la Sulamita se prepara para los aspectos físicos del matrimonio. Mientras que la mujer necia se preocupa por alimentar bien a su familia, limpiar su hogar y otras actividades, es negligente en cuanto a la preparación y planificación de la más íntima expresión de su vida. La mujer necia piensa que es suficiente estar a la disposición de su esposo, no se da cuenta de que algo tan personal y profundamente íntimo como el encuentro sexual, requiere una preparación más cuidadosa, planificada y creativa, que las demás actividades ordinarias de la vida. !Que sabiduría la de esta mujer que supo mantener el equilibrio en estas tres áreas de su vida para recibir a su esposo, creó el ambiente ideal en su casa, se preocupó en un tratamiento de belleza externa e interna y preparó un halo de romanticismo para la velada final. ¿No habrá tenido a su mujer en mente Salomón cuando escribió sobre la mujer virtuosa en Proverbios 31?
Quiero dedicar los minutos que nos quedan para que pensemos en 2:3-4, allí leemos así de labios de la Sulamita: "Bajo la sombra del deseado me senté" (Reflexión) Dice (Hag. 2:7) "Y vendrá el deseado de las naciones y llenaré de gloria a esta casa", refiriéndose al Señor, así que bien podemos pensar en la actitud de sumisión y descanso que al igual que los esposos, nosotros como parte de la Iglesia universal debemos tomar ante el Señor. Rescatemos algunas palabras. La primera: "sombra" ¿Sabe cuántas veces parece que le queremos hacer sombra al Señor imponiéndole nuestros planes y exigiéndole nuestros derechos? Nunca me sentaré a la sombra del deseado sino reconozco mi bajeza y su grandeza, en otras palabras su "Señorío", luego ella dice: "Me senté". La epístola a los Efesios me habla de tres posiciones en la vida del cristiano: sentarse, andar y estar firme, la primera me habla de una vida de fe que descansa en las conquistas del Salvador, que nos ha sentado en los lugares celestiales. Nos habla de esa comunión íntima que disfrutó María de Betania a los pies del Señor ante el reproche de su ocupada hermana Marta. ¡Cuidado con el activismo! No caigamos en el lamentable error de dejar que lo urgente, reemplace lo importante de nuestra vida. ¡Siéntese ahora mismo a la sombra para oírle!
Seguimos leyendo: "Y su fruto fue dulce a mi paladar". Recuerdo las palabras del (Sal. 19:10), "Deseables son más que el oro y dulce más que miel", hablando de los mandamientos de Jehová, ¿cuándo fue la última vez que se deleitó en algún versículo leído en su devocional? ¿Es dulce su meditación delante de él? O sólo realiza su devocional como quién tiene que tomar su dosis de medicina sino se muere, sería muy lamentable si ésta es su experiencia, no hay peligro mayor que perder el deleite en la Biblia.
Luego leemos (4) "Me llevo a la casa del banquete" ¿se acuerda que dijimos anteriormente que el esposo la iba a presentar públicamente ante un banquete real?, aquí la tenemos orgullosa de su amado, orgulloso de su amada. ¿Cuántos banquetes el Señor nos ha preparado en la vida? Pensemos aquí en las palabras del (Sal. 23) "Aderezas mesa delante de mi" ¿Por qué esta sobreviviendo con las migajas de este mundo cuando en la presencia del Señor hay delicias a su diestra para siempre?,
Y en último lugar ella dice: "Su bandera sobre mí fue amor", la bandera representa posesión, desde el día que nos entregamos por fe al Señor, él plantó su estandarte sobre nosotros y pasamos a ser pueblo adquirido por Dios, llamados a ser de Jesucristo, no olvide mi querido hermano y amigo, si vivimos o si morimos somos del Señor y él es celoso cuando tributamos nuestra fuerza a otro señor. Descanso, deleite, distinción y demanda, cuatro palabras que no deben faltar en su relación amorosa con nuestro Señor. ¡Que Dios les bendiga! Y hasta el próximo estudio.
CANTARES (5)
Miremos nuevamente, el libro de Cantar de los Cantares (2:8ss) para aprender nuevas lecciones para la vida cristiana que encontramos en esta sección que llega hasta el final del capítulo. 5 palabras, forman una de las frases clave de este romance, (2:8) "La voz de mi amado". Algo de destacar en la esposa de Cantares, es que al margen de las respuestas de ella al llamado de él, ella había desarrollado un agudo sentido de percepción para identificar entre muchas, sólo la voz de su Señor. ¿Le cuesta identificar la voz de Dios, mi amigo/a? ¿No será que necesita pasar más tiempo escuchándole? Pero también es cierto que aún cuando tenemos una revelación cierta de la palabra de Dios, muchas veces frontalmente le desobedecemos o nos alejamos de su llamado. Aquí la esposa tuvo algunos conflictos ante el llamado de su Señor, veamos.
En primer lugar encontramos: (9) que una pared les separaba y que esa pared, no había sido constru-ida por él sino por ella. Así leemos: "Aquí esta, tras nuestra pared, mirando por las ventanas, atisbando por las celosías" Ante esta separación momentánea de los dos amantes, que como dijimos no será la única, es el rey el que toma la iniciativa y va en su búsqueda. La iniciativa divina. Cada página de la Biblia deja en claro que es Dios siempre el que toma la iniciativa en la reconciliación. Podríamos estar horas citando esta gran verdad, pero basta con mencionar (Ap. 3:20) donde el Señor de las siete Iglesias, que comenzó en medio de ellas, aparece relegado hasta el último lugar y finalmente afuera llamando, “he aquí yo estoy a la puerta y llamo…” Nuestro pasaje narra no sólo la actitud de Salomón al querer cautivarla con su llamado sino que también se nos da detalle del contenido del llamado. Básicamente hay tres pedidos apremiantes que Salomón hace a su reina. Primero: "levántate". Cómodamente la Sulamita descansaba en el disfrute de las bendiciones, y no era para menos era tan hermosa la heredad que le había tocado, el palacio, el banquete, un lecho de flores, pero ahora era tiempo de acción, no de disfrute. La primavera con toda su actividad había llegado y no se podía perder tiempo. Los frutos estaban listos, las flores abiertas esperando, en otras palabras, los campos blancos para la siega. Escuchemos más de este llamado (13) "La higuera ha echado sus higos, las vides en cierne dieron su olor, levántate oh amiga mía, hermosa mía y ven". Hay cierto peligro en distraerse con las bendiciones que nos da el Señor, pero olvidar al Señor de las bendiciones, algo similar ocurrió con el pueblo de Israel en el desierto, según nos narra Pablo en 1ª de Cor. 10, donde dice que todos tuvieron la bendición de la nube de día, todos tuvieron la bendición de cruzar el mar, todos tuvieron la bendición del maná, todos bebieron de la roca, pero, aunque fue un pueblo redimido y lleno de bendiciones, Dios no se agradó. Así dice el versículo 5 “Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto” Y cuando recibieron en Cades Barnea el llamado de Dios para entrar a poseer la tierra, frontalmente dijeron: "no". Tal vez ahora mismo mi querido amigo usted este recordando con dolor momentos así en que rechazó el llamado del maestro en algún área de servicio específica de su vida y hoy está lamentando los resultados. "levántate", un llamado a la acción.
En segundo lugar: el rey le dice (14) "Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz, porque dulce es la voz tuya y hermoso tu aspecto” ¿Sabe?, Cuando yo leí este libro, tuve que derramar lágrimas de vergüenza, me parece ver al Señor casi suplicándome que le muestre mi rostro porque hace mucho que no me ve por sus atrios, que le hable un poco porque hace mucho que mis peticiones no son conocidas delante de Dios, como dice Fil. 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Si el primero es un llamado a la acción, este es un llamado a la comunión. Cuántas veces estamos tan ocupados en la obra del Señor, que nos olvidamos del Señor de la obra, cuántas veces permitimos que lo urgente reemplace a lo importante, cuántas luchas contra nuestro adversario el diablo hemos perdido por no ir bien equipados y en comunión. Recuerde esto: "la lucha contra el pecado, no se gana en el campo de batalla de la tentación, sino en la trinchera de la comunión”. Hermano, él le desea, piense en esto, el Señor le desea, él dijo a sus discípulos: "Cuánto he deseado comer con vosotros". Abra la puerta al que llama, él entrará a usted, cenará con usted y le dirá algo hermoso que tenía reservado.
En tercer lugar: el llamado contiene una propuesta muy interesante, dice el versículo 15 "Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas que echan a perder las viñas". Al igual que en el matrimonio, en nuestra relación con Cristo, se nos pueden escurrir pequeños detalles que si no somos vigilantes, pueden dañarnos. La invitación es, a que la esposa tome una participación activa en esta campaña de limpieza. Él le iba a ayudar pero ella debía levantarse de su estado de pereza e ignorancia, tomar la lanza y atacar todo aquello que sea un estorbo para una cosecha feliz. Entonces encontramos aquí, un llamado a la supervisión de nuestra santidad, activando la confección y velando por la integridad de nuestra alma. Es una tarea compartida, si, pero Dios nunca hará su parte si usted no hace la suya. Pero una pared de argumentos les dividía, zorras dañinas acechaban y finalmente dudas en esta muchacha, empañan el llamado del esposo. Ella le dice (17) "Amado mío, vuelve cuando en mi vida huyan las sombras”. El versículo termina mencionando los montes de Beter que significa separación. A veces pensamos que andar de vez en cuando por los montes de Beter, no nos traerán mayores consecuencias para nuestra vida, total, nadie sabe cuánto hace que no oro o que no leo la Biblia, permítame decirle, mi estimado, que será un tiempo de esterilidad, pues el Señor dijo: "Separados de mi, nada podéis hacer", o en otras palabras, todo lo que hagáis sin el respaldo de la comunión, no significará nada para mí ¿Qué será lo que llevó a esta mujer a desperdiciar una invitación semejante? Tal vez estaba muy a gusto en su alcoba real, (aunque algunos comentaristas piensan que esta escena se desarrolló en la casa de ella en el campo, pero creo que caben las dos posibilidades), tal vez le atemorizaron la presencia de zorras dañinas en el exterior pero lo más preocupante eran las sombras en ella, quizás producto de temores, viejos rencores, complejos de inferioridad, etc. Por medio de argumentos humanos, ellas habían levantado una pared que había dejado a su Señor afuera, un Señor que le llamaba porque confiaba en ella y sabía que podría lograrlo. ¿No será esta su experiencia mi querido amigo? Miremos bien a nuestro alrededor, quizás algún muro que hemos levantado en nuestra vida esté en este mismo momento ocultando al Señor de nuestros ojos y perdamos así el privilegio de su llamado. A veces postergamos la voluntad de Dios que nos es claramente revelada en su palabra, pretendiendo que el Señor cambie un poco el énfasis en el servicio y la comunión y que su llamado no sea tan exigente para nosotros, pero escuche bien: ¡Con Dios no se negocia!. Él podrá esperar a que su estado de madurez armonice con su llamado, pero nunca bajará en sus pretensiones, simplemente porque Dios quiere lo mejor para usted ¡Debe creerlo! "Levántate y ve a Nínive, aquella ciudad y predica", fueron las palabras de Dios al inmaduro profeta. Desobediencia y disciplina, fueron los capítulos que siguieron en la vida de Jonás, hasta que vuelve Dios a su encuentro en la playa del quebranto y las palabras del segundo llamado, fueron exactamente igual a las del primero: "Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad y predica": El mismo llamado, pero ahora con un profeta más maduro, en la vida de la Sulamita encontramos un proceso similar, si miramos (5:2) Yo dormía, pero mi corazón velaba. “Es la voz de mi amado que llama: Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía. Porque mi cabeza está llena de rocío, mis cabellos de las gotas de la noche”  El esposo vuelve por segunda vez y la invitación es del mismo tenor y se repiten las mismas palabras. Pero cuánto tiempo, privilegios y fruto perdió esta mujer por postergar el llamado. "Mirad que no desechéis al que habla”, dice Hebreos y si en su vida, querido amigo o amiga, también hay muros que usted ha construido mire bien, alguna ventana, alguna celosía, Dios tiene que haber permitido que quede abierta para que usted le vea, para que él le escuche y así juntos comenzar a derribar todo argumento que se levanta contra el conocimiento de Dios. Guardemos en la mente las palabras del (2:14) de Cantares como si el Señor nos estuviera diciendo: “Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz”. Que Dios le bendiga.
CANTARES (6)
Nuevamente nos encontramos hoy, para compartir juntos la Biblia. Veamos como comienza el capítulo tres de Cantares de Salomón, dice la esposa: "Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma, lo busqué y no lo hallé". El 2 termina con una rotunda negación al llamado del amado, ella le dijo: "Vuélvete" algunos comentaristas no ven esta palabra vuélvete como un rechazo, sino como un deseo de que regrese pronto. Personalmente, creo que la opinión de Scofield y otros, es la más acertada en cuanto a que fue un rechazo, principalmente por los sucesos que se narran a continuación del Cap. (3) y que ahora vamos a desarrollar. Vemos al comienzo del capítulo que ella toma conciencia de lo necio de su actuar y emulando la misma actitud que tuvo Pedro al lanzarse a la mar en busca de su Señor en la playa, ella comienza una desesperada búsqueda. Muchos podían amar su belleza, muchos podían codiciar su posición real, pero era uno y sólo uno, "el que ama mi alma", como leímos recién. Nosotros también como dice (1ª P. 1:25) "Éramos como ovejas sin pastor, pero ahora hemos vuelto al pastor y obispo de nuestras almas". Sin embargo, al igual que la esposa, muchas veces le dejamos fuera de nuestra puerta y parece que es allí cuándo reaccionamos y reanudamos nuestra búsqueda de él. ¿No será que el Señor prepara en su voluntad permisiva situaciones así para que aumentemos nuestra devoción por él? Algo de destacar en este v. 1, es que al comienzo la esposa, orienta mal su búsqueda ella dice: "Busqué en mi lecho" ¿Cómo lo iba a encontrar allí, si la voz de su amado provenía de afuera de su alcoba? Él le estaba diciendo: "Amada, levántate y ven, salgamos al campo", pero ella, indirectamente le respondía, no te quiero afuera, te quiero adentro, no quiero el servicio sino el descanso. Pero volvemos a repetir querido amigo/a que nos escucha. ¡Con Dios no se negocia! Ella había creado detrás de la pared que ella misma construyó un ambiente ideal para ella y mientras lo buscara allí, en sus circunstancias, nunca lo encontraría, por eso, termina el versículo 1, con una expresión de desilusión de parte de esta mujer. Ella dice: "Lo busqué y no lo halle". Amado, no sirve correr en la búsqueda loca del Señor y su bendición sin la orientación correcta de nuestra búsqueda, el apóstol Pablo dijo: "Yo de esta manera corro, no como un loco que golpea el viento" ¿Cuántas veces le hemos reprochado al Señor su ausencia porque no se manifiesta en nuestra vida, como, cuándo y dónde nosotros queremos? Debemos entender que él decide cuáles son las circunstancias que más convienen para nuestra madurez. El rey sabía que mientras la amada permaneciese dentro de la alcoba real, nunca iba a madurar. Claro, que estaría cómodamente protegida, allí no estarían los malos guardas nocturnos del capítulo 5, no estarían las zorras dañinas del capítulo 2, ni los leones y leopardos del 4:7, pero tampoco habría frutos, ni la bendición de la compañía del amado. Los frutos estaban afuera, él le dijo en 2:13: "La higuera ha echado sus higos y las vides en cierne dieron su olor" Comparemos esta escena por un momento con el pueblo de Israel en el desierto, específicamente frente a las puertas de la tierra prometida. Llegan los doce espías y diez de ellos, atemorizan al pueblo destacando la presencia de gigantes y dicen en Núm. 13:30: "No podemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros", claro que allí habría peligros, conflictos y batallas, pero también frutos, grandes frutos y una tierra que fluye leche y miel. Pero no, prefirieron el maná en el desierto sin peligros, que las uvas de Canaán, con conflictos, sí, pero con el Gran "YO SOY" a la cabeza. Dios nunca nos promete un lecho de flores en el servicio, más bien lo compara con tomar la cruz, pero tenemos la victoria asegurada hermano mío, ¡Somos más que vencedores! Ahora volvamos al 3:2 y veamos que esta mujer por fin toma una participación activa en la escena, salta de la cama y dice: "Me levantaré ahora y rodearé por la ciudad, por las calles y por las plazas, buscaré al que ama mi alma". Sin desmerecer la iniciativa de la Sulamita, tenemos que deducir que otra vez orientó mal su búsqueda. Su amado no estaba, ni en la ciudad, ni en las calles, ni en las plazas, sino en el campo del servicio. Por eso el versículo termina otra vez con la misma desilusión que la del versículo 2, ella dice: "Lo busqué y no lo halle". Podemos imaginar a esta muchacha, sentada a un lado de la calle, sosteniendo su rostro con sus manos y debatiéndose entre el descanso en la alcoba real o el servicio en el campo con su amado. Hay quienes creen que esta escena, al igual que la del capítulo 5:2 no aconteció realmente sino que fueron sueños que ella tuvo. Esta posición, parte de la necesidad de acomodar algunas interpretaciones de ellos. Particularmente, prefiero interpretar literalmente los sucesos como reales. ¿Qué sería lo que tanto le asustaba a esta mujer acerca de las viñas y del campo?, ¿Tal vez, antiguos recuerdos de malos tratos recibidos en las viñas de su familia?, lo cierto es que tenía que tomar una decisión urgente. En el (3) ella hace un íntimo intento y le pregunta a los guardas que rondan la ciudad: ¿Habéis visto al que ama mi alma? Pero no hay respuesta, sólo silencio y miradas de desprecio. Esos mismos guardas, dos capítulos más adelante, le golpearon, le hirieron y le quitaron su manto. ¿Sabe?, cuando intentamos buscar al Señor a nuestra manera y en nuestras circunstancias, cometemos el error, muchas veces, de buscar consejo en quienes están tanto o más lejos que nosotros, simplemente porque queremos que nos digan lo que nosotros queremos oír ¡cuidado! Su alcoba le atraía, sus fuerzas se agotaban, cuando un rayo de luz, corta tajantemente la escena y en ella dice (4a): "Apenas hube pasado de ellos un poco, halle luego al que ama mi alma, lo así y no lo dejé". No hay palabras de él, no hay invitación al servicio, no hay llamado, pero tampoco hay reproches, sólo se presenta en silencio ante ella y se asió, no ofrece resistencia, continua (4b) "Lo metí en casa de mi madre, en la cámara de la que me dio a luz" cuando él quería saltar por los montes, brincar por los collados, como le dijo en (2:8) pasear entre las higueras, cosechar las uvas, cazar las dañinas zorras. ¡Qué amor del Señor, cómo espera por nuestro avance hasta la madurez! Y en todo ese proceso, nunca nos deja solos, aún cuando nos equivocamos, aún cuando nos alejamos, aún cuando le forzamos a ser parte de nuestros egoístas planes. Si miramos el soneto de Cantar de los Cantares como un todo, podemos decir que básicamente, trata de la terapia paciente que el amado ejerce sobre la amada, para llevarla de su estado de inmadurez inicial, hacia una fidelidad y amor perfecto y en ese proceso debe luchar entre otras cosas con el "yo" de la Sulamita. Nuestro yo, nuestro ego, nuestro carácter o como queramos llamarlo, es uno de nuestros peores enemigos. Por eso Pablo crucificaba cada día sus planes, sus gustos y sus derechos, con tal que ese "yo" no viva más y viva "Cristo" en él. Este egocentrismo de la Sulamita, se hace claramente evidente en el (2:16) pues lo primero que ella responde, luego de escuchar el llamado es: "Mi amado es mío y yo suya", en otras palabras, ella estaba diciendo: "él es mi posesión y yo tengo derecho a hacer con él lo que yo quiera" y lo logró, claro porque él no se resistió. Pero, ¿no hubiera sido lo correcto que esta muchacha invirtiera la frase y antes de exigir sus derechos diciendo mi amado es mío, hubiera dicho: "Yo soy de mi amado y EL tiene derecho de hacer conmigo lo que él quiera, de llevarme dónde él quiera, aunque sean los campos del servicio” Claro que para llegar a esta decisión de crucificar voluntariamente el "yo" a esta mujer le faltaba recorrer aún un largo camino, cuyo final lo encontramos casi culminando el libro. Si me acompaña, lo podemos leer juntos en (7:10) "yo soy de mi amado y conmigo tiene su contentamiento" ¿Se contenta Dios con su vida, estimado hermano? Recuerde la experiencia de Israel en el desierto, un pueblo bendecido por Dios y sin embargo, escuchamos de parte de Dios el duro epíteto de (1ª Cor. 10:5) "De la mayoría de ellos, no me agradé". Terminamos nuestro párrafo de hoy, (3:5) y cómo no es de sorprenderse, comienza con las mismas palabras que fue protagonista en los cinco versículos "yo; yo" Querido hermano y amigo, hay una verdad que lamentablemente no es enseñada por la mayoría de los maestros cristianos y que es la que menciona el apóstol Pablo en (Rom. 6:6) “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”  que en la cruz del calvario no murió Cristo sólo ¡También murió usted y yo mi querido amigo! Y debemos vivir cada día creyendo esto por la fe, que "Con Cristo estoy juntamente crucificado", verá como su lucha contra el pecado se le torna más llevadera y no se confunda con la presencia de bendiciones o si el Señor a veces le acompaña en su empresa egocéntrica, pensando que eso es sinónimo de aprobación divina. Nuestro Señor es tan paciente que prefiere estar a nuestro lado para corregirnos y motivarnos a madurar, que abandonarnos a una condenada y solitaria inmadurez crónica. Por lo tanto: "Si oyereis hoy su voz no endurezcáis vuestros corazones". ¡Que el Señor le acompañe!
CANTARES (7)
Bienvenido a un nuevo comentario de este cautivante libro de Cantares, escrito por Salomón, que tantos tesoros escondidos tiene para nosotros. Pero antes de continuar con el capítulo 3 hagamos un breve repaso objetivo desde el comienzo. Luego de dar un breve testimonio de su vida y presentarse ante nosotros, esta campesina amada, manifiesta sus temores sobre el porvenir, él la anima y motiva a continuar a su lado y termina el capítulo con una comunión interrumpida que va hasta el 2:7, esta comunión se interrumpe por el rechazo de la Sulamita al llamado de él, ella comienza en el capítulo 3 arrepentida por haberle rechazado y buscándolo, sí, pero a su manera y (4) nos presenta al rey que en silencio y con paciencia la acompaña, aunque su voluntad no era esa. Así dejamos a esta mujer todavía inmadura, junto a un amoroso rey. (3:6) que ahora nos convoca, nos pinta una escena que va hasta el final del capítulo lleno de colores, movimiento y danzas. Comienza (6) con una pregunta que se repetirá textualmente luego, diez versículos antes de que termine el libro. La pregunta es: ¿Quién es esta que sube del desierto? La respuesta aquí es: la carroza real de Salomón, pero en la otra es: la amada recostada sobre su amado. Aquí vemos a Salomón mismo en su carruaje real, rodeado de un harén de doncellas y custodiado por una guardia formada por 60 valientes. No sabemos con qué amorosas palabras, el rey habló al corazón de ella para exhortarla a crucificar el yo renunciando a sus derechos, pero lo cierto es que ahora él iba a desplegar ante ella, todo su poder, todo su honor y toda su gloria, no se presenta aquí al Señor como el tierno amigo, sino como el soberano rey, dice (9) "El rey Salomón se hizo una carroza con madera del Líbano, hizo sus columnas de plata, su respaldo de oro y su asiento de grana". El mismo amoroso pastor y tierno amante, es a la vez el Rey de gloria y puede cautivar tanto con palabras tiernas que con caricias al alma o con demostraciones como ésta de poder y esplendor. Es que a veces nuestras almas inseguras, necesitan ver la gloria del rey, esta visión de la gloria de Jehová, fue la antesala del profeta Isaías para luego poder decir: "Heme aquí, envíame a mí". Moisés aquel varón de Dios dijo (Éx. 33:18) "Te ruego que me muestres tu gloria" y el monte de Sinaí fue iluminado por la presencia misma de Dios. ¿No fue la gloria de Dios lo que impacto a Pedro, Jacobo y Juan en el monte de la transfiguración o la que cegó a Pablo camino a Damasco?: Muchas veces perdemos de vista el concepto del señorío de Jesús en nuestras vidas y lo relegamos a un mero compañero, hermano mayor, consejero. Sí, el Señor es eso y mucho más, pero también es nuestro rey y Señor y en la medida en que no estemos dispuestos a reconocer su señorío, estamos en grave peligro, sumidos en la inactividad y lo que es peor, tal vez tributando nuestra honra a otros señores. Encontramos otro llamado en el (11) "Salid oh doncellas de Jerusalén y ved al rey", ¿Escucha usted también este llamado hermano mío? ¿Acude cuando el rey llama para alistarse en sus filas? ¿O le gusta pensar sólo en el amado pastor del salmo 23?, yo soy su ovejita, nada me faltará. Hasta estoy seguro que se sabe de memoria este salmo. Ahora le voy a hacer una pregunta: ¿cómo comienza el salmo 24? Seguro que no lo sabe, ¿lo leemos juntos?, "De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en el habitan". No es ni más ni menos, que una reafirmación de soberanía de parte de Dios. Por eso dice el versículo 7 y 9 del mismo salmo: "Alzad oh puertas vuestras cabezas y entrara el rey de gloria", ¿el qué?, Sí, el rey de gloria. Pero seamos sinceros, nos gusta más el Salmo 23.1, que el 24:1, ¿verdad?, Nos gusta pensar en el pastor que en lugares de delicados pastos nos hace descansar y no en el dueño del rebaño que cuando lo desea me pueda esquilar. Mis derechos primero, que no me falte el pasto y el agüita ¿eh? y ¿los derechos míos? Dice el Señor, si yo digo: ¡Salid oh doncellas! Todos deben estar ahora mismo formando fila, pero. Tú no estás. Querido hermano hermana que está escuchando: ¿es Cristo el Salvador de su vida?, ahora escuche: ¿es Cristo el rey en su vida?, si la primera respuesta es sí, pero la segunda es no, permítame decirle que se está perdiendo una parte importante de su vida cristiana que es el disfrute de las bendiciones que vienen por la obediencia. Escuchemos la voz del reclamo del Señor que exige sus derechos. A veces pensamos que como estamos bien y no hace tanta falta alistarse al servicio del rey, cada vez que él llame. Para eso están los misioneros, los pastores y ancianos, yo mejor me quedo aquí observando desde la ventana de mi comodidad, cuando otros acuden al frente de batalla. La Iglesia en Laodicea también pensaba igual, ella dijo: Yo soy rica y me he enriquecido y de ninguna cosa tengo necesidad. Pero la radiografía que el Señor le saca, muestra otra realidad muy lamentable, él le dice: No sabes que eres un desventurado, miserable, ciego, desnudo. Esta Iglesia había llegado a este estado, justamente por defender sus derechos. La palabra: Laodicea significa: "Los derechos de la gente" y ante esta negativa a subordinarse bajo las órdenes del rey, el Señor reafirma sus derechos, anteponiendo el "YO" de él, ante el "yo" de ella, dice por ejemplo en (Ap. 3:15: "Yo conozco" en el 18: "Yo te aconsejo", en el 19: "Yo reprendo", en el 20: "yo estoy", en el 21: "yo he vencido". Yo, yo, yo dice el Señor, miradme a mí, buscadme a mí ¡Que gozo habrá sentido la Sulamita cuando entiende que aquella carroza real, venía en su búsqueda para hacerla reina! Sí, era para su boda, era un día de gozo para el corazón, así leemos en el (11). Claro que esto nos recuerda que un día aquel Señor que primero se nos apareció humilde y manso, como un pastor que dio su vida por sus ovejas, también otro día volverá por segunda vez, pero ya no como pastor sino como rey para la boda del Cordero. Pero ahora mismo, mi querido amigo, podemos disfrutar de su reinado en nuestras vidas. Quizá recuerde mi querido amigo aquellos tiempos cuando su amado Salvador era también el dueño y Señor de sus vidas y no había compartimiento de su ser, que él no conociera, pero ahora usted es un espectador pasivo del desfile real que cada día pasa por su vida con el rey a la cabeza. Salga de su letargo, sea protagonista de la fiesta. Es cierto que a veces hay peligro junto al rey y hasta batallas, pero él y una hueste celestial, nos defiende y protege. Dice Cantares 3:7-8: "He aquí es la carroza de Salomón, sesenta valientes la rodean, de los fuertes de Israel, todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra, cada uno su espada sobre su muslo, por los temores de la noche". ¿Qué le parece?, no hay que temer sino obedecer, pues mayor es el que está en nosotros que el que está contra nosotros. Además, hay coronas esperando para los vencedores. Termina el versículo 11 mencionando que el rey estaba con una corona en la mano, ¿Para quién será? ¿Para él, para la reina, para usted, para mí? Sí, oh Rey quiero la corona. Muy bien, dice él, alístate en mis filas, únete al desfile, súbete a la carroza. ¡Hoy es un día de gozo para mi corazón!... ¿Lo hará?
CANTARES (8)
Bienvenido, a un nuevo estudio sobre el Libro de Cantar de los Cantares de Salomón. Si usted no escuchó sobre la introducción que mencionamos de este libro, vale recalcar nuevamente, que son variadas las interpretaciones que distintos autores le dan, pero básicamente se dividen en dos opiniones. La una, sólo incluye dos personajes principales dentro de este romance: Salomón y la Sulamita, este Salomón a veces se presenta como un esplendoroso rey y a veces como un tierno pastor, que aunque no fuera el oficio de Salomón, no podemos ignorar que era hijo de pastor, además la Biblia registra en 1º Reyes 4, su apego por la botánica y lo relacionado al ambiente pastoril. Los 8 capítulos son sucesos no cronológicos dónde se hace manifiesto el énfasis del esposo en cautivar y hacer madurar el carácter de la esposa a través de distintos medios incluyendo también la disciplina. Así se narran las delicias del amor conyugal y las distintas experiencias que vive cualquier pareja que se compromete en una relación a largo plazo. La otra comprensión muy generalizada de este libro, es la que arguye que esta campesina tenía su verdadero amor con un joven pastor que vivía en su comarca, es allí cuando Salomón la conoce y enamorado la lleva al palacio, pero el corazón de esta muchacha le pertenece a su joven pastor, así que son vanos los intentos del rey por conquistarla, hasta que al final, desiste en su empresa y la deja salir a su antigua campiña, con el amor de su vida. Después de leer varios comentarios sobre Cantar de los Cantares, me inclino por la primera posición que también es defendida por autores como: Scofield, Ryrie, Moody, Ironside, Taylor, Thompson y otros y donde perfectamente encaja el tipo de Cristo, que fue a la vez pastor y rey y su esposa la Iglesia. Pero continuemos ahora sí. Donde dejamos el estudio anterior y vamos a nuevos estudios en este día. Veamos juntos por favor, (4:1) Allí leemos: "He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tu eres hermosa". ¿No suena raro como un elogio romántico, decirle a quien amamos: amiga mía? Sin embargo, para su asombro, 8 veces Salomón le llama amiga, compañera. Creo que uno de los ingredientes esenciales para un matrimonio feliz es la amistad en la pareja. Aparentemente, este capítulo esta narrando los momentos posteriores a la boda, cuando los esposos comienzan a compartir su vida solos como matrimonio y es de destacar que lo primero que él le dice a ella es, si vamos a compartir nuestro tiempo de por vida quiero que seamos amigos. Conozco esposos que viven hace años en matrimonio, hasta han traído hijos al mundo como fruto de esa unión, pero son dos extraños conocidos bajo un mismo techo, nada más. ¿En qué aspecto puedo ser amigo de mi cónyuge? Básicamente en el tiempo invertido en la comunicación, si hay algo que caracteriza a dos amigos, es que se los ve juntos conversando en varios momentos del día. Vivimos en el siglo de la comunicación, medios masivos de comunicación, teléfonos celulares con comunicación satelital, correo electrónico, etc., pero en las relaciones interpersonales de un padre a un hijo, una hija a su madre o un esposo a su mujer, creo que en vez de avanzar se ha retrocedido abruptamente y de ahí las familias divididas, la independencia del adolescente, los divorcios, etc. No se invierte tiempo en conversar. El esposo llega al hogar cansado del trabajo, luego de un frío y rutinario saludo a su mujer, se sumerge en las páginas del periódico, se mimetiza con la TV. hasta el final de la programación y luego, como un autómata se dirige a su cama donde encuentra a su mujer compenetrada con la lectura de un libro. Hasta que ambos se quedan dormidos con un tenue "Hasta mañana" ignorando que su hijo que acaba de regresar del colegio, los necesita para hablar, porque ese día fumó su primer cigarrillo de marihuana. Y así otro día y otro y otro y se va la vida y ¿dónde quedó mi amiga de la juventud? Y ¿dónde quedó aquel romántico galanteo de mi compañero?, ¿porqué no pasamos largas horas hablando de temas a veces hasta vanos, como lo hacíamos cuando novios? En la pareja, luego de prometerse mutuamente amor incondicional, cuando pasa el primer año rosado se puede caer en el peligro de descuidar el trato cortés y amable y las expresiones de amor total, piensa uno de los cónyuges, el otro sabe que lo amo, sí, mi querido hermano, puede ser que el otro sepa que lo ama pero necesita que se lo diga. Hablen, pasen tiempo juntos, y no sólo en la mesa o en la cama, salgan a caminar, rían juntos, regale una flor... ¡sean amigos otra vez! Este aspecto de la comunión como ingrediente fundamental para la amistad dentro del matrimonio, es francamente reafirmado en este romance de Cantares, por ejemplo en 2:8 ella dice: "la voz de mi amado" y ¡Cómo la conocía! En el versículo 10 dice: "mi amado hablo y me dijo", en el 14 ahora es el esposo el que anima a la comunión y le dice: "hazme oír tu voz porque dulce es la voz tuya", en 5:2 ella dice: "es la voz de mi amado que llama", en el 16 ella dice que "su paladar es dulcísimo", en 8:13 él le dice: "oh tu que habitas en los huertos, los compañeros escuchan tu voz, ¡házmela oír! ¿Quiere más? 4:13 "tú habla hermosa", dice él sus labios como lirio que destilan mirra fragante, dice ella. Creo que no nos equivocamos si decimos que la comunicación en la pareja, el trato romántico, el cortejo verbal, es una de las grandes lecciones que nos deja este libro y que fue uno de los pilares sobre el cual se cimentó este matrimonio y que si no lo tomamos en cuenta, corremos el peligro de que nuestras filas, naufraguen en el mar de la desorientación. El mismo Salomón dijo en Prov. 16:24: "Panal de miel son los dichos suaves, suavidad al alma y medicina para los dichos suaves, suavidad al alma y medicina para los huesos". Tal vez tendría a la Sulamita en mente cuando escribiendo sobre la mujer virtuosa, destaca en Prov. 31:26: "abre su boca con sabiduría y la ley de clemencia está en su boca". Lamentablemente, en muchas parejas hoy en día, en lugar de cosechar bendiciones edificantes por la práctica de la comunicación, sólo cosechan heridas mortales cual mordedura de serpientes. Dice Sal. 140:3: "aguzaron su lengua como la serpiente, veneno de áspid hay debajo de sus labios". Muchas veces decimos palabras sin medir los resultados cuando hablamos con nuestro cónyuge y nos olvidamos que hay palabras cuyo golpe son como golpe de espada. La amistad fue la propuesta de Salomón para su reina. En su condición real, no tenía porque hacerse amigo de ella ni comunicarle nada, era costumbre de los reyes orientales, hacer uso arbitrario de sus esposas sin consulta alguna. Recordarán la experiencia de Esther con el rey Asuero, donde la sola entrada ante su presencia sin ser llamada, podía costarle la muerte, pero Salomón no quiso que sea su sierva, sino su amiga. Sí, ya sé, usted está pensando en lo mismo que yo, en las palabras del Señor en Juan 15:15: "Ya no os llamare siervos porque el siervo no sabe lo que hace su señor, mas os he llamado amigos", pero también, "Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando”. Ahora bien, hay otro adjetivo extraño a un romance usado por Salomón en este libro y está en el (9) allí leemos: "prendiste mi corazón hermana, esposa mía" y nuevamente en 12: "huerto cerrado eres hermana, esposa mía" y cuatro versículos después: "yo vine a mi huerto hermana, esposa mía" .¿Hermana a su mujer ?. Si bien esto no es común en nuestra cultura occidental, en aquellos tiempos era una demostración de tierno afecto y confianza. La palabra hebrea aquí es: "Ahot" y denota la pureza del amor. Nadie dudaría del amor puro de una joven que camina tomada de la mano de su hermano, justamente por eso, porque son hermanos. Por eso la Sulamita dice en el 8:1 !Oh si tú fueras como un hermano mío que mamó los pechos de mi madre, entonces hallándote fuera te besaría y no me menospreciarían! ¿Es así de puro el amor que tengo por mi cónyuge?, ¿es total la confianza que ella tiene en mí, como la confianza de un hermano? Cuando en la pareja se ha perdido la confianza mutua, el barco está en peligro, en (8:6) que por no aclarar quién es el locutor se puede aplicar a ambos, dice: "ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca en tu brazo". Mucho más allá del anillo que cada cónyuge tiene en su dedo, la marca de la fidelidad mutua y la confianza recíproca, se lleva en el corazón. Es una unión ante Dios que no debemos separar, cuidemos nuestra actitudes hacia otros del sexo opuesto si somos casados para que el amor matrimonial permanezca puro y confiable como el de dos hermanos. Y qué paradójico, que también Cristo, nuestro esposo y amigo nos llame hermanos, como dijo en (Mat. 12:50) "Porque todo aquel que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos, ese es mi hermano". Quiero dejarlo con una pregunta en mente: ¿permanece puro e inalterable su amor por el Señor?, recuerde las palabras del apóstol Pablo en Ef. 6:24, "La gracia sea con todos los que aman a nuestro señor Jesucristo, con amor inalterable". Amén.
CANTARES (9)
Que bueno que podamos seguir juntos recorriendo los manjares que hay escondidos en este libro y pensar que tantas veces lo pasó por alto. Debemos acostumbrarnos y animarnos a estudiar toda la escritura que es inspirada por Dios y útil para corregirnos. Quisiera que hoy terminemos el capítulo 4 de Cantares, que en realidad debería terminar en el capítulo 5:1 por la temática que trata, (12) "Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía, fuente cerrada, fuente sellada". Está claro que el rey la veía a ella como su posesión exclusiva, ¿pero? ¿Ella se sentía realmente posesión de él?, Lo sabremos si leemos el final del versículo 16 en labios de la Sulamita: "Venga mi amado a su huerto y coma de su dulce fruta". ¡Claro que ella se sentía posesión de él! Y es más, estaba segura y confiada en él. Casi todos los comentaristas concuerdan en que estos versículos de una manera simbólica narran el momento culminante en el amor de estos dos jóvenes que es precisamente la noche de bodas, allí él la prepara con palabras que son caricias a su alma, le expresa la satisfacción que él siente en ella, aún antes de haberla tocado, como le dice en el (13) "tus renuevos son paraíso", él se sentía elevado a un mundo paradisíaco al saber que tenía frente suyo a una hermosa mujer que se había guardado como una fuente cerrada, sólo para él y para ese momento. Toda esta terapia previa da resultado y la esposa está lista para aceptar físicamente a su esposo y ella le dice en el (16): "levántate aquilón y ven austro (que eran vientos fríos y cálidos), soplad en mi huerto y despréndanse sus suaves aromas, venga mi amado a su huerto y coma de su dulce fruta". !Qué diferencia con el concepto que hoy en día se propaga de que el hombre es dueño del cuerpo de su esposa y puede usar (o podríamos decir abusar) de ella cuando quiera sin detenerse en todo ese cortejo previo o juego amoroso tan necesario para ella. Recuerde esto querido esposo que me está escuchando: "Comience con las caricias al alma y luego siga con las caricias físicas en lugar de exigirle a su esposa que responda a sus pretensiones sin previo aviso. En el cuarto estudio, que dimos sobre este libro, vimos la importancia que la mujer debía darle a la preparación de su cuerpo y del ambiente para el tiempo íntimo compartido con su esposo, pero ahora la exhortación es para el hombre así todos mis oyentes de ambos sexos quedan contentos. Varones tratemos a nuestras mujeres como vaso más frágil dice 1ª P. 3:7, no seamos ásperos con ellas, dice Col. 3:19 y especialmente, demostremos dulzura, comprensión y paciencia. No dejemos que el egoísmo sea el tercer protagonista en el lecho amoroso. Debemos estar seguros que la satisfacción sea compartida y eso debe ser una pregunta casi cotidiana luego de una relación íntima con su esposa. Hablen juntos del tema sin reservas antes, durante y después del tiempo pasado, juntos. Si usted está a punto de cambiar la idea de este mensaje es porque no le importa, sino sólo su propia satisfacción, por eso decíamos en el estudio anterior que es tan importante la comunicación entre la pareja. Notemos también en nuestro pasaje que no sólo se destaca la importancia del romance o cortejo previo, sino que también los esposos toman un tiempo posterior al mismo y que está narrado por Salomón en el (5:1ss) ya nos hemos referido al detalle de los tres productos de una relación íntima. Muchos profesionales concuerdan que el momento de mayor disfrute es el posterior al tiempo compartido juntos, cuando ella tiernamente se recuesta sobre el pecho de su esposo y él en su actitud de agradecimiento y satisfacción, acaricia suavemente el cabello. Pero lamentablemente en muchas parejas no pasaron algunos minutos cuando el sueño es el que cierra el telón final. Mire como describe y aún disfruta de este momento posterior, el rey en el (1) lo leemos nuevamente para aquellos que quizás no nos acompañaron en el estudio número 4, el le dice así: "Yo vine a mi huerto o hermana, esposa mía, he recogido mis mirras y mis aromas, he comido mi panal y mi miel, mi vino y mi leche he bebido" ¿no es hermoso el recuerdo que les ha quedado de ese momento?, hubo disfrute pleno, hubo satisfacción mutua. Eso es amor. El amor que Dios tuvo en mente cuando inventó el sexo para Adán y Eva. Hoy día esto se ha degradado y se sigue envileciendo cada vez más. No hay respeto por el otro, no hay confianza en el otro, son pocas las muchachas que, como esta joven de cantar de los cantares, pueden llegar a su noche de bodas como llegó ella, como un huerto cerrado, como una fuente sellada. Son pocos los esposos amables con sus esposas en el trato, son pocos los lechos conyugales que pueden caber dentro del catálogo del capítulo 1:16 y decir: "nuestro lecho es de flores". La didáctica impartida a nuestro hijos respecto a este tema debe ser dada a temprana edad y la mejor clase para esto es que ellos puedan percibir en sus padres un respeto mutuo, un trato amable y algunas demostraciones físicas de ese amor como besos y abrazos de los cuales ellos puedan ser espectadores sin interrumpir, claro está, en los momentos íntimos de los padres. Lamentablemente hoy muchos de nuestros hijos, aprenden lo relacionado al sexo en la calle o en la casa a través de la TV. Lo aprenden de una manera deformada y luego traerán sus cosechas porque él que siembra para la carne de la carne cegará corrupción. Me gusta el libro de Cantares porque todo él ensalza las delicias del amor conyugal en todas sus facetas, es una bofetada en la cara a toda esa basura que hoy en día el mundo llama amor. Querido amigo o amiga, la Biblia no condena el sexo, lo alaba, siempre y cuando esté practicado dentro del matrimonio y de la forma que él lo planeó. Leamos el final del capítulo 5:1 como si Dios nos dijera refiriéndose a la plena satisfacción y disfrute de dos esposos en feliz comunión: "comed amigos, bebed en abundancia" y si hay algo que deba hablar con su esposa, hágalo ahora, ¡No se arrepentirá! Es de notar que en el (4:16) ella se siente segura en su relación sobre él, pero no pasaron más de 10 versículos y en una posición cómoda ella niega el llamado de él. Eso lo veremos en detalles más adelante en el próximo estudio, pero cabe advertir, porque la Biblia también lo hace, que el que dice estar firme mire que no caiga. Y si lo aplicamos al matrimonio del que estamos hablando, el matrimonio que se sienta firme mire que no se caiga. La tarea de supervisión y limpieza, como vimos en el capítulo 3, es una tarea compartida: "casemos juntos las zorras" dice el esposo. Dos cosas facilitan esta labor cultural del matrimonio, la comunicación y el culto familiar !Cómo se ha descuidado esto hoy en día! Vivimos los padres en un ritmo tan acelerado que no hay tiempo para sentarse a la mesa con nuestros hijos y nuestra esposa y abrir francamente la Biblia. Todos los grandes hombres de Dios recuerdan con agradecimiento a sus padres y el tiempo impartidos en ellos cuando eran niños. Las historias que escucharon y los versículos que aprendieron de memoria fueron la materia prima con la que posteriormente edificaron sus sermones y ministerios. Querido padre o madre cristianos invierta tiempo en sus hijos, ellos se lo agradecerán, de esta manera y solo así podremos estar seguros sobre el futuro de nuestra familia y de nuestra pareja porque la sostiene no nuestras fuerzas sino la celestial.
CANTARES (10)
Les invito a que sigamos viendo juntos hermosas enseñanzas sobre la vida matrimonial y también sobre la relación "Cristo Iglesia", que encontramos en este cautivante libro de Cantar de los Cantares del rey Salomón. En el (5:2ss) comienza una escena que claramente deja ver los problemas normales que surgen en toda relación a largo plazo como por ejemplo el matrimonio, pero que, no por ser normales deben ser desatendidas en la pareja. La esposa se encuentra aquí en su lecho disfrutando de su alcoba real. Ustedes recordarán que en el pasaje anterior, se nos narró sobre el disfrute cosechado en la noche de bodas como fruto de haber sabido esperar. Tal vez el tiempo ya había pasado y esta pareja estaba perdiendo el atractivo de los primeros años del matrimonio y leemos así departe de la esposa: "Yo dormía pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama: ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía". Al margen de sí, ésta experiencia de la Sulamita es un sueño o no, lo rescatable es que existe en este pasaje una clara separación. Así como algunos estudios atrás mencionamos la existencia de una pared dividiéndoles, ahora es una puerta la que interrumpe la feliz comunión que venían disfrutando desde el capitulo anterior.
Es de esperar, en el matrimonio situaciones como las que vamos a ver ahora y no debe asustarnos la presencia de obstáculos sino, alentarnos a combatirlos juntos con una actitud enérgica como fue la propuesta sabia de Salomón en el (2:15) al decirle a su esposa: "Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas que echan a perder nuestras viñas". Notemos lo compartido en este trato del problema. Notemos, también que había transcurrido tiempo desde que el esposo comenzó a llamar pues dice él que su cabeza se llenó del rocío de la noche, para que la cabeza de él llegue a gotear por la acumulación de rocío, es que ella lo tenía hace bastante tiempo afuera. Y antes de continuar quiero insertar en Ud. Mi querido amigo, amiga que me escucha, un versículo relacionado a esto que ya mencionamos con anterioridad y que nos va a servir de nexo entre lo que estamos leyendo aquí y lo que nos pasa muchas veces en nuestra relación con Jesús, y es el conocido pasaje de Ap. 3:20, que dice: "He aquí yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, yo entraré a él y cenaré con él y el conmigo". Tal vez aún había dudas en esta mujer sobre la total aceptación de parte del rey. No se olvide que ella había sido encontrada sacada de un ambiente humilde, ella pertenecía a la clase baja de Jerusalén. El rey la conoció maltratada por el sol y sus hermanos, trabajando para una de las viñas que según nos dice el 8:11-12, Salomón había dado en arriendo. Tratemos de imaginar a esta muchacha morena, sencilla, sin muchos conocimientos, en medio de un aren real de hermosas doncellas. Los miedos, los prejuicios, los complejos de inferioridad y cuantas cosas más pasarían por esa cabeza. Pero quizás el motivo de la tardanza e indiferencia fue la excesiva comodidad que disfrutaba, no tenía tantas ganas de ser atraída hacia el cómo al principio en el 1:4. Ahora se podía dar el lujo de esperar. Y le dice en el 5:3, como respuesta al apremiante llamado: "Me he desnudado de mi ropa ¿cómo me he de vestir?, he lavado mis pies ¿cómo los he de ensuciar?” Aunque algunos autores ven aquí egoísmo por parte de ambos y extraen así una enseñanza práctica para los desacuerdos conyugales, (cosa que no me parece fuera de contexto), prefiero resguardar la tipología de Salomón como Cristo y aplicar aquí, esta escena, a nuestra vida real en cuanto a la indiferencia que muchas veces tenemos a nuestro Señor y su llamado. Ese llamado paciente y persistente que el Señor aplica mansamente sobre nosotros, muchas veces se ve ahogado y postergado, y muchas veces es porque estamos tan entretenidos con el disfrute de sus bendiciones que no tenemos deseo de atender sus requerimientos que, como amo de nuestras vidas tiene sobre nosotros. Pero es cautivante ver los esfuerzos que el esposo realiza para captar la atención de su amada. Dice ella en el (4) "Mi amado metió su mano por la ventanilla y mi corazón se conmovió dentro de mí". Una cosa era para ella oír su voz, otra muy distinta era ver parte de su cuerpo, sus entrañas se estremecieron dentro de ella dice al final del versículo. Creo que no es novedad para ninguno de nosotros que hemos entregado nuestras vidas al fiel creador, el coincidir en el hecho de que han sido varias las veces que, ante nuestros reiterados rechazos, el Señor se ha encargado de hablarnos vez tras vez, quebrantar nuestro duro corazón de piedra, endurecido por el paso de tanto tiempo sin comunión con su palabra que como martillo golpea y golpea hasta cautivarnos.
Pero hay momentos en que el Señor nos deja solos por un tiempo para que aprendamos las consecuencias de abusar de su paciencia. Así le pasó a ésta mujer en el (6) "Abrí yo a mi amado, pero mi amado se había ido, había ya pasado". Claro, cómo no se iba a ir si esta mujer se tomó tiempo para perfumarse, pues dice el (5)"Mis manos gotearon mirra que corría por las manecillas del cerrojo." Bueno en un aspecto es loable el hecho de que ella se preparara elegantemente para recibirle, destacamos ese detalle que deben tener las mujeres en el estudio Nº 4 pero eso debía haberlo hecho antes, ahora ya era tarde. ¡Oh que hermosa la didáctica que el maestro aplica sobre nosotros para moldearnos a su imagen! Cuán lamentables son los momentos que perdemos de estar con él por entretenernos en otras cosas pasajeras. Experiencia similar vivimos cada día en que lo comenzamos postergando su llamado a la comunión temprana, ya sea porque nos quedamos dormidos o porque hemos permitido que lo urgente, que muchas veces golpea temprano la puerta de nuestro cuarto, reemplace a lo importante que siempre está esperando pacientemente.
Es entonces cuando tratamos de adormecer nuestras conciencias diciendo: luego lo haré, prometo que durante el día oraré, y ese momento no llega nunca. Decimos entonces: en la cama antes de dormir, y el próximo día nos sorprende con la Biblia abierta sobre el pecho. ¡Nos quedamos dormidos otra vez! Su llamado pasó. En el capítulo 3 que ya estudiamos, el rechazo al llamado no fue por pereza. Su respuesta fue inmediata, pero recordarán que ella orientó mal su búsqueda. Aquí le busca a él, sí, pero tarde. Seguimos leyendo: "Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, me golpearon, me hirieron; me quitaron mi manto de encima, los guarda de los muros". ¡Qué lamentable que es la consecuencia de un andar separado del Señor! ¿Recuerdan la advertencia del Señor a aquellos que como pámpanos inútiles se independizaban de Él? Él les dijo en (Juan 15:6) "El que en mi no permanece, será echado fuera como pámpano y se secará, (haciendo alusión a la disciplina del padre); pero continúa: y los recogen, y los echan en el fuego y arden" en esta última sentencia, no dice el evangelista que sea el padre labrador el que hecha al fuego a sus pámpanos, ni tampoco dice que ese fuego represente el infierno, ya que una vez fueron pámpanos con frutos, creyentes; pero si es cierto que el mundo recoge el testimonio ensuciado de un cristiano carnal, lo pisotea, y lo arroja en el fuego de la vergüenza y el desprecio como le ocurrió a Lot cuando se quiso poner firme y exhortó a los de Sodoma, le hicieron gran violencia.
Así dejamos a esta esposa terminando nuestro estudio: "enferma de amor", dice el final del (8) ¿Está Ud. mi querido amigo padeciendo este mal? Ahora mismo tome una actitud enérgica antes que sea demasiado tarde, levántese de su letargo, olvide la urgencia de la vida, corra hacia Él como lo hacía antes y abra la puerta, le aseguro que antes de que usted se dé cuenta, el Señor lo transportará a su regazo para amarlo. Esa fue la experiencia de la Sulamita si nos adelantamos al final de ésta crisis y leemos en el (6:12) "Antes que lo supiera, mi alma me puso entre los carros de Aminadad" (que eran de la guardia real). Medite sobre el nivel de su comunión, y lo desafío a que ahora mismo eleve una oración de reconciliación a su amado Señor, y luego de hacerla, tome la alarma de su reloj, ajústelo a una hora temprana y póngalo lejos de su cama para que en el trayecto que recorre para volverse a dormir mañana, tenga tiempo de reflexionar y escuchar la voz del Señor en Cantares 2:14. Léalo usted solo y medite. ¡Qué Dios le bendiga!
CANTARES (11)
Es un gozo poder compartir nuevamente las escrituras, juntos. Acompáñeme, por favor, en el libro de Cantares 5:9 y veamos la pregunta que le hacen a la Sulamita, que si Ud. recuerda estaba en búsqueda de su esposo al que había rechazado momentos atrás. Así leemos: "¿qué es tu amado más que otro amado, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿Qué es tu amado más que otro amado que así nos conjuras?". Es increíble que a ésta altura de los acontecimientos todavía había mujeres en Jerusalén que no conocían la identidad de la Sulamita, que no supieran que ella era la esposa del rey. Y parece increíble que también en la experiencia de muchos cristianos de años, aún hay vecinos y compañeros de trabajo que no saben que es creyente. Es exactamente el mismo caso. Creo firmemente que si tenemos que definir a la iglesia del Señor en los últimos tiempos, tendríamos que decir que es una: "entidad sin identidad", se ha perdido la identificación como cristianos en el mundo y nadie se da cuenta que eres cristiano. Como le pasó a ésta mujer. Es que cuando perdemos nuestra intimidad con el Señor, perdemos nuestra identidad con el mundo. Pero, a pesar de su falta de identidad, ella contesta a las preguntas de las mujeres y le da una detallada descripción de su amado. Es que ella le conocía bien, habían compartido tiempo juntos; pero ese conocimiento había llegado a ser meramente intelectual a tal punto que no había transformado su vida a la imagen de su amado como para desear lo que él deseaba, el servicio en los campos como lo vimos en el 2:10 y como lo vemos ahora en el 5:2, un llamado a la comunión.
Querido amigo, si el conocimiento que Ud. tiene del Señor y su palabra no está transformando su vida, algo no anda bien. He aprendido a lo largo de mi carrera cristiana que no es una pauta ciega de madurez, el ser muy elocuente en la exposición de las escrituras. De nada sirve tener un conocimiento meramente intelectual de la Biblia o de aún del Señor. Pero igual veamos algunas nutritivas enseñanzas que sacamos de esta descripción del Amado. En el (10) ella dice que él es: "Destacado entre diez mil". 1ª de Cor. 8:5 dice que aunque haya muchos señores en la tierra, para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios. ¡Cuántas cosas compiten hoy en día con el lugar que Dios merece tener en nuestras vidas! También el versículo 15 al final destaca su carácter único, dice que entre los cedros del Líbano él era uno escogido. La vida son constantes elecciones y no hay mejor elección que la que tuvo María de Betania al sentarse a escuchar a su Señor: "el dijo, ella ha escogido la mejor parte". La tentadora declaración que ella da de él en el (16) debería cautivarnos a nosotros también mis queridos hermanos, así leemos: "Su paladar dulcísimo y todo el codiciable tal es mi amado, tal es mi amigo". ¡Todo el codiciable, con razón te ama! Dice ella al final de capitulo 1:4. Notó la última frase, "tal es mi amigo”  ¿sabe? Si no ha cultivado aún una amistad con el Señor, es muy probable que Ud. no le conozca cómo debe ser conocido, y es muy probable que su vida no esté siendo atrayente para otros. Que haya perdido su "identidad cristiana". Fue tal la descripción que ella hizo de él, que comienza el capitulo 6 con una pregunta de las mismas doncellas, ellas dicen: "¿A dónde se ha ido tu amado, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿A dónde se ha ido tu amado y lo buscaremos contigo?".
Está claro que la intención del esposo aquí no era la de llevarla al servicio, a las vides, a la cosecha como en el llamado anterior sino mas bien a un lugar aparte para la comunión y meditación. Dice el (2) que él estaba esperándola en un lugar tranquilo, para apacentarle como en un huerto de lirios, así leemos en el 6:2-3. El Señor Jesús, tenía ésta práctica con sus discípulos. (Mar. 6:31) "El les dijo: venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco". Es que estamos tan ocupados que rechazamos su llamado y nos olvidamos que él nos está esperando aparte para hablarnos a nuestro corazón. (Os. 2:14) refiriéndose Jehová a su Israel adúltera "La llevaré al desierto y hablaré a su corazón". En el Sal. 23 David deseaba este tiempo tan especial con su pastor y dijo: "En lugares de delicados pastos me hará descansar". Todos estos acontecimientos hicieron reflexionar a ésta muchacha y en el (3) ella dice algo que le costó mucho aceptar. Hace una inversión de valores y cambiando el orden de la frase del 2:16 dice: "yo soy de mi amado y mi amado es mío". Ella estaba aprendiendo que lo más importante no era que su amado fuera de ella y que ella podría hacer con él lo que quisiera, sino que ahora lo que valía era que ella le pertenecía y si él la estaba esperando para hablar, allí iría. Y fue y se encontraron, y no hubo reproches. ¡Qué padre amoroso que tenemos!, ¡que Señor tierno nos ampara!, no hubo reproche alguno, como el encuentro de Pedro en Juan.21 después de negarle tres veces, sin reproche, como el regreso del hijo pródigo al encuentro de su padre. Por eso dice el autor de hebreos: "acerquémonos pues confiadamente al trono de la gracia". Y lo primero que le dice él es lo mismo que le dijo en el otro encuentro luego de una separación similar, él le dijo: "hermosa eres tú, oh amiga mía". Sí, si nosotros fuéremos infieles el permanece fiel. Discúlpeme si soy un poco insistente en este aspecto pero les confieso que si no repasara diariamente esta verdad tocante al perdón continuo e incondicional del Señor, hace bastante tiempo que hubiera bajado los brazos. Nunca voy a olvidar la vez que un anciano amigo me dijo, una frase que pasó a ser desde aquel momento lema en mi vida, "Dios no busca siervos que nunca caigan, sino que siempre se levanten". Comienza aquí una serie de cotejos ininterrumpidos que va hasta el final del libro.
Una feliz comunión que ya nada puede estorbar. Un amor maduro que ha progresado por el trato amoroso y paciente que el amado le aplicó. Es interesante que algunas de las cosas que ella le dijo a él, ahora él se las diga a ella. Para el también ella era única. Dice él en el (8): "Sesenta son las reinas y ochenta las concubinas, y las doncellas sin número; mas una es la paloma mía la perfecta mía". ¿No es hermoso?, para el Señor puede haber miles de cristianos hablándole en oración al mismo tiempo, pero él me escucha a mí como si estuviéramos a solas los dos. También ella era deseable para él, dice el versículo 4. No olvides esto cada mañana mi querido amigo, él le desea. Termina el (9) otra declaración: "La vieron las doncellas y la llamaron bienaventurada, las reinas y las concubinas la alabaron". Pensar que fue sacada del anonimato, del maltrato familiar, del trabajo hostil. Nuestra experiencia fue igual el nos rescató de la muerte para llevarnos a Dios, nos ha sentado en lugares celestiales, nos ha hecho reyes y sacerdotes y reinaremos sobre la tierra, ¿no es hermoso? Todo esto está esperando a aquellos que por la fe alcanzan la promesa de que siempre hay oportunidad para aquella alma sumisa que confía en el perdón y la paciencia de su Señor. Este capítulo termina con una danza, la danza de Mahanaim, y ambos bailando en feliz comunión. Usted también hoy puede unirse a este disfrute y, en lugar de menospreciarle los que ven su testimonio como sucedió en el comienzo del estudio, le llamarán bienaventurada; como en el versículo 9 aquí ¡Que el Señor le bendiga!
CANTARES (12)
Parece mentira que estemos llegando casi al final de nuestro libro Cantar de los Cantares de Salomón. Creo que Dios nos está hablando directamente al corazón diciéndonos cosas importantísimas que se nos están olvidando. Hoy nos convoca el capítulo 7 y parte del ocho hasta el versículo 4. Si hacemos un breve repaso de la historia aquí narrada, que como dijimos en varias oportunidades, es comentada de distintas maneras por varios eruditos en el estudio de las Escrituras, podemos marcar las siguientes etapas de ésta relación a mi modesto entender, comenzamos con la presentación de la Sulamita y un pequeño incidente en ese amor inicial, el reencuentro por iniciativa de él y elogios mutuos, todo esto va desde el capítulo 1 hasta el 2:7. Tenemos una separación y postergación del llamado desde 2:8-17. La búsqueda de ella y post. Encuentro desde 3:1-5. ¡Fiesta de bodas! Desde 3:6-11. Noche de bodas, capitulo 4 al 5:1. Primer desacuerdo en el matrimonio y posterior solución, 5:2-8:4. Aquí nos encontramos ahora, en el disfrute de esa comunión feliz e ininterrumpida que va hasta el final del libro. El capítulo 7 comienza entonces con una alabanza a la esposa, pero es de destacar que la descripción que de ellas se hace, no es basándose en su condición natural sino que siempre se la compara en relación con el rey o a lo que ella ha recibido ahora en su condición real.
Por ejemplo el primer elogio que encontramos en el versículo 1 es: "Cuán hermosos son los pies en las sandalias ¡oh hija de príncipe!". Todos sabemos que la Sulamita no era hija de ningún príncipe, más bien era pastora de las afueras de la ciudad de Jerusalén, pero su estadía en el palacio, su cercanía al rey, y su nueva posición real le habían dado apariencia de nobleza, y más que apariencia, su misma esencia había sido cambiada, ya que le llaman: "hija" de rey. También el (5) finaliza haciendo una comparación real, dice: "el cabello de tu cabeza como la púrpura del rey". Si pensamos en nuestra propia existencia mis queridos amigos, debemos coincidir en que todo lo que somos y tenemos en nuestra vida cristiana es de él y por él y no podemos concebir que se nos cotice por ninguna otra moneda que no sea por la del cielo, no podemos pretender ser aceptados por mérito propio, ni ante Dios ni ante los hombres. Sólo somos reflejos de su gloria. Cuando el apóstol Pablo dice en romanos que estábamos destituidos de la gloria de Dios, la palabra allí no necesariamente significa alejados de la gloria sino más bien imposibilitados de reflejar su gloria. Aquella capacidad original que el hombre tenía para reflejar la gloria de Dios, fue anulada, nublada por las consecuencias del pecado, y ese espejo que Dios puso en el hombre para mostrar su gloria al mundo, fue cubierto con el negro del pecado. La sangre del Señor Jesucristo nos limpia de todo pecado, y restituye en nosotros esa facultad perdida de ser reflejo de la gloria de Dios. Qué triste que algunos cristianos olvidan esto y se pasean por la vida dando destellos de gloria humana que la Biblia llama vanagloria. El apóstol Pablo, al igual que la Sulamita, era consciente de su posición indigna y de que todo lo que tenía o hacía era por la operación de "la gracia de dios en mí", decía él. También en 2ª Cor. 3:7 leemos: "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros". Pablo aquí hace alusión al desfile triunfal que los reyes del oriente acostumbraban a hacer al entrar a su ciudad victoriosa luego de una conquista. Ellos paseaban el motín por las calles dentro de una gran tinaja de barro. Todo el pueblo miraba, no al barro, sino las joyas que había dentro. ¡Cuánto tiempo perdemos mostrando barro!, ¿No? Ahora bien, Ud. dirá: pero la alabanza de la Sulamita no era propia sino de otro, es correcto, y es allí donde vemos el progreso de la gracia en esta mujer, y aun mas, miremos lo que dice ella luego de recibir tantos elogios de parte de las doncellas de Jerusalén primero y de parte de su mismo esposo después, ella dice en el (10): "yo soy de mi amado", en otra palabras ella está diciendo todo lo hermoso que puedan ver en mí, no es por mérito mío sino de él. Ella no concibe que estando el Rey presente, se le conceda a ella alguna atención especial. Claro que había motivos sobrados para ver el progreso notable de esta muchacha que comenzó siendo un lirio entre los espinos, decía 2:2, y ahora se la compara en 7:7-8 a una palmera, una vid y un manzano. Pero eso no era motivo para ella de alimentar su ego. ¿Notó algo familiar en el 7:10 que leímos recién? Lo leemos nuevamente todo completo: "yo soy de mi amado y con migo tiene su contentamiento". Ésta frase se repite aunque con algunos juegos de palabras tres veces en todo el libro. Repasemos: primero en 2:16, allí dice ella "mi amado es mío", haciendo hincapié en los derechos de ella. La segunda vez aparece en 6:3: "yo soy de mi amado y mi amado es mío", aquí ella comienza a ceder sus derechos pero aún no quiere dejarlos totalmente y los menciona al final del versículo. Pero ahora, luego de severas pero tiernas disciplinas del amado, ella ha aprendido que lo único que importa es que yo soy suya y el tiene derecho sobre mi vida de hacer lo que le plazca, y que dicho sea de paso, eso siempre será lo mejor para mí.
Cuántas preguntas menos le haríamos a Dios si tuviéramos presentes siempre ésta verdad. También podemos ver el progreso hacia la madurez de ésta mujer en el (11) donde leemos: "ven oh amado, salgamos al campo, moremos en las aldeas". Ya no desea la alcoba real, ya no se aferra a su lecho de flores, no le importa si su casa pasa de ser una casa artesonada de ciprés a ser una tienda en el campo, no se preocupa si no tiene los costosos perfumes de mirra sino los humildes aromas del campo, todo eso lo ha estimado como pérdida por su amor a él. Ahora lo único que tiene valor para ella es estar a su lado. Ahora es ella la que lo llama a él casi con las mismas palabras que un día fue llamada y rechazó. Es ella la que lo invita a levantarse temprano para inspeccionar las viñas. Leamos juntos por favor el 7:12, "Levantémonos de mañana a las viñas, veamos si brotan las vides, si están en cierne, si han florecido los granados". Vemos entonces aquí una notable paridad de voluntades. Esa debería ser la meta de todo creyente maduro, llegar a vivir deseando todo lo que desea el Padre. Eso es lo que tenía en mente el Señor cuando dijo que en esas condiciones, todo lo que pidieres al padre yo os daré. Ella continúa hablando en el capítulo 8 y expresando sus deseos, no de extraer de él algo sino de entregar a él todo, así leemos: "Yo te llevaría, yo te besaría, yo te haría beber vino, etc.". Es que la verdadera devoción, más bien pediría que se le concediera dar y estimaría como pérdida todo aquello que no se pueda entregar por amor al Señor. Hay muchos creyentes "esponja", sólo quieren recibir y recibir, pero cuando el Señor pide, no hay tiempo para dar. No olvide mi querido hermano que me está escuchando, que la fórmula para ganar tu vida, dijo el Señor que era justamente perdiéndola en su causa, "Porque el que quiera ganar su vida la perderá, y cualquiera que pierda su vida por causa de mi, la salvará". (Mar. 8:35). Quiero terminar éste estudio que espero haya sido nutritivo para su vida, mencionando el epíteto que el mismo Señor Jesús hizo sobre Juan el Bautista en Juan 5:35 diciendo: "El era antorcha que ardía y alumbraba". Para que una antorcha sea útil, cumpla su función y de luz, debe morir poco a poco, como un sacrificio vivo. Así, dijo Jesús, fue la vida de Juan. Creo que el mismo concepto tenía en mente Jim Elliot, mártir en la selva del Ecuador, cuando escribió: El era antorcha que ardía y alumbraba, ¿soy yo inflamable?, satúrame con el aceite de tu espíritu para que sea una llama, pero una llama a menudo es transitoria, corta vida, ¿puedes soportar esto alma mía, corta vida? Mora en mi el espíritu del gran corto de días cuyo celo por la casa de Dios le consumió  ¡hazme tú combustible, fuego de Dios! Medítelo.
Conclusión: Como verás, querido amigo o amiga, la relación y no la religión es la clave para una vida cristiana llena de gozo y una experiencia personal y diaria con el autor de la vida. No descanses hasta que escales la cima de tu relación con Dios, es lo único que tendrá poder para lograr los cambios tan anhelados en ti.