miércoles, 29 de febrero de 2012

LA CAPSULA DEL DÍA:


EL DERECHO DE RAHAB ES DE DIOS
(1ª P. 1:18-19) 18sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. “Fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir” “Con la sangre preciosa de Cristo”  Rahab confió en algo sólido, mientras que las cosas a las que se aferraron todos los demás se desvanecieron. ¿En qué confió esta mujer? ¿En su moralidad? No, puesto que la Biblia dice que era ramera. ¿En su nacionalidad? No, pues era gentil, y por lo tanto excluida de la bendición de Abraham. ¿En qué confió, entonces? ¡En un cordón rojo! Qué imagen más hermosa del poder y la protección que nos da la sangre de Cristo derramada por nosotros. “Fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir (la cual recibisteis de vuestros padres) no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.” Fíjate bien que la sangre de Cristo te ha rescatado de la “vana manera de vivir”.
¿Te acuerdas cuando la iglesia no te interesaba lo más mínimo porque tu alma estaba en guerra contra Dios; el Dios que hizo posible que hubiera paz entre tú y Él?A vosotros, que erais en otro tiempo extraños y enemigos por vuestros pensamientos y por vuestras malas obras, ahora os ha reconciliado” (Col. 1:21) Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado.  ¿Cómo sucedió? “Haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (Col. 1:20) y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. Seguro que piensas: “Pero sigo sin dar la talla para Dios” Todos estamos en las mismas; pero Dios ha dado un remedio para eso: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” Dice: (1ª Jn. 1:9) Cuando las tropas de Josué vieron el cordón escarlata colgado de la ventana de Rahab, eso significaba que era aceptada por Dios. Y la sangre de Cristo hace eso mismo por ti.

martes, 28 de febrero de 2012

GRACIAS POR COMPARTIR:


APRENDA LAS ESCRITURAS AL COMPARTIRLA CON LOS DEMÁS
(Sal. 119:11) En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. ¿Alguna vez has tenido una conversación profunda con un amigo que era tan profunda que necesitas repetir de nuevo  lo que acabas de decir por que sólo así sabrás que él estaba escuchando? Eso no es sólo un método ideal para una conversación profunda con un amigo, es también una gran manera de hablar con Dios. Le podemos llamar el método parafraseando a la meditación bíblica. Es muy simple realmente. Se toma un versículo de la Biblia que usted está leyendo o estudiando, piensas en ello durante un rato, y luego reformulas y lo dices en tus propias palabras. Al final, el querer ser capaz de explicar un versículo o párrafo de la Biblia en tus propias palabras, no es suficiente para conocer la Biblia. Tenemos que entender la Biblia. (Y luego tenemos que hacer lo que dice la Biblia) Una vez que tú has leído el verso y lo explicas en sus propias palabras, escribe su paráfrasis abajo. Luego, busca en tu corazón y ve cómo ese versículo se aplica a ti. Recuerda, tú no has estudiado la Palabra de Dios hasta que la hayas escrito y aplicado a tu vida.
Luego ore la Palabra de Dios. Comprométase a aplicar lo que él te ha enseñado a través de la Biblia. La Biblia dice: “He guardado tus palabras en mi corazón para no pecar contra ti” Cuando tú aprendes la Palabra de Dios, o incluso das un paso más y la memorizas, Tú te proteges de la tentación. Jesús hizo esto en Mateo 4, cuando el diablo le estaba tentando. Jesús se enfrentó a toda tentación con las Escrituras del Antiguo Testamento en el libro de Deuteronomio. Esta proporciona una defensa ideal contra las tentaciones de Satanás. La Palabra de Dios nos protegerá, también. Este es un gran incentivo para aprender de su Palabra.

MEJORES COSAS ESTÁN POR VENIR
(2ª Tim. 1:10) pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio. ¿Alguna vez se ha preguntado cómo será cuando su cuerpo muera y usted vaya al cielo? De acuerdo a la Palabra de Dios, cuando esa hora llegue, la casa de carne y sangre en la cual usted habita, morirá, pero no sentirá nada. Usted sólo se despojará de la capa de carne, la dejará a un lado y se irá a un lugar mejor. Los creyentes que han muerto y han revivido dicen que no tuvieron ninguna sensación de pérdida. Sus mentes permanecieron intactas, e incluso tenían brazos y piernas, pero eran espíritu, no carne. Un hombre dijo que no se había dado cuenta de que no estaba en su cuerpo hasta que trató de agarrar algo pero su mano atravesó el objeto material. Él era espíritu pero sin carne. De acuerdo al apóstol Pablo, estar ausente del cuerpo es estar presente al Señor.
(2ª Cor.  5:1) Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. De manera que cuando Dios lo llame, usted abandonará su cuerpo de carne e irá a estar con Él para siempre. Esto es muy interesante. Dios ni siquiera usa la palabra “muertos” para referirse a nuestros viejos cuerpos abandonados, sino que dice que están dormidos. ¿Por qué? Porque Él sabe que así como el sueño es algo pasajero, también lo es la muerte del cuerpo. El ha determinado que un día nuestros cuerpos dormidos serán despertados y levantados en gloria, así como lo fue el cuerpo de Jesús. ¡Aleluya! Viene un día cuando no sólo nuestros espíritus tendrán victoria sobre la muerte, sino también nuestros cuerpos. La muerte no es el fin de todo para usted, sino el traslado a un lugar mejor, a la casa de nuestro Dios.
¿QUE HAY EN TU INTERIOR?
(Luc. 6:43) No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. La NVI dice: “Ningún árbol bueno da fruto malo; tampoco da buen fruto el árbol malo” El Señor Jesús fue sin lugar a dudas, el mejor de todos los maestros de la historia de la humanidad. Como era Dios tenía el conocimiento absoluto de todo. Como era hombre, entendía las cosas que distraen a las personas. Conocía a la perfección ambos mundos y por ello, aplicaba la mejor pedagogía de la eternidad. ¡Cómo no iba a impactar a todos! Si hasta sus más acérrimos enemigos tuvieron que reconocer que nadie enseñaba como Él. Entre las muchas enseñanzas que nos dejó, siempre aplicó los ejemplos o parábolas para clarificar los conceptos divinos y eternos que intentaba enseñar. ¿Cómo enseñarle el concepto de eternidad y la seguridad de las consecuencias a mediano y largo plazo a un ser humano mortal, que apenas vivía 60 o 70 años? El Gran Maestro, lo hizo con este ejemplo sencillo de la vida cotidiana. Los israelitas conocían muy bien que árboles eran comestibles y cuáles no. Y sabían que las frutas comestibles, no estaban disponibles todo el año, sino solamente en el momento justo de la maduración.
Un árbol malo entregaba frutos malos. No era culpa de los frutos, sino de la esencia del árbol. Su naturaleza invisible, se manifestaba en los resultados visibles que entregaba a través de sus frutos. De esa manera, se podía conocer el interior del árbol. De la misma manera, Cristo aplica esta verdad de la naturaleza a la vida espiritual, y nos enseña que las cosas que hacemos, decimos o pensamos son consecuencia directa de nuestro grado de espiritualidad interior. A mayor comunión con Dios, nuestros actos serán más santos. A menor comunión con Dios, nuestros actos serán menos santos. Esto todos lo sabemos, pero no le damos importancia. Vivimos cada día como si no importaran las consecuencias. Y vendemos nuestra santidad por un poco de placer momentáneo. Solo vivimos el presente y deseamos satisfacer nuestros caprichos personales. Si analizáramos nuestros frutos diarios, nos daríamos cuenta del nivel espiritual que tenemos en la vida. Y caemos en la simpleza de condenar los pecados más visibles para minimizar los nuestros más ocultos y silenciosos. Si tus frutos son el robo, la pornografía, la mentira, la envidia, los malos pensamientos, la violencia familiar, los insultos, el sarcasmo, la indiferencia, o alguna cosa semejante, tus frutos manifiestan que tu esencia no es buena. Te pregunto: ¿Qué tienes en tu interior? Tus frutos lo demostrarán.

lunes, 27 de febrero de 2012

MI CONFIANZA ESTA EN TI OH DIOS:


RAHAB EN LA BIBLIA.
(Heb. 11:31) Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz. “Por la fe Rahab la ramera no pereció” Durante los próximos días consideraremos la historia de Rahab la ramera. Vivía en una civilización condenada al desastre. Dios le había dicho a Abraham: “Te daré a ti y a tu descendencia toda la tierra de Canaán.” (Gén. 17:8) Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Puesto que Rahab vivía en la muralla, en cierto sentido se encontraba “al borde del desastre” Y nosotros también. Los líderes políticos de hoy en día se debaten para poder detener la proliferación de armas nucleares porque en manos equivocadas, éstas podrían destruir el mundo. La Biblia nos habla de un jinete en un caballo rojo con un arma de tal potencial destructor que podría arrancar la paz de la tierra (Ap. 6:4) Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada. ¿Podría referirse a un arma nuclear? Escribe Pedro: (2ª P. 3:10-12) 10Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 11Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas !cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! ¿Deberíamos estar asustados? No, la agonía del viejo orden mundial no es más que los dolores de parto de una nueva tierra donde reina la justicia. (2ª P. 3:13-14) 13Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 14Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. ¡Lo que Dios tiene reservado para los redimidos es hermoso e indescriptible!

sábado, 25 de febrero de 2012

LA PALABRA EFICAZ:


LA PALABRA DE DIOS TRANSFORMARÁ SU VIDA
(Jn. 8:31-32)  31Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Nada puede cambiar la vida de las personas como la Biblia lo hace. He visto a los alcohólicos y adictos recuperar sus vidas sobrias y limpias, desde que empecé a leer la Biblia. He visto el cambio de la Palabra de Dios en los egoístas, narcisistas, en los hombres que abusan de las mujeres y en éstas que abusan de sus esposos piadosos, padres maravillosos, y de los buenos ciudadanos de la comunidad. Las leyes no pueden cambiar los corazones humanos. Si yo creyera que pueden, me gustaría ser un político. Yo no tengo ninguna fe en la política para cambiar realmente los problemas más grandes del planeta. Usted puede hacer leyes para prohibir el racismo y la intolerancia, pero ninguna ley lo convertirá en un fanático amante de la gente de otras razas. Sólo Dios puede hacer eso.
Jesús dijo algo que me gusta: “Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos. Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” Universidades seculares de todo el mundo tienen la segunda mitad de ese verso impreso en piedra en los edificios de la misma universidad: “La verdad os hará libres” Pero esas mismas universidades ignoran la primera parte del versículo. Sus propias opiniones y las opiniones de los demás no los harán libres. Sólo la Biblia da libertad. Aun cuando la obediencia a la Biblia es un poco dura e incómoda, ciertamente ella te hará libre. ¿Cree usted en todo lo que lee en la internet? ¡Por supuesto que no! ¿Cree usted en todo lo que ve en la tele? No. ¿Usted cree en todo lo que lee en los periódicos y en la revista People? No. ¿Por qué pasamos más tiempo leyendo y viendo lo que sabemos es una mentira, más de que la lectura de lo que sabemos es la verdad? La pregunta fundamental que enfrentará en la vida es la siguiente: ¿Cuál será su autoridad? ¿Será la Palabra de Dios o del mundo? ¿Será que lo que Dios dice es la verdad o la opinión pública? Tienes que decidir, y hay que hacerlo pronto. Si la Biblia no es infalible, sin error, y sin defectos, estás en problemas. La Biblia nos dice cómo se puede ser salvo. Le dice que su vida no es un accidente. La Biblia nos dice cómo ser perdonado. Le dice cómo Dios puede usarlo para bien en el mundo. Si la Biblia no es la verdad, absolutamente verdad, entonces la vida no tiene sentido.

viernes, 24 de febrero de 2012

GRACIAS POR TU PALABRA SEÑOR JESUS.


LO QUE SIEMPRE PERMANECE
(Mat. 24:35) El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. La Biblia es el libro más despreciado, burlado, negado, cuestionado, diseccionado y debatido de toda la historia. La Biblia ha sido atacada durante siglos, por todo lo que puedas imaginar. Sin embargo, la Biblia sigue siendo la más leída, el libro más publicado y traducido en la mayor parte del mundo. Y, lo más importante, sigue cambiando la vida de las personas que practican lo que enseña. Una de las razones por las que, creer que la Biblia es la Palabra de Dios, es que ha sobrevivido a tantos ataques a lo largo de la historia. A pesar de todos los ataques a lo largo de la historia, hoy la Biblia es la mayor fuente de cultura. Es la mayor fuente de inspiración para la música, el arte y la arquitectura. Si usted saca la Biblia de la cultura, destruiría la mayor parte de la música más importante, obras de arte y la arquitectura de los últimos dos mil años. Incluso gran parte de nuestro idioma Español proviene de la Biblia Reina Valera.
La Biblia ha florecido a pesar de los incesantes ataques durante los últimos dos mil años. Jesús dijo en (Mat. 24:35) “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” El único punto en el planeta que va a durar es la Palabra de Dios. Todo lo demás se quemará, porque la verdad es eterna. Voltaire, el famoso filósofo francés, fue un brillante ateo. Escribió una serie de extensiones ridiculizando la Biblia. En una ocasión hizo una declaración muy audaz: “Cien años a partir de hoy la Biblia será un libro olvidado.” Hoy en día, todo el mundo se ha olvidado de esa cita, y no de la Biblia. Después que Voltaire murió, hace casi cien años, su casa fue utilizada como depósito de libros de la Sociedad Francesa de la Biblia. ¡Ellos vendieron Biblias en su casa! Ahora es un museo. La gente ha olvidado a Voltaire. Pero Nadie se olvidado de la Biblia. No importa lo que ataque a la Biblia, esta siempre sobrevivirá, y siempre lo hará. Usted puede confiar totalmente en ella.
EL CIRUJANO.
Mañana en la mañana abriré tu corazón le explicaba el cirujano a un niño. Y el niño interrumpió: ¿Usted encontrará a Jesús allí? El cirujano se quedó mirándole, y continuó: Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo. Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí?, volvió a interrumpir el niño. El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban sentados tranquilamente. Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto. Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi corazón? La Biblia bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen que Él vive allí. ¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón! El cirujano pensó que era suficiente y le explicó: Te diré que encontraré en tu corazón: Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podemos ayudar o no. ¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo. El cirujano no toleró más los insistentes comentarios y se fue.
Enseguida se sentó en su oficina y procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía: aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable. Terapia: analgésicos y reposo absoluto. Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte dentro del primer año. Entonces detuvo la grabadora. Pero, tengo algo más que decir: ¿Por qué? Preguntó en voz alta ¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué? De pronto, Dios, nuestro Señor le contestó: El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera. Sus padres un día se unirán con él, conocerán la paz y la armonía, juntos en mi reino y mi rebaño sagrado continuará creciendo. El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones. Y replicó: Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses? El Señor le respondió: Porque es tiempo de que regrese a su rebaño, su tarea en la tierra ya la cumplió. Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador. Así que envié a mí otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mí aquella oveja perdida hace tanto tiempo. El cirujano lloró y lloró inconsolablemente. Días después, luego de la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron frente al médico. El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó: ¿Abrió mi corazón?
Si, dijo el cirujano. ¿Qué encontró? preguntó el niño. Tenías razón, encontré allí a Jesús. Dios tiene muchas maneras y formas diferentes para que tú regreses a su lado. Por eso el salmista prorrumpe: (Sal. 23:1-6) 1Jehová es mi pastor; nada me faltará. 2En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 6Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

jueves, 23 de febrero de 2012

DE GRACIA RECIBÍ DE GRACIA DOY:


¡DA UN PASO DE FE Y HAZLO!
(2ª Cor. 5:7) (Porque por fe andamos, no por vista) ¡Dios puede usarte! No es algo que no sepas, pero se te olvida a veces y necesitas que se te recuerde. En efecto, el mismo Dios que se manifestó en Moisés, Ester, Débora y Pablo hoy en día trabaja con gente imperfecta como tú. Puede darte victoria en lugar de derrota y convertir la humillación del año pasado en la celebración de este año. Todos los héroes de la Biblia tenían una cosa en común: eran personas normales y corrientes que se arriesgaron en obediencia a Dios, creyeron en Él y acabaron logrando grandes hazañas. ¿Puedes imaginarte ser el sucesor de Moisés? Dios lo había usado para secar el Mar Rojo, aniquilar al ejército de los egipcios, recibir los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí y alimentar a millones de Israelitas a diario en el desierto. ¿Cómo puedes sustituir a alguien así? Seguro que Josué se sintió atemorizado. Pero Dios le animó y le dio confianza: “Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida: como estuve con Moisés, estaré contigo.” (Jos. 1:5) Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Una vez que Josué escuchó esas palabras, tuvo la confianza necesaria para continuar la obra que Moisés había comenzado. La Biblia dice: “Por fe andamos, no por vista” Al enemigo no le importa que hables palabras de fe, mientras no des pasos de fe. Así que confía en Dios. Cuando te pide algo, hay motivos para ello. Pero Él te dará la fortaleza y los recursos para hacerlo. ¿Qué te está pidiendo Dios? ¡Da un paso de fe y hazlo!
HIJOS INDISCIPLINADOS
(Prov. 12:1)  El que ama la instrucción ama la sabiduría; Mas el que aborrece la reprensión es ignorante. El hombre lleva en su interior una fuerza que lo empuja hacia abajo, al nivel del bruto, sólo la colaboración divina y el amor de otros (aunque muy pocas veces bien recibida) unida a una actitud humilde (aunque mortificada e ingrata) puede salvaguardar y elevar el nivel humano. Queridos hermanos, mis débiles amigos, todos somos falibles, aunque no lo reconozcamos totalmente, la verdad única es que nos bastamos a nosotros mismos para enmendarnos: “Ni se puede enderezar lo torcido, ni se puede contar la que falta” (Ecl. 1:15) Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse. “Soy el más ignorante de todos los hombres; no hay en mí discernimiento humano. No he adquirido sabiduría, ni tengo conocimiento del Dios santo” (Prov. 30:2-3) 2Ciertamente más rudo soy yo que ninguno, Ni tengo entendimiento de hombre.  3Yo ni aprendí sabiduría, Ni conozco la ciencia del Santo.
Si neciamente nos negamos a admitir corrección seguiremos en picada muy próximos al nivel del ordinario. Cada vez que un joven inexperto es corregido pueden darse dos tipos de respuesta: La respuesta arrogante del insolente que no admite corrección, está lleno de insultos, excusas, pleito, terquedad. Nunca le enseñaron de manera sabia a amar la disciplina. La respuesta atenta del prudente que fue enseñado a amar la corrección, su madre supo dar un amor maduro. “No corregir al hijo es no quererlo, amarlo es disciplinarlo” (Prov. 13:24) El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige. Podemos medir nuestro nivel de bestialidad muy fácilmente. ¿Si al oír una reprimenda, una corrección justa y coherente sientes a la rebelde necedad darle la contra a todo y a todos? ¡Ojo! ¡No es la bilirrubina la que se te está subiendo! La bilis está haciendo que la fiebre te vuelva a inflamar, la irracionalidad lucha para que no salgas del nivel alicaído de bestialidad. Pero si la corrección te alegra los sentidos, si ella te hace ver las cosas con lente de aumento, si esta aclaración te refresca y anima ¡gózate! Pues amar la disciplina hace enderezar lo torcido. “La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige” (Prov. 22:15) La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él. Anímate hermano, yo he sido corregido con esta meditación, me cuesta tanto ser sometido, hasta mi tiempo a solas con Dios se quiere volver excusa para no atender la reprensión de mis mayores en la fe. Ya no soy el jovencito del ayer, pero sigo haciendo pataletas cada vez que alguien quiere ver mis errores e ignorar mis “virtudes”, espero que esta palabra y testimonio te ayuden a salir del nivel de inmadurez y brutalidad en la que el diablo y nuestra terquedad nos quieren sumergir. Aprendamos a enamorarnos de la disciplina, hasta los “maduros” podemos seguir aprendiendo, hasta los conocedores necesitan ser rectificados.

miércoles, 22 de febrero de 2012

GRACIAS PADRE:


HE AQUÍ EL SEÑOR
(Rom. 12:2) No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Por dentro, usted es perfecto: nacido de nuevo y hecho a la imagen de Jesús. Pero, por fuera, ¿se siente usted frustrado de que no puede alcanzar esa perfección por más que trata? ¿Hay solución? Sí. La clave es “la renovación de su entendimiento”. El pasaje dice: que si renueva su entendimiento, usted podrá ser verdaderamente “transformado”. La palabra “transformado” se traduce de la misma palabra griega de la cual se deriva el término “metamorfosis”. La vemos en otras dos ocasiones en las Escrituras. Una de ellas fue cuando Jesús se transfiguró en el monte mientras hablaba con Moisés y Elías. La otra se encuentra en (2ª Cor. 3:18) donde dice: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. Cambiado, transformado, transfigurado: son palabras poderosas que inspiran, emocionan y describen lo que sucede cuando uno mira a cara descubierta al Señor en la Palabra y en la oración. Cuando uno renueva el entendimiento, el ser exterior se transforma casi de la misma manera como la oruga se transforma en mariposa. En vez de conformarse a la imagen del mundo, uno empieza a conformarse a la imagen del espíritu que ha sido recreado en justicia y santidad de la verdad. Tómese tiempo para apartarse del mundo y estudiar la Palabra de Dios. Medite en ella y deje que lo transforme de adentro hacia afuera. Transfórmese por medio de la renovación de su entendimiento y libere la linda mariposa espiritual que vive en usted.
LO ADECUADO
(Hech. 6:2) Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. “no está bien que nosotros” La iglesia del N. T. creció tan rápido que los apóstoles no daban abasto. Así que dijeron: “No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas. Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra” Así dice la Nueva Versión Internacional. Gracias a esa decisión, la Palabra de Dios se expandió, la iglesia siguió creciendo e importantes autoridades de la ciudad de Jerusalén fueron ganadas para Cristo. Es fundamental que identifiques el área donde mejor encajas y que permanezcas ahí. Algunas razones que nos impiden hacerlo son: 1) Guardamos nuestras posiciones. Pensamos: “Éste es mi trabajo; yo soy el único que lo puede hacer” El hecho de que siempre hayas realizado una labor determinada no significa que tengas que seguir en ella. ¿Qué pasa si Dios quiere escribir un nuevo capítulo en tu vida? 2) Estamos sobrecargados. Las personas con demasiadas cargas tienden a rechazar aún aquello que les ayudaría, pensando que se trata de una carga más. 3) Tenemos complejo de mártir. Cuando logras llamar la atención con tus quejas sobre la situación que estás viviendo, podrías hacer de esa actitud un estilo de vida. Pero no funciona. La gente empezará a evitarte porque verán que no haces nada para cambiar la coyuntura. 4) No sabemos lo que nos conviene. Hasta que no delegaron la parte administrativa a otros y se volvieron a centrar en su llamado primordial, no mejoraron las cosas para los apóstoles. ¡Piénsalo bien!

lunes, 20 de febrero de 2012

EL SEÑOR ME FORTALECE:


¿MANCHADO POR EL PECADO O LAVADO EN LA SANGRE?
(Heb. 10:16-17) 16Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré, 17añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. La Biblia nos dice que bajo la ley levítica, un animal tenía que ser ofrecido cada año para expiar los pecados del pueblo. La palabra expiar significa “borrar las culpas”, y aparece muchas veces en el A. T. Pero quiero contarle algo emocionante: esa palabra no aparece en el N. T. La palabra griega que se usa para describir lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz es una palabra diferente. Su significado va más allá de “borrar las culpas”, significa también perdonar y olvidarse completamente de algo. ¿Sabe usted qué quiere decir eso? Significa que el pecado ya dejó de ser un problema: ¡Jesús lo solucionó! Cuando usted lo recibió como su Señor, Él no sólo borró sus pecados, sino que lo reconcilió con Dios e hizo de usted una criatura nueva, por el Espíritu de Dios, como si el pecado nunca hubiera existido.
Pero si usted es como la mayoría de creyentes, entonces no ha llegado a conocer esa maravillosa verdad. Usted está atrapado en lo que yo llamo conciencia de pecado, es decir, sigue viéndose a sí mismo manchado por el pecado en vez de lavado en la sangre. “Bueno, después de todo, hermano, sólo soy un pecador que ha sido salvo por gracia”. No, ya no lo es. Usted era pecador, pero la gracia le transformó para siempre en la misma justicia de Dios. Ahora usted es hechura de Dios, creado en Cristo Jesús. En lo que a Dios se refiere, su vida pasada ya no existe, murió en la cruz. Medite constantemente en esa verdad hasta que invada su conciencia y usted pueda hacer una realidad la libertad con que Cristo le hizo libre del pecado. Reciba la justicia que solamente el Cordero de Dios puede darle.
¡HAY DE LOS AÑOS MOSOS!
(Sal. 71:18, 21) 18Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, Hasta que anuncie tu poder a la posteridad, Y tu potencia a todos los que han de venir, 21Aumentarás mi grandeza, Y volverás a consolarme. “aun en la vejez,  aumentarás mi grandeza y volverás a consolarme” ¿Cuándo empiezan los años dorados? ¿Con las primeras canas? ¿Cuando alguien te dice que le recuerdas a su padre en lugar de a su hermano? Si todavía puedes dormir, sueña; si puedes trabajar, haz planes. Embárcate en nuevos proyectos, haz nuevos amigos, aprende nuevas destrezas, atrévete con un nuevo ministerio, haz un pequeño viaje misionero, participa como voluntario en una buena causa. Tus años dorados deben ser invertidos, no desperdiciados. Para Dios no existe la “brecha generacional”. “Entonces la virgen danzará alegremente, junto con los jóvenes y los viejos” (Jer. 31:13) Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor.
 Dijo el salmista: “Aún en la vejez, Aumentarás mi grandeza y volverás a consolarme” (arriba). Se dice que los jóvenes no están interesados en los mayores. ¡Es mentira! Los jóvenes buscan a personas con sabiduría y experiencia. Confían en ellos para consejo y guía; y tú puedes ser tal persona. No seas como aquel viejo que decía: “Es fácil saber cuándo se ha perdido la juventud porque el lema que tenías de “levántate y vete” se ha levantado y se ha ido” Pues bien, sigue tras él y atrápalo de nuevo. Caleb subió montañas y mató gigantes siendo ya muy mayor. ¡Y el Dios de Caleb es también tu Dios! Con ciento veinte años, los ojos de Moisés no se habían oscurecido ni su vigor había disminuido. (Deut. 34:7)  Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor. ¡El Dios de Moisés es tu Dios! Con setenta años el apóstol Pablo anunció: “Estoy dispuesto a ir a Roma para anunciaros el evangelio de Dios” (Rom. 1:15) Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma. ¡El mismo Dios de Pablo es tu Dios! Mantén la antorcha encendida y luego pásala al siguiente corredor antes de partir.

UN NUTRIENTE MAS:


LA VERDADERA FUERZA
(Neh. 8:10) Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza. El gozo no es una sensación de felicidad que se supone que usted tenga cuando las cosas marchan bien. Es mucho más que eso. El gozo es una de las fuerzas espirituales más poderosas del mundo. Lea con atención lo que dice (Neh. 8:10) y le mostraré por qué. Si hiciéramos un diagrama de este versículo y quitáramos las palabras “de Jehová”, encontraríamos que en realidad está diciendo que el gozo es fortaleza. Las dos cosas son intercambiables, y por esa razón el gozo es tan importante. No se puede vivir una vida de fe sin ser fuerte en el Señor, y cuando Dios quiere fortalecernos, utiliza el gozo para hacerlo. El gozo no es un estado anímico pasajero ni es sólo un estado mental, sino también una fuerza verdadera, y no hay nada que el diablo pueda hacer contra él. Así como el temor tiene que ceder a la fe, el desaliento tiene que ceder al gozo. Como parte del fruto del Espíritu Santo, el gozo ya está en usted. Pero si desea aprovechar el poder del gozo, es necesario que lo cultive, lo confiese y lo ponga en práctica. No importa la situación por la que esté pasando, usted puede hacerlo lleno de gozo y fortalecido en el Señor. Usted puede recurrir al poder del Espíritu Santo dentro de usted y salir adelante.
¡Regocíjese!
LOS AÑOS DORADOS
(Is. 46:4) Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré. Envejecer con gracia debería ser una de tus metas en la vida. No debe asustarte hacerte mayor, ni tratar de disfrazar el desasosiego que eso te produce y querer ocultar tu ansiedad. Se dice que una señora fue a comprar un sombrero. Cuando se probó uno, su amiga le dijo: “Ese sombrero te hace diez años más joven” La primera se lo quitó inmediatamente y lo devolvió a la estantería diciendo: “No lo quiero. Odio la idea de parecer diez años mayor cada vez que me lo quito” Tal vez la “Madre Naturaleza” y el “Padre Tiempo” te hayan traído dolores de espalda, calvicie y gafas bifocales, pero no tienes por qué vivir ni pensar como un viejo. En lugar de intentar añadir años a tu vida, intenta añadir vida a tus años. En lugar de lamentar el hecho de que te estás haciendo mayor, piensa cómo te lamentarías si se te hubiera negado ese privilegio.
Cuando le preguntaron al antiguo presidente de los EE.UU., Dwight D. Eisenhower, cómo se sentía al cumplir ochenta años, éste respondió: “Pues es mucho mejor que la alternativa” Si todavía estás vivo, Dios te ha preservado la vida por un motivo. Descubre cuál es y luego dedica todos los días y todas las energías que te quedan en ello. Se puede ser “viejo” a los veinticinco y “joven” a los ochenta y cinco. Sólo eres mayor cuando te sientes así, o cuando piensas que ya no tienes nada más que aprender, o te dices: “Soy demasiado viejo para eso”; o no esperas nada del día de mañana; o no te interesas en lo que hacen los jóvenes; o prefieres hablar que escuchar; o te aferras al pasado, convencido de que fue mucho mejor que el presente.
NO DUDES DE TI MISMO
(Ef. 6:10) Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. “Fortaleceos en el señor” No te sorprendas cuando Dios te pida que, des un paso de fe y hagas algo para lo que no te sientes apto. Así es como suele operar el Señor; y lo hace para que te apoyes más en Él y menos en ti mismo. ¿Quiere decir eso que no te vas a equivocar nunca? No, pues seguro que en algún momento errarás. Pero en lugar de desanimarte, verás tus fallos como parte del aprendizaje y ellos te ayudarán a alcanzar cosas mayores. Solemos considerar una tarea y pensar: “Yo nunca voy a poder cumplirla” El problema con tal planteamiento es que estás mirando por el lado equivocado del telescopio; te estás mirando a ti mismo en lugar de a Dios. Cuando Dios le llamó a Josué para que fuera el sucesor de Moisés, le prometió: “Como estuve con Moisés, estaré contigo” (Jos. 1:5) Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
Así pues, si Dios promete estar contigo, y es verdad que Él te acompaña, eso es todo lo que necesitas. Su fortaleza se manifiesta en tu debilidad (2ª Cor. 12:9) Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.  Podrás extraer cualquier característica que te falte en el ámbito natural de la cuenta que tienes en el ámbito espiritual. “Fortaleceos en el Señor, recibirás poder en tu unión con Él, y en el poder de su fuerza, esa fuerza que provee el Todopoderoso” (Ef. 6:10) Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. ¿De qué clase de fuerza hablamos? ¡De una sin límites! ¿Y de dónde la obtienes? De la fuente original: ¡Dios! Al trabajar con Él, estarás equipado y lleno de poder, así que no te tengas en poco. Armado con su fortaleza, tienes muchas más capacidades de lo que crees y podrás hacer muchas más cosas de las que has hecho hasta ahora. Por lo tanto, deposita tu confianza en Dios y deja de dudar de ti mismo.

viernes, 17 de febrero de 2012

GRACIAS PAPA DIOS


DIOS TE SORPRENDERA
            (Is. 43:19) He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. ¿Te puedes imaginar la sorpresa que se llevó Moisés cuando Dios le habló desde una zarza ardiendo? Al cerrarse de forma inexplicable unas puertas para Pablo, éste también se vio sorprendido por la visión de un varón macedonio que le decía: “Pasa a Macedonia y ayúdanos” (Hech. 16:9) Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Pues bien, Dios sigue siendo el Dios de sorpresas que dice: “He aquí, hago algo nuevo, ahora acontece; ¿no lo percibes?” Dice otra versión. Ah, ése es el problema, nuestra percepción; somos incapaces de reconocer que Dios está obrando. Quizás estés diciendo: “He orado, he reclamado las promesas de Dios, he hecho todo lo debido y sin embargo, nada parece dar resultado” En ese caso, prueba esta promesa: “El Señor esperará para tener piedad de vosotros.” (Is. 30:18) Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él. Fíjate en la palabra “esperará”. Dios tiene un plan y un calendario. Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, pero el consejo del Señor es el que permanece” (Prov. 19:21) Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá. Aunque tus planes se hundan, si tu corazón es recto, Dios hará que todo redunde para tu bien y para su gloria. Para seguir la guía de Dios, hay unos principios que debes saber: Primero: las ideas mudan pero su guía permanece. Su forma de dirigirnos persiste, así que el tiempo está de tu lado. Segundo: no se puede seguir su dirección sin su ayuda. Así lo ha propuesto Él, dado que “separados de mí nada podéis hacer” (Jn. 15:5) Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.  Tercero: su dirección suele conllevar un grado de incomodidad. “Como el águila que excita su nidada. El Señor solo lo guió” (Deut. 32:11-12) 11Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas, 12Jehová solo le guió, Y con él no hubo dios extraño. El aguilucho se asusta cuando su madre lo empuja fuera del nido. Pero es ahí donde “encuentra sus alas”. ¡Piénsalo bien!
SANSÓN Y DALILA
(Jue. 14:1) Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos. Sansón lo perdió todo por varios motivos. Primero: malas relaciones. Cuando Dios te da su negativa a una relación sentimental, no está queriendo castigarte, sino protegerte. “Pero me siento tan bien cuando estoy con él/ella” dices. Dios ve lo que hay adelante en el camino, tú no. Es mejor desear algo que no tienes que acabar con algo que no vas a poder manejar. Segundo: desobediencia deliberada. Se nos dice tres veces que “Sansón descendió.” La tercera vez fue a estar con Dalila. ¿Hacia dónde te lleva la relación en la que estás, te hace crecer o caer? Escribió un poeta: “Aunque os amo mucho, amigos, no os acompañaré hasta el infierno” La Biblia nos dice que Sansón descendió a Timnat y se casó con una filistea, infringiendo la ley de Dios. Y a pesar de que ésta lo traicionó, aun así “el Espíritu del Señor vino sobre él, y descendió a Ascalón y mató a treinta hombres de ellos.” (Jue. 14:19) Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y descendió a Ascalón y mató a treinta hombres de ellos; y tomando sus despojos, dio las mudas de vestidos a los que habían explicado el enigma; y encendido en enojo se volvió a la casa de su padre. A lo mejor Sansón pensó que Dios le pasaría por alto todo porque él era alguien “especial”. Pero no fue así, porque: (Prov. 29:1)  El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina. ¡Arrepiéntete antes de que sea demasiado tarde! Tercero: puso su confianza en lo que no debía. “Y [Dalila] le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó, y se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que el Señor ya se había apartado de él. Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron.” (Jue. 16:20-21) 20Y le dijo: !Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él. 21Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel. Cuando la bendición de Dios ya no está en lo que haces, es hora de darte cuenta de que hay pecado en tu vida, que tienes que confrontarlo y que el secreto de tu fortaleza está en Dios, no en ti.

MI ALMA TIENE SED DE TI:


BIENVENIDO A LA LIGAPROFESIONAL
            (Mat. 5:11-12) 11Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Cuando sufra persecución, no se ponga a lamentarse y a quejarse. No pierda su tiempo sintiendo lástima de sí mismo. A pesar de lo que pueda pensar, esa persecución no ha venido porque el diablo encuentra placer en fastidiarle. Viene porque usted ha llegado a ser una amenaza para él. Viene porque ha puesto la Palabra en su corazón, y él sabe que si no consigue sacarla, usted va a ocasionarle más problemas de los que él puede manejar. Por eso, ¡regocíjese! La persecución significa que usted ha llegado a la liga profesional. Significa que el diablo lo toma tan seriamente que envía a los mejores jugadores para ponerle fuera del juego. Los jugadores que llegan al evento final no buscan alguna manera de evitarlo. Ellos no dicen: “Caramba, ojalá no tuviera que estar en ese partido final; esos tipos son los jugadores más grandes y rudos del país. Tal vez me enferme y no tenga que jugar”. ¡No! Ellos saborean la oportunidad. “Voy a enfrentarlos, dicen. “He luchado toda mi vida para llegar aquí, y ahora voy a probar que soy el mejor” Así debería ser cuando el diablo lo reta. Usted debe aceptar ese reto con gozo, sabiendo que va a salir victorioso. Después de todo, nuestro Dios es Todopoderoso para sacarlo adelante. Él nunca se detiene y se pregunta si tiene los recursos necesarios para solucionar las dificultades que usted enfrenta. Él sabe que puede destruir lo que el diablo envíe contra de usted. “Así es que, cuando la persecución venga, confíe en Dios y regocíjese de saber que usted ha llegado a la liga profesional”
CONFIANDO EN El GPS DE DIOS
(1ª Jn. 2:27) “Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.”  Salimos de vacaciones con la familia y como siempre hacemos, Ester cargó en el auto su libro de mapas. Cada que podemos siempre es nuestro guía fiel, en cada lugar que vamos  sin conocer. Lo más que hemos caminado son unos seis mil Km. De ida y vuelta con esta guía y nunca nos falló, siempre iba con nosotros, aunque nos perdiera. Pero como la tecnología avanza, compramos un GPS y nos lo configuró un amigo justo antes de salir de casa. Viajábamos a Chiapas, a muchos lugares, y la lógica decía que teníamos que tomar la ruta 7. Así que emprendimos nuestro viaje de vacaciones con esa consigna. Prendimos el GPS y le marcamos el destino final de nuestro viaje. En un momento, nos indica una salida a la derecha. Nos recomendaba tomar otra ruta. Como se puso muy insistente, nos desviamos para donde nos recomendaba el aparato. Pero detuvimos el auto y nos fijamos en el cuaderno de mapas. Después de estudiarlo un poco (en realidad Ester miraba porque es la que más entiende), caímos en la cuenta que lo que el GPS nos decía era la mejor opción. Nuestra elección para la ruta nos hubiera obligado a hacer 300 kilómetros de más. Pero el pequeño aparato nos guiaba a un camino más corto y mejor. Cuando retomamos el viaje, Ester me dice “este va a ser tu nueva confianza”¡Con que facilidad nos aferramos a nuestros pensamientos o intenciones desvalorizando a los que realmente saben! No confiábamos en el GPS, pero tenía razón. Aunque nos indicaba un camino que nosotros no conocíamos, y no sabíamos a donde nos iba a llevar, su consejo era el más seguro. Tenemos dentro de nosotros al Espíritu Santo, que cumple la misma función. Es Dios mismo viviendo dentro de nosotros que nos indica qué camino tomar, y cuál es la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto. El nos enseña todas las cosas y su enseñanza es Verdadera. Su camino siempre es el mejor. Pero muchas veces, elegimos seguir por el camino que a nosotros nos parece mejor. Y eso nos desvía del objetivo, nos retrasa, nos cansa y a veces, hasta nos hace perder. Recuerde: “El Espíritu Santo es tu GPS. Confíale”
LA BIBLIA Y LA VEJEZ
            (Sal. 71:9) No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. Muchas veces hacemos chistes respecto a hacerse mayores, y decimos cosas como: “Tengo treinta y nueve años y aquí me planto” indicando que no queremos llegar a los cuarenta y ser considerados como “viejos”. Mientras albergues un sueño en tu corazón, nunca serás viejo. Dijo el salmista: (Sal. 37:25) Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. Lo que más nos asusta de envejecer es acabar solos, necesitados o ser un estorbo para otros. Al encarecerse la vida y reducirse las pensiones, es maravilloso poder decir como dijo Pablo (Fil. 4:19) Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Tus años dorados pueden ser los mejores porque podrás hacer todas esas cosas que siempre quisiste pero para las que no tuviste tiempo.
“Quisiera tener más tiempo para la leer” Pues ahora puedes. “Quisiera pasar más tiempo en oración” Ahora es el momento. Y otras muchas cosas de las que podrás disfrutar ahora: viajar, ministrar en la obra de Dios, pasar tiempo con los nietos, dedicarte a tus aficiones, visitar a los amigos. (Job 5:26) Vendrás en la vejez a la sepultura, Como la gavilla de trigo que se recoge a su tiempo. Esto habla de llegar con vigor a la sepultura. (Jue. 8:32) Y murió Gedeón hijo de Joás en buena vejez, y fue sepultado en el sepulcro de su padre Joás, en Ofra de los abiezeritas. Habla de la “buena vejez”. Génesis 25, menciona a hombres y mujeres “llenos de años”. Puedes morir así: ¡lleno de años! La palabra “lleno” significa repleto hasta rebosar. ¿No es fantástico? Si eres una persona mayor, Dios tiene una palabra para ti hoy: (Is. 46:4) Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré. Había un anuncio publicitario de una marca de café que decía: “Bueno hasta la última gota.” ¡Que sea ése, el lema de tu vida!

jueves, 16 de febrero de 2012

ALIMENTEMOS NUESTRA ALMA:


NUESTRO ÉXITO ES ROTUNDO
En (Luc. 15:21-24) encontramos lo siguiente: 21Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. 23Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; 24porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Demostrar su valía: eso es lo que usted tiene que estar haciendo en el mundo de hoy, ¿cierto? En el trabajo, trata de convencer a sus compañeros de que merece el dinero que gana; entre amigos, trata de convencerlos de que merece la amistad de ellos; en el hogar, trata de convencer a su familia de que merece que lo amen. ¿Hay alguna salida? Por supuesto que la hay: se llama “gracia“. La gracia es el favor y la aceptación que recibimos sin merecerlas. Hay sólo un lugar donde se puede encontrar: en el corazón de Dios.
No hay mejor cuadro de la gracia de Dios que el de la parábola del hijo pródigo. A diferencia de la gente de aquel tiempo, pocos de nosotros podemos identificarnos con el impacto que tuvo en los que la oyeron. Según las costumbres de aquellos tiempos, el hijo pródigo había cometido uno de los actos más despreciables. No solo se había aprovechado de su padre y gastado la herencia en una vida desenfrenada, sino que había abandonado la nación de Israel y había hecho pacto con un extranjero: un criador de cerdos, que fue lo peor que pudo haber hecho. Según ellos, la rebelión del hijo era tan grave que lo único que le quedaba al padre por hacer era repudiarlo.
Pero eso no fue lo que hizo este padre. Él recibió con los brazos abiertos a su hijo arrepentido. Le mostró “gracia” “favor inmerecido”, no porque el hijo la mereciera o se la hubiera ganado, sino por el amor que tenía como padre. La próxima vez que trate de pagarle a Dios por algo malo que haya hecho, para ganarse otra vez su favor, recuerde la parábola del hijo pródigo. Ella le enseña que a pesar de sus pecados, su Padre celestial le ha recibido con los brazos abiertos, le ha vestido con la justicia de Cristo y le ha puesto su anillo y el calzado de hijo de Dios. ¿Se siente indigno de esas cosas? Pues, está bien que se sienta así porque Dios no se las ha concedido basado en los méritos suyos, sino basado en el amor que Él le tiene y en los méritos de Cristo. No tiene que demostrar a Dios su valía, porque para Él usted es un éxito rotundo.
BIENVENIDO
            (Luc. 15:2) dice: y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. “Éste recibe a los pecadores, y come con ellos” Consideremos a dos pecadores a quienes acogió Jesús: El primero fue Mateo. Como recaudador de impuestos para los romanos, era odiado por su propia gente, los judíos. Pero Jesús tenía un plan especial para él. Puesto que era experto en dejar constancia escrita de las cosas, Jesús no sólo salvó su alma, sino que también rescató sus talentos. Gracias a eso, este hombre escribió el primero de los cuatro Evangelios. ¿Sigues pensando que Dios no te puede usar? ¡Te equivocas! Sorprende que Mateo invitara a Jesús a comer a su casa. Pero el hecho de que Jesús aceptara es aún más fascinante. Lo hizo porque “éste recibe a los pecadores” El segundo fue Zaqueo. Éste anhelaba tanto ver a Jesús que se subió a un árbol; estaba dispuesto a hacer algo fuera de lo normal para encontrar a Dios. (Luc. 19:5-10) 5Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 7Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. 8Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Amado amigo y hermano en la fe, La Biblia dice que Dios, “Es galardonador de todos los que le buscan: (Heb. 11:6) Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Tú también sé diligente en tu búsqueda. Persiste en ello y sigue firme en tu peregrinaje. No te embarques en la persecución vana de posesiones y posiciones; busca al Señor. ¡No serás decepcionado!
LA MÁSCARA
Cada vez que me pongo una máscara para tapar mi realidad, fingiendo ser lo que no soy, fingiendo no ser lo que soy, lo hago para atraer a la gente. Luego descubro que solo atraigo a otros enmascarados, alejando a los demás, debido a un estorbo: la máscara. Uso la máscara para evitar que la gente vea mis debilidades; luego descubro que al no ver mi humanidad, los demás no me quieren, por lo que soy, sino por la máscara. Uso una máscara para preservar mis amistades; luego descubro que si pierdo un amigo por haber sido auténtico, realmente no era amigo mío, sino de la máscara. Me pongo una máscara para evitar ofender a alguien y ser diplomático; luego descubro que aquello que más ofende a las personas con las que quiero intimidar, es la máscara. Me pongo una máscara, convencido de que es lo mejor que puedo hacer para ser amado. Luego descubro la triste paradoja: lo que más deseo lograr con mis máscaras, es precisamente lo que impido con ellas. Interesante ¿no cree?
Gilbert brenson.


EL HERRERO, LA ESPADA Y EL ACERO
            (Stgo. 1:2-4) dice: 2Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Cuenta la historia de un herrero que después de una juventud llena de excesos y arrepentido, entregó su vida a Dios. Durante muchos años trabajó con ahínco tratando de servir a Dios con sinceridad, practicó la caridad. Pero a pesar de toda su dedicación, nada parecía nadar bien en su vida. Muy por el contrario, sus problemas se acumulaban. Una tarde, un amigo que lo visitaba y sentía compasión por su situación difícil le comentó: Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado.
El herrero no respondió enseguida. Esa misma conclusión la había pensado muchas veces sin entender lo que sucedía en su vida. Sin embargo no quería dejar a su amigo sin respuesta, comenzó a hablar y encontró la explicación que buscaba. A veces el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento, dijo. El calor, los martillazos y el agua fría terminan llenándolo de rajaduras. En ese momento me doy cuenta que jamás se transformará en una buena hoja de espada. Entonces simplemente lo tiro al montón de fierros que ves en la entrada del taller. Sé que Dios me hace pasar por el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como cuando el agua hace sufrir al acero. Pero la única cosa que pienso es: Dios mío, no desistas, hasta que consigas darme esa forma ya provista para mí en Cristo. Inténtalo de todas las maneras que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en el montón de fierros viejos de las almas. Para que un día yo también pueda decir: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Reflexión: Dios quiere hacerte una poderosa espada. No te tires al montón de fierros viejos.

LA SALVACIÓN DE DIOS ES PODEROSA
            Para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Dice: (1ª Cor. 2:5). Y (Gál. 1:9) dice: Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Recuerde, Dios es soberano: (Sal. 115:3) Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. No tiene que rendir cuentas a nadie: (Job 33:13) ¿Por qué contiendes contra él? Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones. Aunque al hombre le gustaría inmiscuirse en los planes de Dios. Naamán quería ser sanado de la lepra, pero había escogido su manera: (2º R. 5:11) Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. Pero no sucedió nada de eso; la sabiduría de Dios quiso proceder de forma diferente: obedecer a su palabra era el único método para sanar. Los israelitas mordidos por las serpientes morían en el desierto. Entonces rogaron a Moisés para que pidiese a Dios que quitara las serpientes (Núm. 21:7). Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Eso hubiese sido posible, pero Dios había decidido actuar de otra manera. Él es soberano: ¿Quién le dirá: Qué haces? (Job 9:12). He aquí, arrebatará; ¿quién le hará restituir? ¿Quién le dirá: ¿Qué haces? No destruyó a las serpientes, pero puso a disposición el medio seguro para resolver el problema. La Biblia dice que ante Dios todos los hombres estamos muertos en nuestros pecados. ¿Quién podrá salvarnos? He aquí la respuesta: (Ef. 2:8) Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; Eso significa reconocer que no podemos hacer algo para salvarnos. Para ser salvos por la fe es necesario creer que Jesús murió por cada uno de nosotros para expiar nuestros pecados. (Gál. 2:20) Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. ¡El Hijo de Dios, me amó y se entregó a sí mismo por mí! ¿Qué, sino la gracia divina puede derribar el orgullo?

LA FUENTE DE VIDA Y NO DE MUERTE
            (Jn. 10:10) El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Se cuenta que, años atrás, en Chicago, después de un accidente de carro, un policía levanto a los padres para reportar la muerte de su hija única. El policía informó que una botella de bebida alcohólica fue encontrada en el coche destruido. Al oír eso, el padre se puso airado y dijo: “Cuando descubra al hombre que vendió bebida alcohólica para estos niños, yo lo mataré”. Más tarde, al buscar una de sus botellas de bebida, encontró una pequeña nota con la letra de su hija, donde estaba escrito: “Papá, cogimos una de sus botellas de bebida. Sé que usted no se importará.” ¿Como ha sido nuestro ejemplo para nuestros hijos, parientes y amigos? ¿Qué han aprendido de nosotros? Como cristianos, deberíamos ser imitados en nuestras buenas actitudes y no copiados en nuestros errores y debilidades. Si somos la luz del mundo, todos están atentos a lo que hablamos y hacemos. Nuestros familiares nos están viendo, nuestros amigos contemplan cada una de nuestras acciones, nuestros vecinos perciben nuestro ir y nuestro venir. Todas las miradas están, siempre, fijas en nuestras vidas. Cuando somos bendición en las manos del Señor, todos a nuestro alrededor son contaminados con nuestra dicha. Cuando avergonzamos el nombre de Jesús y actuamos de tal forma que entristecemos su corazón, la luz se apaga, la risa desaparece, las flores secan, y los pájaros dejan de entonar bellas melodías. Todos sufren cuando no somos lo que el Señor espera que seamos. El padre de nuestra historia fue, indirectamente, el causante de la muerte de su hija. Nosotros, cuando hacemos lo que desagrada a Dios, acabamos siendo culpables por la muerte espiritual de muchos de nuestros amigos. Quiero que mis hijos, parientes y amigos solo encuentren bendiciones entre mis pertenencias. Quiero que aprendan a sonreír y cantar con mi testimonio. ¿Quiero ser recordado como una fuente de regocijo y nunca como una justificativa para quejas y murmuración? Si usted quiere que todos sus amigos vivan abundantemente, sea una vida abundante delante del Señor que es Vida, verdadera y eterna.