miércoles, 27 de junio de 2012

UNA CAPSULA DE AMOR:


¿CUÁNDO VAMOS A TRABAJAR?
Se cuenta de un adolescente: estaba acostado en el suelo “Hola, hijo”, dijo la voz. “¿Dónde está tu madre?” “Está allá afuera, trabajando en el jardín”. “¿Qué?” respondió el padre. “Su madre no es más joven y fuerte cuanto solía ser. ¿Por qué tu no la está ayudando?” “Yo no puedo”, fue la respuesta. “La abuela está usando la otra pala” Cuando dejamos que la desocupación ocupe nuestros días, tanto estamos perjudicándonos físicamente como dejando de ser útiles al ambiente donde vivimos. Nada hacemos y, por eso, nada producimos. Los otros reciben su recompensa mientras nosotros, solo podremos lamentar: “Nada tengo”, “yo nada consigo”, “yo no tengo suerte en la vida”, “mi vida no sirve para nada”. La Palabra del Señor nos enseña a trabajar mientras es hora. Trabajamos para nuestro sostén, trabajamos para nuestra satisfacción, trabajamos porque es digno, trabajamos porque un día recibiremos nuestro galardón. Bueno es trabajar para el Señor. Él nos prometió bendiciones, nos prometió suplir las necesidades, nos prometió su compañía, nos prometió victorias en todas nuestras iniciativas. Muchas veces nosotros nos acomodamos creyendo que otros pueden trabajar en nuestro lugar. No vamos a la iglesia porque otros allá estarán. No salimos a evangelizar porque muchos otros irán. No vamos a la Escuela Bíblica, porque no somos necesarios. Nada hacemos, nada aprendemos, nada ofrecemos… Somos vidas alienadas que usan la máscara de cristianos. Debemos estar dispuestos y alentados para trabajar ya. Llegará el momento en el que anhelaremos trabajar pero no será posible. ¡La hora de trabajar para el Señor es ahora! El mejor ejemplo es nuestro Señor Jesucristo: (Jn. 9:4) “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar”



jueves, 21 de junio de 2012

CAPSULA DEL DÍA:


¿TIENE SEGURO DE VIDA ETERNA?
(1º S. 19:11) Saúl envió luego mensajeros a casa de David para que lo vigilasen, y lo matasen a la mañana. Más Mical su mujer avisó a David, diciendo: Si no salvas tu vida esta noche, mañana serás muerto. "Si no salvas tu vida esta noche, mañana estarás muerto" 
Actualmente para todo, hay seguro, para accidentes de tránsito, para bienes, edificios, carros y para la vida. Hay personas que inventan incendios, muertes para cobrar el seguro. Lo cierto es que el seguro es un servicio y también un gran negocio. El rey Saúl ordenó a todos sus siervos que mataran a David, quien es advertido por su amigo Jonatán y habla a favor de David ante su padre. Saúl le promete que no morirá; pero no cumple su promesa y lo intenta matar. David va a su casa y su esposa Mical le advierte: "Si no salvas tu vida esta noche, mañana estarás muerto"
        David huyó comprendiendo el odio de Saúl, y fue a ver a Samuel en Ramá. Saúl envió tres compañías de hombres a capturar a David para ejecutarlo. Cuando los tres grupos hubieron fracasado, Saúl mismo fue y no lo apresó sino cayó en un arrebato de desesperación y quedó toda la noche en un profundo estupor, dice León Wood. 
         La gran advertencia de Mical es oportuna, si David no le hacía caso, era hombre muerto. Esta advertencia en el área espiritual, enseña lo siguiente: Si no tenemos asegurada nuestra vida espiritual; podemos morir eternamente sin Dios, sin paz y sin esperanza. Bien se ha dicho, pecado perdonado, futuro asegurado. El seguro más importante y olvidado por el ser humano, es el seguro de vida eterna, que lo obtuvo el Señor Jesucristo al precio de su vida para que tengamos paz con Dios. ¿Tiene usted asegurada su vida eterna? Si la tiene, felicidades, sino busque a Cristo; pida perdón por su pecado y asegure hoy su vida en Él.