martes, 17 de mayo de 2011

EL PADRE NUESTRO

EL PADRE NUESTRO
Mat. 6:9-13
            "Ustedes deben orar así:”'Padre nuestro que estás en el cielo,  santificado sea tu nombre,” (Mateo 6:9) Fui a doña Carlota a pagarle el mes de la renta del departamento, ella necesitaba de Dios, ore por ella, y al terminar, me dijo, que bien, usted puede conversar con Dios, en cambio yo no sé hablar así. Esta anécdota verídica, muestra que hay gente que no sabe o no puede hablar con Dios; ¿Por qué? Porque hay millones de personas que creen que por repetir de memoria el padre nuestro, o por gritar, Dios ya oyó la oración, cuando el Señor quiere que haya comunicación. Amigo(a), el modelo de oración es “Padre nuestro que estas en el cielo”, esto enseña que Dios, es nuestro Padre que mora en el lugar santísimo el cielo, un lugar maravilloso. A propósito de Padre, Teófilo de Antioquía expresó: La forma de Dios es indecible e indescriptible, pues los ojos de la carne no lo ven. Vive en gloria incomprensible, en magnificencia insondable, en poder incomparable. Si digo que es luz, me refiero a algo que Él hizo. Si digo que es el Verbo, me refiero apenas a su origen. Si digo que es la mente, lo limito a la inteligencia. Si digo que es Espíritu, hablo de su aliento. Si digo que es sabiduría, hablo de su progenie. Si digo que es fuerza, sólo describo su potencia. Si digo que es providencia, me limito a su bondad. Si hablo de su reino, me refiero a su gloria. Si le llamo Señor, es porque es juez. Si digo que es juez, es porque es justo. Si digo que es fuego, hablo de su ira. Pero si lo llamo Padre, lo he dicho todo. (Teófilo de Antioquia) Dios es padre amante, “defensor de viudas y huérfanos”, es vital ir como un hijo que necesita tener comunión y comunicación con Él. Es padre de amor, por eso, cuente a su Padre sus secretos, confiese sus pecados, y adórele de verdad. Sirva a su Padre de corazón y agrádele en todo.
            El santísimo Dios, es digno de honor: “Santificado sea tu nombre...” (Mateo 6:9b) Se rinde honor a las altas dignidades civiles, militares y religiosas. Así también rendimos Honor, Gloria y alabanza a nuestro Dios; solamente a Él sea nuestra adoración por la eternidad. Matthew Henry dice: Santificado sea tu nombre, es decir, que se le dé a Dios el honor y la gloria que le pertenece. Hemos de dar Gloria a Dios ante, antes de esperar recibir de Él, misericordia y gracia... Fijemos nuestra última meta en que Dios sea glorificado, pues, este es el fin último de toda la creación. Todas las demás peticiones de estar subordinadas a esta y dirigidas a ella: Padre glorifica tu nombre. Lo que pensamos, lo que sentimos y aún lo que hacemos debe traer la Gloria de Dios, es decir que “sea que comamos o bebamos, hagamos todo para la Gloria de Dios” (1 Corintios 10:31) Santificar el nombre de Dios, no es pronunciar su santo nombre en vano, por demás, por pura tradición, es vivir agradando a Dios. Ya que la Biblia dice: “Sean santos, porque yo, soy santo” (1 Pedro 1:16) El Sumo Sacerdote, tenía que vivir en santidad constante, ya que era el representante de Israel para ofrecer los sacrificios del pueblo ante Dios. El Señor Jesucristo vivió en santidad, y agradó a su Padre. Ahora mi amigo(a), decida santificar y traer Gloria y Honor al Señor con sus pensamientos, palabras y acciones.  Alabemos al Trino Dios, con una vida de servicio íntegro, y presentemos ante Dios como “sacrificio vivo, santo y agradable al Señor” (Romanos 12:1)        
El reino de Dios “Venga tu reino,  hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. (Mateo 6:10) El Reino de Dios, no es un reino de violencia, ni un reino político, es un Reino eterno, donde gobierna nuestro Dios. Por lo tanto el creyente debe orar para que el Señor Jesucristo venga pronto. Esta petición hace referencia clara a la doctrina que Cristo predicaba. El reino de Dios se ha acercado (Mateo 4:17) El Reino de Dios es como el área inmensa que Dios tiene su gloria más placentera como Salvador necesario y suficiente de la humanidad, y en él se entra mediante la sumisión a su voluntad que es nuestra santificación. (Matthew Henry) La Biblia habla con frecuencia del Reino de Dios de tres maneras. Algunos pasajes lo mencionan en sentido universal: el gobierno de Dios sobre todas las cosas. Otros hablan del reinado espiritual de Dios en la vida de los creyentes en la tierra. Otros se refieren a un reino futuro en el cual el cielo, la tierra y los seres humanos serán reunidos para experimentar la plenitud del reinado de Dios al final de los tiempos. En un sentido más restringido, el rdD representa su señorío particular sobre los seres humanos que voluntariamente le reconocen como Rey. Incluye el efecto de su acción sobre la historia, la influencia para bien de aquellos que le son obedientes, y su soberanía general sobre el universo. Particularmente es el reino de la salvación, al cual los seres humanos entran mediante su entrega a Jesucristo como Señor, por medio de la fe. Los cristianos deben orar y trabajar para que venga el rdD, y para que la voluntad del Rey sea hecha sobre la tierra. La plena consumación del rdD se realizará cuando vuelva el Señor Jesucristo en el fin de los siglos. Deiros, P. A. (1997) Diccionario Hispano-Americano de la misión. Casilla, Argentina: COMIBAM Internacional.
            El pan nuestro (1) “Danos hoy nuestro pan cotidiano”. (Mateo 6:11) Amigo(a) al orar debemos hacerlo específicamente, pidiendo al Señor por nuestra necesidad material o concreta.  Hay una historia anónima que edite para relacionarla con el pan nuestro es la necesidad que Dios suple a sus hijos y nosotros a los necesitados de Jesús y de pan material Se cuenta que, en la ciudad de Chicago, una noche de invierno soplaba un fuerte viento. Un niñito vendía periódicos en un rincón, tratando de guarecerse del frío inclemente. Realmente, no vendía mucho, lo que intentaba era no congelarse de frío. El niño vio a un policía se le acercó y le preguntó: Señor: ¿Sabrá usted de algún refugio… donde un niño pueda dormir esta noche? Normalmente duermo en una caja de cartón que guardo en el callejón,  pero es que esta noche hace demasiado frío… y me gustaría estar en un lugar cálido. El policía miró al chico y le dijo: Baja por esta calle, hasta una casa blanca, toca la puerta y cuando te abran solamente di: “Juan 3:16”, y te dejarán pasar. El niño obedeció, llegó a la casa y tocó a la puerta. Una gentil señora abrió la puerta, el niño la miró y le dijo:“Juan 3:16”. La señora le contesta:-”Pasa hijo mío”. Lo toma de la mano y lo sienta en una mecedora cerca de una vieja chimenea que estaba encendida. La señora sale de la habitación y el chico piensa por un breve instante: "La verdad es que no entiendo eso de Juan 3:16, pero parece que en verdad puede hacer que un chico… se caliente en una noche fría". (Continuará) Cuando oramos el pan nuestro súplelo, es cuando pedimos al Señor por comida y bebida..., el Señor suple esa necesidad. Hay ocasiones que el Señor contesta de inmediato, otras no, obra de acuerdo a su voluntad. Por eso le animamos a orar de manera concreta por usted y nosotros para que el Señor nos dé sabiduría y el dinero necesario. El pan nuestro (2) “Danos hoy nuestro pan cotidiano”. (Mateo 6:11) Hoy continuamos con la historia anónima e interesante que arreglamos para que usted amigo(a), reflexione en sus oraciones y pida al Señor de acuerdo a sus necesidades personales. Al rato, la señora regresa y le pregunta al chico: - ¿Quisieras comer? El chico respondió: Un pancito no me vendría mal, hace días que no como y no me vendría nada mal un poco de pan. La señora tomo al niño de la mano, lo llevó a la cocina y lo sentó a una mesa llena de exquisitos manjares. El chico comió y comió hasta que ya no pudo más y entonces pensó: "La verdad es que sigo sin entender a Juan 3:16, pero es seguro que llena un estomago hambriento". Al terminar, la señora tomó al chico de la mano y lo llevó al baño, donde lo esperaba una tina llena agua tibia y olorosas burbujas. Mientras el chico se sumergía en la tina, pensaba: "La verdad es que ahora menos entiendo a Juan 3:16, pero ya sé que este puede dejar bien limpio a un chico sucio. En verdad yo nunca había tomado un baño de verdad…en toda mi vida. El único baño que recuerdo fue la vez que me metí debajo del hidrante de los bomberos un día que estos lo abrieron y dejaron caer el agua por la calle". La señora regresó por el chico, lo llevó a una habitación, lo vistió con un pijama y lo acostó en una inmensa cama con una almohada de plumas. Lo cubrió con una espesa colcha, lo besó y le deseo dulces sueños, apagó la luz y salió. El chico, bien abrigado en la cama veía, a través de la ventana, la nieve caer y pensó: "La verdad es que Juan 3:16 puede hacer que un chico cansado pueda descansar..." (Continuará) Hay ocasiones que no entendemos la voluntad de Dios, pero el Señor da el pan necesario para que podamos comer y dormir.  Siga orando a favor nuestro. El pan nuestro (3) “Danos hoy nuestro pan cotidiano”. (Mateo 6:11) A la mañana siguiente, continua esta historia anónima, la señora regresó con ropa limpia y lo llevó ante la misma mesa de la noche anterior, llena de ricos manjares para el desayuno, después de comer, la señora lo sentó en la misma mecedora de la noche anterior y tomó en sus manos una vieja Biblia. Se sentó frente a él, le miró a los ojos y con una dulce voz le dijo: - ¿Entiendes a Juan 3:16? No señora, anoche fue la primera vez en mi vida que oí sobre él, cuando el policía me dijo que se lo dijera a usted. La señora abrió la Biblia; la abrió en Juan 3:16 y comenzó a explicarle, al niño, acerca de Jesús. Ahí, frente a esa vieja chimenea… el chico entregó su corazón y su vida a Jesús, al tiempo que pensaba: "Juan 3:16, quizás no lo entienda, pero hace que un chico perdido se sienta seguro y amado". ¿Saben? Yo tampoco lo entiendo exactamente: “Como fue que Dios estuvo dispuesto a mandar a su único Hijo a morir por mí, y cómo fue que Jesús estuvo dispuesto a ello. No comprendo la agonía del Padre y de toda la Corte Celestial al presenciar el sufrimiento de la pasión y muerte de Jesús. No entiendo la intensidad del AMOR de Jesús por mí, que lo mantuvo en su camino hacia la cruz hasta el fin. Yo no lo entiendo, pero de lo que sí estoy seguro… es de que hace: que esta vida valga la pena vivirla y que nuestra misión debe ser cumplida. Juan 3:16  "Porque de tal manera amó Dios al mundo: Que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en Él cree, no se pierda más tenga vida eterna". Amigo(a), el Señor Jesucristo dio su vida para salvarte y ahora eres un hijo(a) de Dios, quien suple tu necesidad integral, espiritual y material. Por eso adora y sirva al Señor. Gracias por orar a favor nuestro.
El perdón es necesario “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores”. (Mateo 6:12) Sin lugar a dudar una de las palabras que resonará en el cielo, es el perdón. Cristo nos perdonó y liberó de la deuda del pecado y nosotros debemos perdonar para liberar a nuestros deudores. ¿Qué es el perdón? No es mera palabrería, un lo siento superficial, o una disculpa; es más que eso. ¿Qué dice la Biblia?  Es un acto de remisión que Dios otorga al que se arrepiente. Mateo 6:12 Es un acto voluntario, pero a la vez es una orden divina para poder ser restaurada nuestra comunión con el Señor. Perdonar es saldar la deuda, es otorgar amor al ofensor. ¿Por qué es importante el perdón? Porque tiene la relación del pecador de perdonar a quienes han perdonar a quienes lo han ofendido. Lea Mateo 6:14-15) Porque el Señor mismo perdonó a sus enemigos, dejándonos ejemplo. Porque si perdonamos, El Señor nos perdona, caso contrario, cerramos la puerta al no dar perdón. Nuestra comunión con Dios se rompe. ¿Cuál es el resultado del perdón? Reconocer que hemos ofendido al Señor. El Salmo 51 es una guía para humillarnos ante Dios, reconociendo que le hemos fallado y hemos pecado. La reconciliación con Dios, es vital y necesaria. La restauración espiritual para mantener la comunión con el Señor, es sumamente importante y clave para nuestra espiritualidad cristiana. El otro día, un líder pidió perdón por una deuda que mantenía con una congregación por largo tiempo, consiguió el dinero y pagó su deuda, luego públicamente pidió perdón, con vergüenza por el dolor causado y con valentía confesó a la Iglesia; oramos, lo perdonamos y restauramos nuestra comunión y amistad. Cristo nos perdonó de nuestros pecados y nos limpió, por eso tenemos comunión con el Padre celestial. Ahora le animamos a servir al Señor de todo corazón y a seguir orando por nosotros. ¿Envía Dios la tentación? “Y no nos dejes caer en tentación,  sino líbranos del maligno”.  (Mateo 6:13) Una de las preguntas en consejería pastoral es, si Dios tienta, es obvia la respuesta, no. Satanás tienta a hacer el mal para pecar. Dios prueba al creyente para su propio bien. Pensemos acerca de la tentación. Tentar, es incitar para hacer el mal; mientras que pecado es ceder y hacer lo malo. La tentación nos provoca, el pecado lo consumamos. Tentación no es pecado, pero si cedemos y lo hacemos entonces pecamos contra Dios. Por ejemplo, no podemos evitar mirar una linda mujer, o joya, o el poder, pero al acostarnos con una persona ajena, o serle infiel al cónyuge, o codiciar el poder, entonces pecamos. Lea Santiago 1: 12 –15 “Bienaventurado el varón que soporta la tentación... Cuando uno es tentado no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie, sino que cada uno  es tentado, cuando de su propia pasión es atraído y seducido...” El remedio para esto es Mateo 26:41 “Velad y orad para que no entréis en tentación...”  Usted tiene que estar alerta, orar al Señor para que no ceda a su pasión y evitar el mal. Recuerde que José, temía a Dios y huyó al acoso sexual de su jefa.  Tiene que tener tiempo con Dios, leer la Biblia, ir a la Iglesia, pedir ayuda al Pastor; caso contrario cederá con facilidad. Amigo(a), no ceda a la tentación, mejor adore a Dios, sírvale y deje que el Espíritu Santo controle su vida y ayude al débil y siga caminando con Dios. No deje de seguir intercediendo por los misioneros, pastores, su familia y por este Ministerio.
            “Tuyo es el reino” “... Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria,  por todos los siglos.  Amén" (Mateo 6:13b) Pensar en que Dios es soberano y dueño del mundo, y que tiene todo bajo control, es para alabarle por lo que Él es. Es que nuestro Dios, es digno de todo loor y toda Gloria. Toda oración que hagamos al Padre celestial, de expresar la liturgia del alma agradecida al Señor por lo que Él es.  Bien señala Apocalipsis 4:9-11, “Cada vez que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono,  al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos,  y echan sus coronas delante del trono,  diciendo: "Señor,  digno eres de recibir la gloria,  la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas". Loado sea el Señor por todo lo que ha hecho, creó al mundo, creo la naturaleza, creo al ser humano, creo los animales y todo lo hermoso de este universo. Por todo esto, el Señor es digno de alabanza, digno de postrarnos ante Él, reconociendo su grandeza y su poder. Ahora como hijo de Dios, haga quedar bien a su Padre con un excelente testimonio de vida y trabajo, usando bien el tiempo, no robándolo para deleites personales. Allí donde estudia, investigando y haciendo la tarea personal sin copiar trabajo ajeno. Dios merece nuestra adoración, si le hemos fallado, confesemos a la luz de 1 Juan 1:9 y apartemos del pecado y postremos nuestro cuerpo y alma para adorarle en “espíritu y verdad”. Es hora de buscar a Dios, de amarlo y servirle. Ore para que este Ministerio toque a personas que deseen invertir para seguir predicando a Cristo. 

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