domingo, 18 de diciembre de 2011


JESÚS EN EL CENTRO
Zac. 12:10-14
(10) dice: Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. ¿Alguna vez oíste acerca del «principio cristocéntrico» para interpretar la Biblia? Dicho sencillamente; significa que todo lo que sabemos sobre Dios, los ángeles, Satanás, las esperanzas humanas, el universo en su totalidad se entiende mejor cuando se vincula con Jesucristo. Él está en el centro.
Hace poco, se descubrió que uno de los libros menos conocidos del A. T. Zacarías, es uno de los más cristocéntricos. Esta profecía constituye un buen ejemplo porque habla de la humanidad de Cristo (6:12) Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová.
Su humildad (9:9) Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.
Su traición (11:12) Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata.
Su deidad (12:8) En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos.
Su crucifixión (12:10) Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.
Su regreso (14:4) Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.
Y Su reino futuro (14:8-21) 8Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno. 9Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre. 10Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey. 11Y morarán en ella, y no habrá nunca más maldición, sino que Jerusalén será habitada confiadamente. 12Y esta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca. 13Y acontecerá en aquel día que habrá entre ellos gran pánico enviado por Jehová; y trabará cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero. 14Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las naciones de alrededor: oro y plata, y ropas de vestir, en gran abundancia. 15Así también será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los asnos, y de todas las bestias que estuvieren en aquellos campamentos. 16Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. 17Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. 18Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos. 19Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la fiesta de los tabernáculos. 20En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVÁ; y las ollas de la casa de Jehová serán como los tazones del altar. 21Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada a Jehová de los ejércitos; y todos los que sacrificaren vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos.
Un pasaje particularmente significativo es (10) que dice: “y mirarán a mí, a quien traspasaron” El concepto de «traspasaron» se refiere al rechazo histórico de Israel hacia Jesús como el Ungido de Dios, lo cual trajo aparejada Su crucifixión. No obstante, este versículo también predice que habrá una generación futura de judíos que lo aceptarán como su Mesías. En la segunda venida de Cristo, un remanente de Israel reconocerá a Aquel que fue crucificado y colocará su fe en Él. Este libro maravilloso debería instarnos a buscar más verdades centradas en Cristo, tanto en otras partes de la Biblia como en cada faceta de la vida. Mantén a Jesús en el centro de todo. Vive una vida cristocéntrica. Reflexión: Jesucristo es la clave para entender la Palabra de Dios.

EL ENVEJECER DEL HOMBRE
(2ª Cor. 4:16) dice: Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Te das cuenta de que te estás haciendo mayor cuando te sucede lo siguiente: tus rodillas se tuercen; no te puedes abrochar el cinturón; discutes sobre cuál es el mejor adhesivo para la dentadura postiza; te sientas en una mecedora y no consigues mecerte; cuando apagas la última vela de tu pastel de cumpleaños y la primera ya se ha extinguido; cuando no encuentras muy graciosos los chistes de “hacerse viejo”
Envejecer no es para los débiles, por eso la Biblia nos da ejemplos de lo que la edad mayor conlleva. Isaac se quedó ciego (Gén. 27:1) Aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí.  
David no entraba en calor (1º R. 1:1-4) 1Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no se calentaba. 2Le dijeron, por tanto, sus siervos: Busquen para mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey y lo abrigue, y duerma a su lado, y entrará en calor mi señor el rey. 3Y buscaron una joven hermosa por toda la tierra de Israel, y hallaron a Abisag sunamita, y la trajeron al rey. 4Y la joven era hermosa; y ella abrigaba al rey, y le servía; pero el rey nunca la conoció.
Pablo se refiere a sí mismo como “Pablo, ya anciano” (Filemón 9) más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo. Y habló de los achaques físicos y emocionales de ser viejo, sentimientos de abandono y soledad, decepción con algunos de sus colaboradores, despedidas a amigos a quien tal vez no volvería a ver (2ª Tim. 4:9-21) 9Procura venir pronto a verme, 10porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. 11Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio. 12A Tíquico lo envié a Efeso. 13Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos. 14Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. 15Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras. 16En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. 17Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. 18Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. 19Saluda a Prisca y a Aquila, y a la casa de Onesíforo. 20Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo. 21Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos. 22El Señor Jesucristo esté con tu espíritu. La gracia sea con vosotros. Amén.
La hermana mayor: “En el último cumpleaños de su hermano, le envió este mensaje: “Tengo malas noticias” “Nuestro hombre exterior se va desgastando”  Luego añadió: “Pero también tengo buenas noticias”: “No desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día” Si te crujen los huesos, tienes artritis en las manos, no ves bien, caminas despacio, eres duro de oído y tu corazón late al ritmo del colesterol, ¡anímate! Dios está preparando una celebración para el día en que llegues al Cielo, donde nunca envejecerás, porque en ese lugar no existen las edades.”

LA VIEJA VA, LA NUEVA VIENE
(1ª Cor. 5:17) dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” Cuando una oruga es transformada en una mariposa, se vuelve una criatura totalmente nueva. Una metamorfosis acontece. Así, si alguien está en Cristo, es una nueva criatura. ¡La vieja se fue, la nueva vino!
De aquí algunos días el nuevo año estará llegando. El viejo se despide y el nuevo se presenta. Pero, más importante que el año que es cambiado, es nuestra vieja vida que necesita ir y dar lugar a una nueva vida en Cristo, transformada, renovada, edificada, bendita.
Cuando decimos que estamos en el Señor y nada mostramos que testifique nuestras palabras, estamos engañando a nuestros amigos y principalmente a nosotros mismos. Jamás engañamos a Dios, que todo sabe, todo ve, todo conoce. Es el Señor y necesitamos ser verdaderos en nuestra relación con Él. Un objeto que está defectuoso en nuestras casas, puede ser arreglado. Volverá a funcionar, pero, nunca será un objeto nuevo. Será siempre un viejo objeto, aun cuando vuelva a funcionar.
La vida cristiana tiene que ser nueva. No puede traer las ranuras del pasado, las veredas rotas del pasado, los rincones sucios o sin brillo de lo pasado, el color desteñido de lo pasado, la apariencia débil de lo pasado. Nuestras vidas necesitan ser completamente nuevas. Deben tener brillo y pureza, deben tener una apariencia que agrade a nuestro Señor. Deben actuar de manera diferente de la forma antigua. Aprovechemos ese final de año para despedir nuestra vieja naturaleza y convidar una nueva, bonita, Santa, agradable, para hacer parte de nuestros días con Dios. Deje a Jesús entrar en su corazón y la metamorfosis será ¡inmediata!

sábado, 17 de diciembre de 2011


EN LA MESA DEL SEÑOR
1ª Cor. 11:23-34
            Todos sabemos que hay infinidad de mesas: Cantinas, restoranes, escuelas, oficinas, hogar, etc. ¿Para qué sirven? Unas para uso de honra y muchas, para usos viles. Pero ¿En la mesa del Señor? Bajo este tema aprenderemos juntos muchas cosas.
·       ¿Cuándo FUE INSTITUIDA?
o   En ocasión de la pascua (Mat, 26:17, 26-28) Antes de su muerte —Un punto de vis erróneo (transustanciación) La Ig. Católica dice que el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo —Mateo nos aclara: El señor está presente, instituyendo la Cena, entonces no puede ser su cuerpo lo que tiene en su mano, su sangre, menos, aún no “muere” (1ª. Cor. 10:17) Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos; somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. (Pan, pan y vino, vino).
·       ¿QUE ES PARA NOSOTROS?
o   Señal y sello: No solo en cuanto a los elementos visibles del pan y del vino, sino en la acción misma de participar de ella.
o   Representación simbólica: (1ª Cor. 11:26) Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
o   Simboliza nuestra participación en el resucitado. ¡Así profesamos nuestra fe!
o   Nos da seguridad: De ser objetos del gran amor de Cristo. (Fil. 2:5-11) —Ese sello es la garantía de que todas las promesas del pacto y las riquezas del evangelio, es nuestra. No sólo en la esperanza, sino como actuales poseedores de ellas.
·       ¿QUE ES COMER INDIGNAMENTE?
o   Comiere o bebiere: Así leen tres, de los cuatro manuscritos, sólo uno lee: Comiere y bebiere —De este se sirve la iglesia de romana para servir un solo elemento. ¿Por qué nada más pan? (ostia) —Este no es el significado, Pablo dice: Quien quiera que es culpable de conducta indigna, al comer el pan o beber la copa, es culpable del cuerpo y de la sangre de Cristo —La impropiedad en uno de los elementos corrompe la comunión en ambos. Por eso el Apóstol no dice: “Culpado del cuerpo, o de la sangre” —Dice: “Culpado del cuerpo y de la sangre” ¿Qué del que sólo participa del pan, o del vino?
·       ¿Por qué? ¡Porque desobedece el mandamiento expreso de Cristo, de participar de los dos elementos!
o   La indignidad en la persona, no es la que excluye, sino la participación indigna —Por indignos que seamos, si nos examinamos de modo de comprobar, reconocer, que aún siendo pecadores, Cristo murió por nosotros, podemos participar (Fil. 1:6) dice: Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará, hasta el día de Jesucristo.

Amados, no les estoy ofreciendo una carta de salvo conducto para vivir en pecado, ¡No! ¡De lo contrario! Los exhorto a que hagamos nuestro el consejo del Apóstol Pedro (1ª. P. 3:10-12*)
Mis estimados hermanos, preparémonos pues, para participar de la mesa del Señor Es el momento de pensar y de creer en las promesas de Dios (1ª de Juan 2:1) Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

CON AMOR CRISTIANO

GUARDAR NUESTROS PENSAMIENTOS
Fil. 4:8-9) Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mi, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. Nuestros pensamientos frecuentes se convierten en “hábitos”. Son los pensamientos habituales los que configuran nuestras “creencias”. Estas creencias, luego, producen más pensamientos acordes a estas creencias y estos crean realidades para nuestras vidas. Es deducible ahora, que los pensamientos repetitivos que constituyen nuestras creencias, son aquellos que configuran nuestra realidad. Decía Richard Bandler: “Tus creencias no están hechas de realidades, sino mas bien es tu realidad la que está hecha de tus creencias” Por eso el proverbista dice: (Prov. 4:23) “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de el mana la vida” El sano pensar conduce a buenas convicciones sobre el bien y el mal. Producirá la confesión, el arrepentimiento y un cambio de vida. Cuídese de lo que entra en su mente a través de sus ojos y sus oídos. No permita que entre nada que contamine su mente.
Su cerebro, no puede diferenciar una realidad determinada, ya sea esta objetiva (olfato, tacto, vista, gusto y oído), subjetiva (dentro de Usted mismo) o idealizada, por lo que dirige su accionar y su energía hacia lo que “Usted cree que es” y no a lo que “Usted esencialmente es” Si Usted acepta que hay un poder divino que lo guía y predestina, notará que su vida comienza a iluminarse por este Poder, que va mas allá de su propio poder de pensamiento individual. Es el Poder Supremo, la mente suprema de Dios por sobre su propia mente. Si Usted piensa en Dios como primera consigna, su mente, por añadidura, producirá pensamientos constructivos, que no solo estarán cargados de positivismo; sino también de fe. Si su mente pone a Dios, por sobre todas sus cosas, estará actuando en su vida con Poder Espiritual.
Tenga siempre presente que “Dios y Usted son multitud”. Que si por una milésima de segundo se aleja del poder divino de Nuestro Padre Supremo, su mente comenzará a impregnarse con pensamientos oscuros. Esta es la soledad del espíritu, reflejada en su mente, que sabotea; una guerra que el Ego estará librando para conseguir el propósito de que Usted crea que Dios lo abandona. (Sal. 8:3-5) 3Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, 4Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites? 5Le has hecho poco menor que los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra. ¿En qué está su pensamiento? ¿En las cosas de arriba o las de la tierra? Recuerde: No se puede servir a dos señores. Porque donde está vuestra riqueza, allí también estará vuestro corazón.

DEVOCIONAL CRISTIANO.

SELLADOS CON SU PRESENCIA
Cuando renacemos, nuestro espíritu es recreado y hecho justo y santo. Mientras que el cuerpo pueden pecar, el espíritu no puede pecar. Cuando reconocemos nuestra necesidad de un Salvador, confesando nuestros pecados y pidiendo a Dios que nos perdone, Jesús entra a nuestro corazón, y renacemos nuevamente. Dios ahora nos ve como nueva criaturas, pero Él no quiere que vivamos una vida pecaminosa, porque sabe que las consecuencias negativas de pecado puede destruir nuestras vidas. “Ningún cuerpo debe jactarse en Su presencia” (1ª Cor. 1:29) “a fin de que nadie se jacte en su presencia”
Hemos recibido sabiduría, justicia, santificación y redención en nuestro espíritu recreado. (1ª Cor. 1:30) Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; El espíritu renacido es una con Cristo. No tenemos que obrar para obtener nuestra sabiduría, justicia, santificación y redención. Dios ha perfeccionado esta obra en nuestro espíritu. Dios está satisfecho con la obra que Él (Cristo) ha hecho en nuestro espíritu. Se nos ha dado el derecho de estar en Su presencia por el sacrificio de Jesús (2ª Cor. 5:21) Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. Él nos acepta y nos ama a pesar de nuestro comportamiento (Ef. 1:5-6) 5en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.
Somos favorecidos y amados en Su vista (Luc. 1:28) Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo !Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Nuestro espíritu renacido está sellado y preservado con el Espíritu Santo. Nuestro espíritu no puede contaminarse (Ef. 1:13) En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa. En nuestra carne (nuestro cuerpo y espíritu), constantemente estamos en una situación. Nosotros en algún momento dejamos de hacer lo que es correcto (Stgo. 4:17) y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. (1ª Jn. 1:8) Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
Aunque pecamos en nuestro cuerpo, no podemos pecar en nuestro espíritu. Nuestro espíritu renacido no participa en pecado (1ª Jn. 3:9) Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. No tenemos que sentirnos culpable o sin valor por causa de nuestros pecados. Podemos confesar nuestros pecados a Dios. Él es fiel y justo de perdonarnos de nuestros pecados y limpiarnos de toda injusticia (1ª Jn. 1:9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Jesucristo es nuestro abogado cuando pecamos (1ª Jn. 2:1) Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Por lo tanto, no debemos vivir una vida pecaminosa porque el pecado trae consecuencias destructivas. Recuerde: Dios es amor, pero también es fuego consumidor.

viernes, 16 de diciembre de 2011

CON AMOR CRISTIANO

NO HACE FALTA
No hace falta que llores un día más lamentándote. No hace falta que te digas a ti mismo que eres culpable. No hace falta que tomes pastillas para dormir y así poder olvidar por un instante. No hace falta que ocultes tu tristeza por una sonrisa muy grande. No hace falta que les preguntes a todos cómo se encuentran si ni siquiera te lo preguntas a ti. No hace falta que digas que eres feliz, cuando en los ojos se te ve la tristeza. No hace falta que trates de pensar que todo está bien cuando en realidad todo está mal. No hace falta que te hagas daño con tus palabras ni mucho menos que quieras volver atrás.
Ya lo pasado, pasado es, ni tú ni nadie lo podrá cambiar, humanamente hablando. Por eso hace falta que te arrepientas de corazón, ores sin cesar, ora tanto que Dios escuche tu llanto.
Hace falta que vuelvas de donde saliste, de la casa de Papá (Dios). Lo que hace falta es que Jesús renueve tus fuerzas y te dé de su paz. Lo que hace falta mi amado amigo(a) es que ya no mires atrás, vamos levántate, la guerra aún no la has perdido. Lo que hace falta es que te entregues por completo a Dios, y sea él quien reordene la vida que él alguna vez te dio. Lo que hace falta es que guardemos silencio tú y yo, para así poder escuchar la voz del Creador, hoy es el día en que nos digamos a nosotros mismos ¿qué es lo que realmente quiere nuestro corazón? ¿Querrá paz o quizás, alegría a montón? Si te inclinas por la paz, esta te hará sonreír de felicidad y si por la alegría, solo sonreirás. Es difícil tomar decisiones, si no sabes a donde ir, desearás volver atrás, que la vida ahora te sabe mal, pero por favor, donde quiera que tú estés, recuerda que el sol, sale para todos y que hoy Dios, también apuesta por ti y por mí. Hagamos, pues lo correcto para poder mirar al cielo sin ningún temor, y a cambio recibamos del Padre un perdón.

UNA CAPSULA DE AMOR:

Un deseo de Graduación: Salmos 42.
En el (5) leemos: ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
El orador en la ceremonia de graduación de una escuela secundaria era el presidente de una gran corporación. Se le eligió para la ocasión debido a su éxito. Pero su discurso vino con un deseo de lo más inusual para los graduados.
El orador les dijo a los estudiantes que estaban sentados delante de él con sus togas y birretes: Si yo pudiera tener una esperanza para ustedes ahora que salen al mundo, sería esta: Espero que fracasen. Espero que fracasen en algo que sea importante para ustedes.
Prosiguió diciendo cómo su propia vida había sido un fracaso tras otro, hasta que aprendió a ver el fracaso como un maestro efectivo.
Amados, muchos de los cánticos de Israel se originaron en épocas de fracaso. De la desesperación surgió el clamor: del Sal. 32:1-2) “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de dios, del Dios vivo”
Algunas veces no estamos listos para ver las maravillas de la sabiduría y la fuerza de Dios, hasta que estamos jadeando. Exhaustos porque nos hemos quedado sin fuerzas.
Una historia recurrente de la Biblia es que de los valles del fracaso, se levantan las montañas de la fe. Antes de descubrir el terreno elevado que estamos buscando, puede que tengamos que ver el fracaso de los sueños que albergamos en nuestros corazones y en vez de ello, confiar en el amor, la sabiduría y la guía de nuestro Dios.
Recuerda: Aprende de tus fracasos, o fracasarás en tu aprendizaje.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

SIN DEPOSITO NO HAY DEVOLUCION:

¿Está usted preparado para hacer frente a alguna crisis? No espere hasta que la crisis lo tome por sorpresa para saber si está o no está preparado, prepárese ahora mismo. Eso es lo que una pareja de socios colaboradores hizo. Estaban ante una situación que le hubiera puesto los pelos de punta a cualquiera. Pero cuando la crisis los golpeó, sus corazones estaban tan afirmados en la Palabra de Dios que su reacción inmediata fue de fe, no de pánico.

Lo que más me impresionó cuando oí su testimonio fue algo que dijeron varias veces: “Sin depósito, no hay devolución”. Lo que estaban diciendo es que si uno no se toma el tiempo para depositar la Palabra en el corazón, esta no estará allí más tarde cuando la necesite. Usted terminará lleno de duda y en crisis, en vez de fe y del poder que necesita para salir adelante. Una situación como la que enfrentó esta pareja podría ser desastrosa para usted.El hijo de dos años de esta pareja había sufrido una caída que le había fracturado el cráneo y lesionado seriamente el cuello. No sentía nada en los brazos ni en las piernas y no podía moverse. Sin embargo, cuando se lo llevaron para la sala de urgencias, ellos se sintieron inundados de una gran paz. En lugar de lamentarse y llenarse de temor, se pusieron a orar con fe, diciendo: “Por las heridas de Jesús, nuestro hijo es sanado”.

Efectivamente, en pocas horas, el niño fue restaurado por completo. Aun las radiografías comprobaron que había ocurrido un milagro. Lo que hay que entender de esta experiencia es que la victoria no se obtuvo cuando desaparecieron las lesiones del cuerpo del niño, sino en los días, las semanas y los meses anteriores cuando los padres estaban oyendo mensajes, estudiando la Palabra y orando en el Espíritu. La victoria se obtuvo porque ellos se habían tomado el tiempo para edificarse en la Palabra, y cuando llegó la crisis, pudieron estar firmes. Ahora es cuando usted debe edificar un fundamento firme como la roca, no cuando esté ante alguna crisis. Ponga la Palabra en abundancia en su corazón ahora, para que cuando la necesite fluya con poder.

Recuerde: sin depósito, no hay devolución.

Empiece a hacer esos depósitos preciosos hoy mismo. (Sal. 112:1, 7) 1Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. 7No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová.

lunes, 12 de diciembre de 2011

DE CRISTIANO ECH PARA ESTUDIO.

DEFETOS SACERDOTALES

Hay falta en él; no se allegará a ofrecer el pan de su Dios (Lev. 21:18-21) De acuerdo al Reglamento General de Fabricación de Alimentos y sus normas complementarias de cada país, las empresas se obligan a adoptar un escrupuloso proceso de higiene en relación a su fabricación, manejo y distribución; y así garantizar el buen estado de los productos que se ofrecen al público consumidor. En este aspecto y en otros, se actúa de manera prudente y sensata, si no fuere así, se generarían costosos riesgos a la salud de los consumidores y se enfrentarían millonarias demandas legales como consecuencia y el prestigio de las empresas se desplomaría.

El acercarse a Dios debe fundamentarse sobre una correcta preparación de santificación y limpie-za en oración: “... porque los hijos de este siglo son en su generación más sagaces que los hijos de luz” (Luc. 16:8) Lamentablemente, los “hijos de la luz”, los cristianos, en muchos casos, no actúan prudentemente o de manera sensata. Uno de estos aspectos es referente a la manera de acercarse a la Presencia de Dios. Dios no ha cambiado... Él sigue siendo Santo, y demanda que Su pueblo sea santo y esto incluye su intento de acercamiento a Él. “Pues que yo soy Jehová vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo” (Lev. 11:44; 1ª P. 1:16)

Santo: Hebreo: cadósh, cadásh. Sig: Pureza, sagrado, consagrado, limpio, dedicado, sin mancha, sin tacha, irreprensible, irreprochable, intachable, santo, libre de mezclas. Dios mismo habla de Sí mismo, de Su naturaleza Santa; en Él no hay inmundicia, nada turbio, ningún pensamiento o sentimiento corrupto; todo lo que hay en Él es luz y limpieza en lo extremo; Su naturaleza es sin mancha alguna. Nada de Él es objeto de reprensión y de censura. El entendimiento humano, jamás logrará comprender en su totalidad lo que implica la santidad del Eterno Creador. Es verdad, en el intento de acercarse a la presencia de Dios, puede haber sinceridad y buenas intenciones en el creyente pero sin embargo, fallar en su preparación espiritual o en el proceso de santificación o limpieza. Fallar en este proceso de santificación, equivalía a encontrarse con experiencias de muerte espiritual. “Y también los sacerdotes que se llegan a Jehová, se santifiquen, porque Jehová no haga en ellos estrago” (Éx. 19:22)

La palabra Estrago en Hebreo es “parats” Sig: Destruir, quebrantar, esparcir, derribar, romper hacer huir y caer. Entonces ahora nos explicamos, el porqué muchos cristianos tienen en su vida espiritual, una vida de desmayo de ánimo; desilusión, depresiva, se sienten esparcidos en sus sentimientos y emociones, pues a la falta de este tratamiento de higiene o limpieza espiritual, se acarrean experiencias de ciertos tipos de estragos o “muerte espiritual”. Por lo tanto, aún sigue vigente de manera espiritual un riguroso proceso de limpieza, purificación y santificación para aquel que quiere allegarse o acercarse a la Santa Presencia del Señor de manera prudente y sensata. Los Principios de Dios en relación a la manera de acercarse a Él, no han cambiado, es verdad para los sacerdotes en el A. T., los lavamientos para purificación eran hechos literales; hoy son lavamientos espirituales basados sobre una vida de oración.

Tenemos el privilegio hoy, de ser sacerdotes espirituales ante nuestro Dios: “Y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios su Padre...” (Ap. 1:6) Realmente es un honor para nosotros como cristianos, que Dios nos otorgue el sublime título de sacerdote. Pero no olvidemos que los sacerdotes en el A. T., portaban en su frente una placa grabada que decía: Santidad a Jehová. Además sus vestidos llevaban y transmitían ese mismo mensaje. (Lev. 15:38) habla de que los vestidos del pueblo de Israel en general, llevarían pezuelos o franjas en los remates (bastillas) de sus vestidos, y en esas franjas un cordón azul o cárdeno.

El Hebreo para “franja o pezuelo” es: Tsitsét ó Tsits. Da la idea de una borla, o mechón, o de una flor, o una lámina brillante. Entonces, aún los vestidos de los Israelitas debían llevar el sello de la Santidad de Dios. Y si nos consideramos sacerdotes entonces interna y externamente debemos llevar la marca de la santidad. O acaso ¿Solo queremos ser sacerdotes sin la santidad? ¡No es posible ello! Dios mismo estableció un riguroso proceso de santificación o purificación que debían observar los sacerdotes en su intento de penetrar al Atrio, al Lugar Santo y Lugar Santísimo del Tabernáculo de Moisés. Entonces es algo temerario e imprudente tomar una dirección errada el querer acercarse a la presencia del Señor y tocar Su gloria sin haberse preparado a través de un proceso o trabajo en oración de santificación o limpieza. Recordemos: Fallar en este proceso, acarreaba la muerte. Consideremos ahora algunos otros aspectos que impedían que los sacerdotes participaran en las cosas sagradas y tampoco le permitía acercase a la santa presencia del Señor.

Se llega a ser un hijo de Dios, pero no significa que ya no se tengan defectos espirituales: “Porque ningún varón en el cual hubiere falta, se allegará: se allegará: varón ciego, o cojo, o falto, o sobrado, o varón en el cual hubiere quebradura de mano, o corvado, o lagañoso, o que tuviere nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o compañón relajado; ningún varón de la simiente de Aarón sacerdote, en el cual hubiere falta, se allegará para ofrecer las ofrendas encendidas de Jehová. Hay falta en él; no se allegará a ofrecer el pan de su Dios.” (Lev. 21:18-21) “Empero no entrará del velo adentro, ni se allegará al altar, por cuanto hay falta en él; y no profanará mi santuario” (23) Si un hombre nacía en la familia Aarónica y sin embargo tenía algún defecto físico, no podía servir o ministrar delante del Señor. Su nacimiento lo autorizaba a comer del Pan Santo, pero sus defectos le impedían tener el privilegio de ministrar en las cosas santas del Señor. Esta es una verdad preciosa pero cargada de solemne advertencia para aquellos que tienen oídos espirituales para oír. Los defectos y las fallas físicas eran un tipo y figura de los defectos del alma y del espíritu del hombre. Podemos ser hijos de Dios mediante un nuevo nacimiento espiritual, pero si nuestro espíritu y nuestra alma poseen defectos, no podremos tener el privilegio extraordinario de acercarnos y sentir la gloria y poder de Su santa presencia tal como Dios desea que la experimentemos; por misericordia, solo podremos tenerla en cierta medida. Alguien pudiera argumentar que Cristo murió para que podamos tener libre acceso hasta la misma presencia de Dios, y que para esto el velo del Templo se rasgó y ya no hubiera ningún obstáculo para llegar a la presencia de Dios. Es verdad, Cristo murió y el velo se rasgó para dejar libre el camino al Padre, mas sin embargo, nuestros defectos espirituales, si impiden el tener libre acceso a la presencia de Dios, es verdad que se puede experimentar en cierto nivel Su presencia, pero recordemos y nunca olvidemos que: “No hay ninguna comunión entre la luz y las tinieblas”, “No hay compañía entre lo justo y lo injusto” (2ª Cor. 6:14-16)

Es fácil darse cuenta cuando un cristiano está experimentando la presencia de Dios, cada día piensa y actúa más como Jesús lo haría: Si de verdad tuviéramos la experiencia de entrar al Lugar Santísimo de una manera continua, nuestra vida cambiaría radicalmente, de tal manera que lo único que desearíamos, sería vivir con un alto grado de santidad, de rectitud, limpieza, honestidad, amor, gozo, bondad, misericordia, etc. Nuestros pensamientos, razonamientos, actitudes, reacciones, palabras y acciones serían cada vez mas ¡Semejantes a los de Jesucristo!, ¡Seríamos cada día más como Jesús!, y los primeros en verlo y hablar de ello serían los propios familiares u otras personas cercanas. Si de verdad entramos a la presencia de Dios o al Lugar Santísimo, entonces perderemos el deseo de cualquier cosa y lo único que buscaremos, será ¡Ser como Jesús! En su manera de pensar, hablar y actuar. Hoy se expresa de manera ligera y libremente: “Estamos entrando al Lugar Santísimo”, pero esto generaría automáticamente una transformación de nuestros hábitos, forma de ser y defectos que son característicos del viejo hombre y la corrupta naturaleza. Entrar al lugar Santísimo, implica tener y experimentar un increíble gozo y paz, amor y bondad aunque nos hallemos en medio de las más severas pruebas, maltratos, sufrimientos, etc. Si somos honestos, reconoceremos que nos falta mucho para vivir y ser como Jesús en nuestra vida diaria. ¿Vamos a vivir una vida de éxtasis, deleite y embeleso de amor por Jesús?, entonces nos es necesario deshacernos de nuestros defectos y fallas espirituales; nos es necesario rogar a Dios cada día transforme esas imperfecciones por medio de la Sangre de Jesucristo. ¿Haremos esto cada día?, entonces experimentaremos una vida de gran deleite, dicha y de amor por el Señor, Su Palabra, Su obra y Su voluntad. Cada día nos obsesionaremos por ser más santos, estaremos dispuestos a separarnos de lo que sea con tal de ser y hacer como Jesús.

La ceguera espiritual es como ver la verdad de Dios a través de unas gafas oscuras o a medias: Veamos algunos de los defectos sacerdotales mencionados en Levítico 21

Ciego. Hebreo: ivvér. Sig. Apagar o tener como una película sobre los ojos; oscuro. Hoy, mucha gente sin Dios, hace alarde de su riqueza material o su posición social, diciendo que son ricos y están en opulencia y que no tienen necesidad de nada; pero lo triste es que también este es el alarde espiritual de muchos de los hijos y ministros de Dios: No tienen necesidad de nada (?). Ellos tienen los dones, ministerios, habilidades y éxitos. Pero... ¿Ya no tienen necesidad de nada?, supuestamente “todo lo tienen” pero están ciegos a causa de su orgullo, están ciegos a la visión espiritual de que es necesario crecer en la humildad de Jesucristo; de “ser y hacer como Jesús”, imitarlo en Su santidad y sencillez para vivir. Hay quienes no aceptan una invitación a ministrar en otra ciudad, a menos que les garanticen hospedaje en hotel de varias estrellas o una considerable ofrenda de amor, mientras Jesús no tenía donde recostar su cabeza. ¿Qué de aquellos que en su ministerio, solo dan preferencia de trato a los que tienen una buena posición social y económica o a los que visten bien?, Jesús se allegó a las multitudes más humildes, a los pobres, marginados e ignorados. ¡Cuánta ceguera hay! Las denominaciones viven en constante guerra y pregonan que solo ellas tienen la verdad, pero esto es ceguera espiritual. Jesús dijo: “En esto conoceréis si son mis discípulos, si se tuvieren amor los unos por los otros”, “más yo os digo, amad a vuestros enemigos” ¿Por qué encontramos en el pueblo de Dios un buen número de cristianos que se levantan a las 9 o 10 de la mañana a orar, no estudian la Palabra, llegan tarde a la iglesia, etc. Dios dice en Su palabra: “Yo amo a los que me aman, y me hallan los que madrugando me buscan” (Prov. 8:17) Todo esto, y muchas otras cosas vienen de la ceguera espiritual, no ven sus faltas, no ven la necesidad de arrepentirse, no ven la necesidad de ir a la perfección de Cristo o del “ser y hacer como Jesús”, pero según ellos: ¡No tienen necesidad de nada!

Un defecto espiritual que impide acercarse de manera correcta a Dios, es el hecho de ser titubeantes al hacer decisiones: La ceguera también es manifiesta cuando el cristiano o el ministro se atribuye la libertad de señalar todo tipo de fallas de los demás; a todo mundo le ve errores, solo él se ve perfecto y sin pecado. La Escritura dice: Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros…Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. 1ª Jn. 1:8-10) Si no se trabaja para contrarrestar este defecto, y así querer acercarse al Señor entonces puede causar estragos en la vida espiritual.

Cojo. Hebreo: pisséakj. Sig. Dudar, saltar, brincar, vacilar, claudicar, flojear, lisiado. Este defecto del alma y espíritu se manifiesta por medio del titubear, del vacilar y saltar en el camino de Dios. No se tiene un caminar estable. Jesucristo estuvo dispuesto a que Sus pies fueran taladrados y perforados violentamente para que de ellos brotara la Sangre necesaria para dar la capacidad de tener unos pies espirituales sanos y fuertes, para soportar las inclemencias y adversidades; para aguantar a través de los desiertos candentes de pruebas en la Carrera, rumbo a la perfección en la total estatura espiritual de Cristo. ¿Vamos a poseer la Tierra de Canaán, o la Tierra de nuestro Viejo corazón carnal? Entonces nos es necesario, poseer unos pies sanos y fuertes que caminen de una manera determinante; sin titubeos y sin vacilar en la Carrera que nos ha sido propuesta. Cuando un cristiano no es estable para caminar con Dios, entonces el diablo tira sus dardos de fuego a sus pies y entonces se acrecienta el defecto de ser un cojo espiritual; constantemente tropiezan, caen, se desaniman y desilusionan de su experiencia cristiana. Flojean y son apáticos para cultivar su vida espiritual. Hoy tienen una gran determinación en consagrarse, mañana cambian de opinión, hoy tiene una gran confianza en Dios, mañana vacilan y dudan. No se puede experimentar de manera extraordinaria la presencia de Dios con este defecto espiritual.

La falta de buena perfección de entre lo que es bueno y lo malo, impide tener una real experiencia de Dios:(RV1865): falto. Hebreo: kjarám. Sig. Encerrar referente a la nariz, destruir, matar, perder, separar. Habla de estar embotado, tapado de la nariz, tener la nariz aplastada o chata. Una persona con un defecto así, carece de cierto nivel de su capacidad para percibir el olor. Espiritualmente la nariz del alma es la conciencia ya que por medio de ella se percibe lo que es agradable o desagradable a Dios; lo que es bueno y lo que es malo. Una nariz espiritual obstruida, tapada o achatada no podrá percibir la humildad y santidad de Dios en el Lugar Santísimo. Una buena conciencia redarguye, convence, censura, reprende y reprueba. A mayor cantidad de la palabra de Dios en nuestra vida, mayor convicción tendremos de lo bueno y lo malo; lo correcto y lo incorrecto; etc. Si buscamos la transformación diaria de este defecto espiritual, el Espíritu Santo nos mostrará cual es la verdad en todas las cosas... ¡El Espíritu Santo nos guiará a toda la verdad en todo! Esto será por medio de nuestra conciencia. “Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia,…mas con la gracia de Dios nos hemos conducido en el mundo…” (2ª Cor. 1:12) Incluso, debido a la defectuosa condición de la conciencia, el creyente se trata de acercar a Dios sin ninguna preparación de limpieza; pero nunca olvidemos: “Vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo”

Sobrado. Hebreo: sará. Sig. Ser deforme con exceso de miembros, cosa superflua, sobrado, (tener) de más, prolongar. Si alguno de los sacerdotes tenía exceso de dedos o tuviera tumores y verrugas, no podía entrar al lugar Santísimo y tener la extraordinaria presencia de Dios; tampoco podía ministrar en las cosas sagradas. Condiciones depresivas, tristes y de amargura, estorban el buen acercamiento al santo Dios: Con cuánta frecuencia los hijos de Dios tienen raíces de amargura, tumores de celos, pleitos, resentimientos y prolongan por años sus recuerdos negativos, etc. Todo esto es un gran obstáculo para entrar al Lugar Santísimo y experimentar la presencia de Dios. ¡No se puede penetrar al Lugar Santísimo, si se conservan voluntariamente estas cosas superfluas! Superfluo es lo que no es necesario, que no es útil, lo que está de más. Hay que “morir” a la vida engaños; a las cosas superfluas, a los apegos que no tienen el sello de aprobación del Señor.

Empeine. Hebreo: yaléfet. Sig. Raspadura, rasguño, pinchar y picar. Adherirse o rascar; caspa o costra, empeine, sarnoso o roñoso. La presencia de este defecto espiritual delata áreas o zonas irritables o de molestia que producen una sensación de incomodidad cuando se le toca. El sacerdote no podía acercarse a Dios con este defecto. De la misma manera en el campo espiritual, muchos cristianos llevan en el alma o en el espíritu lugares sensitivos o fácilmente irritables, ellos se irritan y enojan cuando alguien viene y toca sus puntos sensibles (fallas, errores y pecados). Fácil se embargan de resentimientos.

Corcovado o jorobado. Hebreo: Sig. Arqueado y contractar, contraído, jorobado. La joroba es un de-fecto de la columna vertebral. La columna vertebral ilustra la voluntad humana. (Hech. 7:51) (cerviz) Con frecuencia se piensa que nuestra voluntad está totalmente sometida a la del Señor, sin embargo, a través de circunstancias y situaciones adversas o dolorosas, nos damos cuenta que en realidad tenemos muchas torceduras en nuestra columna vertebral espiritual (voluntad), y que necesitan ser corregidas o desaparecer. El cristiano se trata de salirse con la suya o del hacer su propia voluntad carnal en el ámbito de sus acciones, actitudes, pensamientos y palabras... pero así no podrá entrar y experimentar la dulce presencia de Dios en el Lugar Santísimo.

Quebradura de pie. Hebreo: shéber. Sig. Fracturar, derruir, arruinar, apagar, extinguir, ahogar. Dañar, derribar, desgajar, deshacer, desmenuzar, despedazar, destrozar, destruir, estropear, humillar, perniquebrado, romper. Un pie roto causa un andar incorrecto.

La sangre espiritual de Jesucristo, es el elemento prioritario para santificarse antes de acerarse a Dios: Frecuentemente los hijos de Dios se rompen sus pies espirituales por causa de su necedad, la tontería, el enojo y rebelión. Por descuidos perdieron su conexión con Dios, han apagado y extinguido su relación con Dios. Estos son ejemplos de algunos de los defectos sacerdotales que impedían que ellos tuvieran el privilegio de tener contacto con la gloria de la presencia del Señor. Estos también son algunos de los varios defectos espirituales que obstaculizarán a nosotros el experimentar el gozo y deleite de la radiante presencia de Dios. EL proceso que seguía el sacerdote en el Antiguo Testamento para su preparación antes de poder introducirse al interior del Atrio y posteriormente al Lugar Santísimo, se fundamentaba sobre tres experiencias básicas.

Primero: Estaba el sacrificio o muerte de alguno de los animales requeridos. La sangre derramada del animal, se tomaba, se ponía sobre los cuernos del altar de sacrificio, y otra parte se derramaba al pie del altar. Aquella sangre, solo era un cuadro o figura del derramamiento de la Sangre de Jesucristo en la cruz del calvario. Pues: “Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos... rociada a los inmundos, santifica para la purificación de la carne. ¿Cuánto más la Sangre de Cristo, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte...?” (Heb. 9:13-14) Entonces este es el primer “Elemento o Recurso” que Dios nos otorga para nuestro lavamiento, purificación y santificación: ¡La Sangre espiritual del Señor Jesucristo! (La cual debemos invocar a través de la oración de fe... todos los días), Ella nos limpia de todo pecado y defecto confesado y arrepentido. (1ª Juan 1:7) Como una experiencia inicial, adquirimos una porción de esta Sangre, cuando creímos en Cristo como nuestro Salvador. Sin esta primera experiencia, el sacerdote no podía obtener la segunda.

Entonces la segunda experiencia, era el “Fuego” El cual es un tipo del Fuego del Espíritu Santo; y el cual en oración, también podemos invocarlo para que consuma y transforme la naturaleza de nuestros defectos y pecados confesados y arrepentidos. Una porción de este Fuego, lo adquirimos cuando hemos recibido el Bautis-mo con el Espíritu Santo.

La tercera experiencia, era: Que ellos se “Lavaran” en las Aguas del Lavar o Lavacro. (Éx. 40:31-32) Estas aguas, eran una figura de las Aguas del Nombre, Muerte, y Vida de Jesucristo. (Rom. 6:3-6) Nosotros hoy, adquirimos un aspecto de esta experiencia cuando hemos sido bautizados en Agua. Estas tres experiencias en nuestra vida (Sangre; Fuego y Agua), las tuvimos como una experiencia inicial, pero a través de la oración, cada día debemos invocar Sangre; Fuego y Agua para obtener limpieza, santificación y purificación de nuestros defectos y pecados diarios, y así acercarnos de manera confiada a la santa y deleitante presencia de Dios. La preparación de los sacerdotes antiguos estaba acompañada de actos o acciones literales, hoy la preparación de los hijos de Dios, o los cristianos se establecen sobre una vida de oración de limpieza y santificación. Pero... ¿Por qué tanta insistencia en buscar cada día esta preparación de limpieza para acercarse al Señor? ¿No pareciera que esto se va a convertir solo en una forma rutinaria al paso de los días? Entonces. ¿Por qué a pesar de que no he buscado esa preparación en oración, de todas maneras se siente la Presencia de Dios?

Primero: se insiste, y se recalca la importancia de este trabajo en oración, pues recordemos que los Principios de Dios en este aspecto, no han cambiado, siguen en vigor... ¡Dios es Santo!

Segundo: Este proceso de santificación diario, Dios lo demandaba dos veces al día, mañana y tarde a los sacerdotes en el A. T. (Éx. 29:36-41)

Tercero: Sí, es verdad, a pesar de no saber, ni practicar este proceso de santificación a través de Sangre, Fuego y Agua, se puede experimentar la presencia de Dios. En muchas ocasiones el Señor permite esto debido a Su gran misericordia y amor por el pecador; sin embargo, en la medida que el creyente crece en su vida espiritual, entonces Dios le demanda que trabaje en oración para santificarse, si es que aspira a penetrar al Lugar Santo, y Lugar Santísimo.

Entonces: Es sensato, y prudente el hecho de que cada día, antes de intentar acercarse al Santo Dios, nos prestemos a la oración de limpieza, y santificación, por medio de la Sangre de Jesucristo; el Fuego del Espíritu Santo; y las Aguas del Nombre, Muerte y Vida de Jesús.

domingo, 11 de diciembre de 2011

DE CRISTIANO ECH PARA ESTUDIO.

LAS 22 LETRAS DEÑL ALFABETO HEBREO

LA LETRA 12 LAMED

APRENDER Y ENSEÑAR

La forma de la Letra Lamed representa al alumno que aprende de la boca de su maestro. El significado literal de la letra Lamed es: Aprender, enseñar, látigo y aguijón. Aprendamos un hilo de Verdad acerca de este infinito tema. Un bebé que nace por así decirlo, trae en blanco la memoria de la computadora de su intelecto o de su mente; posee un poderoso potencial para recibir y almacenar todo tipo de imágenes y otros tipos de información que será determinante para formar su personalidad, carácter, hábitos y conducta en general. Una vez que se inicia el proceso de aprendizaje en su vida, continuará por el resto de su vida; el ser humano aprende toda su vida. Todos nos convertimos en aprendices durante toda la vida debido a la naturaleza de la Letra Lamed. Se aprende sobre el asombroso mundo en que se vive; sobre las personas y sus características; sobre las especies animales, los insectos, las plantas; el agua y de todo tipo de cosas. Una persona normal, cuanto más aprende, más busca saber; cuanto más sabe, más comprende; en fin, nunca termina el proceso de aprender y enseñar. El ser humano de manera innata o por naturaleza busca aprender y adquirir conocimientos; grandes y pequeños, posee la naturaleza innata de la Letra Lamed, que genera el deseo de aprender y conocer; esto puede ser en el ámbito bueno o en su ámbito malo. Es obvio, en la vida secular e intelectual, no todas las personas se centralizan en un solo tipo de aprendizaje; cada cual de acuerdo a su ocupación, oficio o profesión toma un sendero en particular de los diversos aspectos de la enseñanza.

Enseñanza intelectual o secular: El conocimiento secular, se refiere al saber natural que maneja la sociedad y el mundo en general. El conocimiento intelectual se relaciona al conocimiento que tiene que ver con el saber del pensamiento humano, su intelecto o su mente. A través de los años, innumerables libros, periódicos y otros tipos de literatura se han impreso por millones de millones; kilómetros y más kilómetros de información; incluso, hoy tenemos al alcance de toda persona, la súper carretera de información por medio del internet; la gente de estos tiempos modernos es la mejor informada. Debido al gran diluvio de conocimiento al alcance, en cierta medida todos nos convertimos en maestros, pero sin embargo, de manera fácil nos damos cuenta que no tenemos las respuestas a los muchos interrogantes de la vida; mucho menos, la respuesta a los grandes problemas de la sociedad. El siglo XX, y lo que va del siglo XXI se caracterizan por los grandes avances del saber; el ser humano se jacta de sus grandes logros. Es verdad, hay ámbitos de la enseñanza secular e intelectual que han traído grandes beneficios a la humanidad; podemos constatarlo al pensar en la ciencia médica, y otros muchos logros tecnológicos: Los automóviles, aviones, la radio, computadoras, el teléfono, etc. Pero con todo, el gran conocimiento no ha disminuido la infelicidad, la insatisfacción, la depresión, la corrupción y los grandes males de la sociedad. Parece que cuanto más se aprende, más se es diestro en hacerse daño el uno al otro. Debido a la aparición del pecado, la naturaleza original de la Letra Lamed se alteró, se contaminó, se desequilibró y trabaja fuera del propósito para lo cual fue dada.

Enseñanza espiritual de la verdad: El conocimiento espiritual de la Verdad, se refiere al saber de la Palabra inspirada por Dios. (2ª Tim. 3:7) Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.

Conocimiento: Griego: epiginósko. Significa: Conocer, saber, familiarizarse por completo con, comprender, entender, informarse, reconocer.

Sin duda, el deseo de aprender es innato en las personas; aprenden, aprenden y nunca acaban de adquirir conocimiento. La naturaleza Lamed, doceava letra del Alfabeto Hebreo, fue dada al ser humano, no solo para un aprendizaje secular e intelectual; prioritariamente fue otorgada para generar un anhelo de estudiar y aprender de la Toráh. Pero ¿Hay algún conocimiento que pueda dar satisfacción y felicidad al corazón del hombre?; ¿Hay algún conocimiento que pueda generar una mejor sociedad, o mejores familias, o mejores personas? Desde luego que sí, hay un conocimiento que genera una transformación radical en la vida del hombre; un conocimiento que produce satisfacción, paz y felicidad; forja personas de bien. Este conocimiento desafía todos los grados existentes de inteligencia. ¿Cuál es este conocimiento? Este conocimiento se llama: La Verdad. La Verdad no es solo una teoría o una información; la Verdad es una Persona: El Señor Jesucristo expresó con autoridad divina: (Jn. 14:6) Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Solo al crecer en la buena naturaleza de la Letra Lamed, y dirigida al conocimiento del Señor Jesucristo, entonces se adquiere verdadera libertad interna. (Jn. 8:31-32) 31Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Necesitamos aprender a la manera de Dios y no a la nuestra. Es Dios quien determina las cosas como están en Su corazón y no en el nuestro. Nuestro corazón puede estar lleno de buenas intenciones, pero son solo eso, buenas intenciones. Necesitamos buscar aprender más acerca de la Verdad, más del Señor Jesucristo, ello producirá una verdadera libertad interna para disfrutar de la vida abundante que Jesús vino a traer. Todos los tesoros eternos de la sabiduría del conocimiento están en Dios; en Su Palabra. Diversos aspectos del saber fuera del Dios están edificados sobre bases inseguras y por ello no siempre satisface lo profundo del ser. Los grandes conocimientos seculares e intelectuales, al paso de los días son tomados como obsoletos y fuera de tiempo; los libros y enciclopedias son relegados a los estantes de las bibliotecas; las revistas y los periódicos terminan en la basura a los siguientes días de impresos. El saber de Dios no termina así, resiste las pruebas de los años; la biblia es el bestseller de todos los tiempos, permanece intacta a pesar de los grandes intentos por destruirla. Son muchas las personas que han intentado desacreditarla, pero sólo han logrado que ésta se multiplique. Todos los que aprenden de ella han encontrado satisfacción y felicidad; han encontrado una nueva vida. Dios guarda Su Palabra, pues es la Única fuente de saber en donde la naturaleza de la Letra Lamed de las personas puede alimentarse y nutrirse para recobrar su esencia original. (Mat. 24:35) El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En Hebreo existen dos palabras cuando se refiere a la Palabra de Dios, una de ellas es: Amar, la otra es: Davar. Amar es el tipo de la Palabra que se entiende y es de fácil comprensión para cualquier persona. Davar habla de un nivel de la Palabra que no se logra entender y que aún así tiene que aceptarse por fe; en un sentido, es un tipo de Palabra revelada y otorgada cuando el creyente tiene una condición y posición que ha sido requerida por Dios. Ya sea la Palabra Amar, o la Palabra Davar: Lamed nos fue dada para desear y aprender ambos aspectos de la Torah de Dios. Debemos crecer en el aprendizaje de la Verdad; ello alimentará, nutrirá y transformará nuestra naturaleza Lamed.

Enseñanza de la ciencia oculta o de las tinieblas: Fundamentados en la influencia de una naturaleza Lamed que se alteró, se contaminó y que ahora trabaja fuera del propósito de Dios; hay quienes incursionan en el saber oculto; el conocimiento de las ciencias relacionadas con las tinieblas; esto, tarde o temprano le arruinará y destruirá. De esta mala elección se deriva todo tipo de malas lecturas y prácticas: Lectura de libros de Magia. Limpias con ramas o huevos. Pornografía. Brujería o satanismo. Observación y participación de la guija. Hipnosis. Hallowen. Relaciones sexuales ilegítimas o perversiones sexuales. Pronunciación de conjuros y maldiciones. Prácticas relacionadas al vampirismo, emos, punk, etc. Pandillerismo, alcoholismo, y otros tipos de adicciones. Sesiones espiritualista. Consulta de Horóscopos. Posesión de Amuletos o talismanes. Lectura de manos o lectura del café. Consulta de Adivinos o mentalistas. Proyección astral y yoga. Perforaciones en la piel por la moda. Diversos tipos de tatuajes. Participación en el ocultismo. Películas de terror.

Este saber, y prácticas son el producto de malas decisiones en la adquisición del conocimiento por influencia de la naturaleza Lamed del saber que está alterada y contaminada. Todo esto atrae influencias malignas, las personas estarán padeciendo de por vida las consecuencias o efectos de sus malas decisiones en el conocimiento oculto. Si en la memoria de la computadora intelectual de la persona, se graba información, imágenes y prácticas malsanas, eso será determinante para su personalidad, carácter, conducta o proceder. La vida es un proceso de edificación, de construcción, y las decisiones que se tomen en relación al aprendizaje, afectan la posición del mañana. No ignoremos, que las elecciones que tomemos a cada momento en cuanto al saber, generarán los resultados del futuro. Entonces, necesitamos aprender a la manera de Dios y no a la nuestra. Es Dios quien determina y aconseja lo que hemos de saber. Necesitamos aprender más acerca de la Verdad, más del Señor Jesucristo, ello produce verdadera libertad para disfrutar de la vida abundante que Jesús ofrece. (Prov. 1:20-21) 20La sabiduría clama en las calles, Alza su voz en las plazas; 21Clama en los principales lugares de reunión; En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones. (Prov. 1:33) Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.

Oyere: Hebreo: Shamá o Shemá. Significa: Oír inteligentemente, con atención, con obediencia, discernir, entender, dar oídos, ser dócil.

Habitará: Hebreo: shakán. Significa: Hospedar, residir permanentemente, descansar, habitar, morar, permanecer, posar, quedarse, reposar.

Confiadamente: Hebreo: betakj. Significa: Confiadamente, seguro, apoyar, asegurar, esperanza, favorable, tranquilo: lugar de refugio.

(Sin temor de) MAL: Hebreo: rah. Significa: Adversidad, aflicción, agravio, calamidad, desastre, desgracia, daño, difícil, doloroso, duro, fastidio, feroz, infortunio, injusto, maldad, malestar, maligno, maltrato, penoso, quebrantamiento, triste, lo peor.

Esto es parte de las promesas de Dios para aquellos que buscan aprender cada vez más de la Verdad o del Señor Jesucristo; este es el conocimiento que asegura una vida confiada, segura y tranquila; este es el conocimiento que da satisfacción y felicidad al corazón; este es el conocimiento que genera una mejor sociedad, mejores familias, y mejores personas.

Aprender teórico, aprender práctico: Nuestro objetivo prioritario como cristianos debe ser: Recobrar la imagen y la semejanza del Señor Jesucristo en nuestra vida. Crecer en toda la estatura espiritual del Varón perfecto, ó el pensar, desear, hablar, sentir, y hacer como Jesús. Jesús es la Letra Lamed (la Verdad) por ello, debemos crecer en la transformación y santificación de la naturaleza Lamed. Jesús aprendió de Su Padre; hizo lo que el Padre le indicó; y además enseñó. (Hech. 1:1) En el primer tratado, oh Teófilo, he hablado de todas las cosas que Jesús comenzó á hacer y á enseñar. El propósito del saber o aprender, es que lleguemos a poner por obra y luego seamos maestros o enseñemos lo aprendido y lo practicado. Qué diferente y edificante fuera nuestra vida, si hoy como cristianos, tan solo hiciéramos trabajos, desempeños u obras en el lugar exacto, en el tiempo adecuado y de la manera que el Señor lo desea. El ámbito de la práctica de la Palabra debe ser prioritario, por encima de la Teoría de ella. Dios desea llevarnos por medio del aprendizaje y práctica de Su Palabra, a una posición en la que nuestra paz, gozo, felicidad y gratitud, ya no se establezcan sobre los lugares, tiempos, circunstancias, lugares o personas; el Único fundamento debe ser Dios. Para lograr esto, es importante crecer en la santificación de la naturaleza Lamed del aprender y enseñar. Los sufrimientos, las pruebas, aflicciones, persecuciones y maltrato son las herramientas e instrumentos que Dios usa para mostrar o exhibir el nivel de conocimiento vivo que hay en nuestro corazón. El buen pensar, desear, hablar, sentir y hacer como Jesús en las adversidades, se va logrando por medio de la adquisición del saber y la práctica de la Torah de Dios. (Deut. 6:6-9) 6Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. Hay que aprender, repetir y enseñar la Palabra vez tras vez. La enseñanza y su repetición no solo se limita a los hijos pequeños, es la Voluntad del Altísimo que toda la congregación reciba instrucción. El Espíritu Santo usa la Palabra de Dios aprendida y memorizada en la vida diaria; en medio de la tentación y pruebas; cuando se hacen decisiones; proporciona alimento para el alma; da confianza y autoridad para testificar; provee de un medio para evangelizar y aconsejar a otros; guía a la victoria sobre el pecado.

Educación espiritual deficiente: En este renglón, el congregante no practica principios Bíblicos aunque los ha escuchado por años. Veamos seis ejemplos. (Heb. 10:25) no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. La falta del buen aprender de esta Escritura es notoria en un buen número de creyentes.

Dejando: Griego: enkataléipo. Significa: Dejar atrás en algún lugar, permitir que se quede, desertar, dejar, desamparar, abandonar, reservar, dejar atrás.

Congregación: Griego: episunagogué. Significa: Reunión cristiana (para adoración), congregarse, juntarse, unirse, estar junto a.

Con los significados en mente, aprendemos que Dios exhorta a no permitir que alguna cosa, situación o persona impida congregarnos o reunirnos para alabar y adorar. La verdad es que algunos congregantes solo han aprendido de manera teórica este mandamiento. No lo ponen en práctica como debe de ser. Hay un buen número de creyentes que permiten que su débil voluntad elija no estar en la iglesia para la reunión de alabanza y adoración. No toman en serio esta Escritura inspirada por Dios. Al rato, son objeto de diversas situaciones incómodas y generan cargas extras a los líderes de la iglesia. Una saludable naturaleza Lamed, sabe, hace y enseña este principio divino.

(Mat. 5:44) Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; (Jn. 15:12) Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Este mandamiento es muy claro, no necesitamos saber principios teológicos como para entender lo que quiso decir nuestro Señor Jesús. Hay creyentes que lo saben, pero en la práctica no lo aplican con sus hermanos en la fe. Hoy vemos como los cristianos han creado una pared o en otro caso, un abismo de separación, pues desacreditan y censuran a sus hermanos de otras denominaciones. Usan los sitios del internet para murmurar de sus hermanos en la fe y censurar los ministerios que desempeñan los siervos del Eterno. Una saludable naturaleza Lamed, sabe, hace y enseña este principio divino acerca del amar a los demás.

(Mar. 16:15) Y les dijo: Id por todo el mundo; predicad el evangelio á toda criatura. Sin duda, este es un mandato que debe aplicarse a todo creyente, sin excepción. Pero ¿Cuál es la realidad al respecto? Que la gran mayoría de creyentes lo saben, lo han aprendido; lo han escuchado de manera repetitiva. Pero como un mandato práctico en la vida del creyente se ha vuelto nulo. Son escasos los cristianos que practican el ministerio de predicad y de enseñar acerca del evangelio en toda ocasión y a toda criatura. Su participación se limita a las campañas de Evangelismo que organiza la iglesia de manera ocasional. Una saludable naturaleza Lamed, sabe, hace y enseña el Evangelio a toda criatura y en todo tiempo.

(Ecl. 5:5) Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. Esta es otra Escritura conocida pero aprendida a medias. Son diversas las ocasiones en que el creyente al verse en medio de situaciones dolorosas y adversas, ha hecho promesas a Dios de que de ahora en adelante van a servirle y dedicarse más a cultivar su vida espiritual personal; o de participar en Su obra de manera considerable, pero: ¿Qué pasa al correr los días?, pues solo queda en eso: Promesas y más promesas, pero incumplidas. Una saludable naturaleza Lamed, hace y cumple su palabra.

(Stgo. 1:2) Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas. ¿Esta es la tendencia e inclinación del cristiano cuando se encuentra experimentando diversas adversidades? ¿Manifiesta sumo gozo en las diversas pruebas? Claro que no. No se generaliza, pero en la mayoría de casos cuando se es participe de los sufrimientos de Cristo, por lo regular se busca al culpable de esa experiencia dolorosa e incómoda. La vieja naturaleza pecaminosa conduce a quejarse, murmurar, deprimirse, y llenarse de amargura. Una saludable naturaleza Lamed que ha conducido a aprender correctamente, lleva al crecimiento de mostrar sumo gozo en medio de este tipo de situaciones.

(Deut. 14:22) Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. Si tan solo los creyentes se volvieran a Dios, y llevaran sus diezmos, primicias y ofrendas al templo, o a la iglesia… entonces serían testigos de que Dios cumple Su Palabra abriendo las ventanas de los cielos y derramando bendiciones de muchas maneras: Emocional, sentimental, material, familiar, espiritual y empresarial. El pago del diezmo se malinterpreta. Algunos cristianos creen que el diezmo es un legalismo solo para el Antiguo Testamento, y que estaba regido bajo la Ley. Sin embargo, el pago de los diezmos es una Ley Moral establecida muchos años antes de la promulgación de la Ley. Las Leyes Morales permanecen para siempre. Antes que Dios ordene pagar los diezmos y primicias, Él se revela como el más grande Dador, nadie ha dado más que Él. Lo más grande que Dios ha otorgado, es haber dado a su Amado Hijo Jesús en sacrificio para librarlo de la condenación eterna. Además cada día le visita con una diversidad de bendiciones para que pueda sobrevivir y disfrute una vida abundante. Una saludable naturaleza Lamed aprende esta Ley Moral, la pone por obra y la enseña.

Estos han sido seis ejemplos de una Educación Espiritual deficiente y surgida de una naturaleza Lamed enferma y contaminada. Lamed se utiliza en Hebreo con todo lo que tenga que ver con aprender y enseñar. Busquemos cada día la transformación y santificación de la Letra: Lamed. Por medio de la Sangre del Señor Jesucristo; del Fuego del Espíritu Santo y las Aguas del Nombre, Muerte y Vida de Jesús.

sábado, 10 de diciembre de 2011

CON AMOR CRISTIANO

DURO Y TIERNO

Sal. 37:30-40

37Considera al íntegro, y mira al justo; Porque hay un final dichoso para el hombre de paz. 38Mas los transgresores serán todos a una destruidos; La posteridad de los impíos será extinguida.

Salomón dice: Honra es del hombre dejar la contienda; Más todo insensato se envolverá en ella. (Prov. 20:23) La memoria del justo será bendita; Mas el nombre de los impíos se pudrirá. (Prov. 10:7) El que ama la instrucción ama la sabiduría; Mas el que aborrece la reprensión es ignorante. (Prov. 12:1)

¿Es correcto que la Palabra de Dios llame a las personas necias, impías e ignorantes? ¿Acaso todo lo referente a Dios no tiene que ver con el amor y la bondad? En efecto, Dios es amor y también es bondadoso. Él creó un mundo lleno de posibilidades de alcanzar gozo y satisfacción. Sin embargo, nos recuerda que Su amor no pasa por alto la insensatez de nuestro corazón ni de nuestras acciones. Estos versículos de Proverbios sirven para que no olvidemos que, si bien Dios es amor, Él tiene grandes expectativas en cuanto a nosotros. La vida es más dura de lo necesario para aquellos que se auto imponen las dificultades.

Cada palabra negativa de esos proverbios tiene su contraparte; una alternativa que refleja la manera de vivir que Dios prefiere. Un necio se pelea, pero el hombre honorable evita la contienda (20:3) El nombre del impío se pudre, pero la memoria del justo será bendecida (10:7) El ignorante rechaza la corrección, pero los que aman la instrucción también aman la sabiduría (12:1)

En esta vida siempre hay que tomar decisiones: vivir como Dios quiere y disfrutar de Su sonrisa de aprobación o andar como un necio y ser destruido. Esta es la verdad dura y tierna de vivir en el mundo que Dios creó. ¿Qué prefieres?

Reflexión: Sólo un necio juguetea con el pecado.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

UN MENSAJE QUE HABLA POR SÍ SOLO

COMPLISES DE DIOS

¿Conocen a Zaqueo? Su historia es particular. Jefe de los recaudadores de impuesto, repudiado por la sociedad por esa fama indestructible de corrupto público y con licencia para cobrar más de lo debido. Sin embargo, el bullicio lo contagia y algo ocurre, surge un deseo incontenible por ver a Jesús que pasaba por allí. Divisando de lejos un árbol sicomoro maquinó rápidamente su estrategia, corrió lo más que pudo y se adelantó a la multitud pensando: desde aquí podré verle, y probablemente él pueda verme a mí. Todos saben el resto de la historia, Jesús mirándole le dijo: Zaqueo baja de ahí, date prisa, es necesario que está noche cene en tu casa. En este pasaje hay tres personajes relevantes, de los cuales, uno pasa desapercibido. Está Jesús, Zaqueo, y el árbol. Ese sicomoro que sirvió de tarima para que el pequeño Zaqueo pudiera ver a Jesús. Este pasaje es para aquellos que saben que son como árboles plantados junto a corrientes de agua que dan su fruto en su tiempo, y su hoja no cae, y todo lo que hacen prospera. Para esos varones (y mujeres) bienaventurados que meditan en la ley del Señor de día y de noche. Calificados y escogidos por el Señor, sembrados por Su poderosa mano a orillas de Su manantial de vida. Sabes cuántas personas te han divisado de lejos y han entendido que sólo si se suben en ti podrán ver a Jesús. Cuantas personas se te acercan a diario buscando subirse sobre esas palabras que Dios te ha dado, esperando recibir de ti, aquello que tú has recibido de Dios. Sin embargo, muchas veces nos parece que son cargas muy pesadas, que no estamos llamados para eso. Pensamos que las cargas nunca son buenas, finalmente siempre producen cansancio y fatiga. Pero qué bueno que aquel sicomoro supo ser un buen cómplice en la escena, parecía que se había puesto de acuerdo con Jesús diciendo: Sí Señor yo lo haré, le permitiré subir por mis ramas y justo cuando pases, tú me miraras y lo encontrarás allí, sostenidos por mis brazos, entonces él te verá y tú le hablaras y él oirá, y mi trabajo en la misión estará hecho. Es todo cuanto puedo hacer Señor, en gratitud por haberme plantado y permitirme la vida. Los sicomoros son árboles frondosos, sus troncos se dividen desde bien abajo por lo que el pequeño Zaqueo sin muchos problemas pudo subir. Sin embargo, nosotros aquellos que hemos experimentado el amor de Dios en nuestras vidas, que hemos sentido Su presencia tan cerca hay momentos en que nos elevamos tan alto que le impedimos a los pequeños subir. Hoy entiendo muchas cosas, solo si permitimos que suban en nuestras ramas podrán ver a Jesús. Ayúdanos Señor a no estar tan altos, y a ser lo suficientemente fuertes como para sostenerles hasta que tú pases, les llames por su nombre y les ordenes bajar y venir hasta ti.