miércoles, 25 de abril de 2012

LA CAPSULA DEL DÍA:


LEJOS DE TODO’’
 
(Luc. 9:12) Pero el día comenzaba a declinar; y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto. Hay ocasiones que pensamos que nuestros problemas ya no tienen solución, que ya es demasiado tarde. Pero nos dice la palabra del Señor que el milagro de la multiplicación de los panes se dio precisamente cuando ya era tarde, si ustedes presto atención al evangelio escrito anteriormente el versículo 12 empieza así el día comenzaba a declinar en otras versiones de la biblia dice ya se estaba haciendo tarde”  Jesús aparece cuando ya se hace tarde, cuando todos nos han abandonado el llega para saciar nuestra necesidad, para multiplicar el pan de nuestra vida para multiplicar la fe la esperanza y el amor.
¿Por qué creen que Jesús llega tarde?  (Deut. 8:3) Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Para enseñarnos a depender de Él. Hoy por hoy  ¿Que quieres que Dios multiplique en tu vida?  ¿Tu matrimonio está en crisis?  ¿El amor, la fe, la esperanza, la alegría, no la sientes? ¡Que hacer para obtener todo esto!  La respuesta  para que se dé la multiplicación del alimento espiritual en nuestra vida está en el versículo 12 del capítulo 9 de Lucas.
Cuando los discípulos le dicen a Jesucristo: “despide a la gente para que se busquen alojamiento y comida en las aldeas  y pueblecitos de los alrededores porque aquí estamos lejos de todo”,  en estas circunstancias  estando lejos de todo es cuando  el Señor multiplica  nuestras necesidades espirituales. Hay que estar lejos de todo, es decir lejos del alcohol, lejos de los placeres carnales lejos de la fornicación y el adulterio, lejos de la avaricia, lejos de la envidia, lejos del orgullo, “lejos de todo” para que el Señor comience a multiplicar y saciar las carencias de nuestra vida. En tiempo de decisión, es momento para  alejarnos de todo lo que nos impide recibir el verdadero alimento: Jesucristo  es el pan vivo bajado del cielo. Jesucristo es lo que tu yo necesitamos para alimentar nuestras almas hambrientas y necesitadas. ¡Gracias! Señor porque te interesas por mis carencias y necesidades, gracias mi Dios por tu hijo Jesucristo, el es el único alimento que necesito para tener vida en abundancia.

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