NO TEMAS
(Gén. 15:1) Después de estas cosas
vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy
tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Consideremos el episodio bíblico
de cuando Jesús resucitó a la hija de Jairo. Cuando éste acudió a Jesús para
pedir ayuda, su hija estaba gravemente enferma. Mientras Jesús y Jairo se
dirigían a la casa, murió la niña. Entonces Jesús le dijo al padre angustiado: (Marc. 5:36) Pero
Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No
temas, cree solamente. Cuando llegaron a la casa, todo el mundo estaba llorando.
Entonces Jesús les dijo: (Marc. 5:39) Y entrando, les dijo: ¿Por
qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. La palabra “alboroto” significa “conmoción,
clamor, bullicio”. Luego Jesús tomó a la niña de la mano y
le pidió que se levantara. Y para gran asombro de los presentes, la niña se
levantó. Ahora bien, si Jesús puede resucitar a los muertos, seguro que no hay
problema, por grande que sea, que Él no pueda resolver.
El milagro
empezó al momento en que Jairo acudió a Jesús. Y si haces tú lo mismo, estarás
en el lugar adecuado para obtener los resultados que necesitas. ¿Vas a hacer
un gran “alboroto” o vas a orar en fe, creyendo que Dios te va a sacar de la
situación? ¿Cuánta energía y emociones estás desperdiciando en cosas que nunca
van a suceder o que no puedes controlar? ¿Cuántas noches más vas a pasar en
vela, mirando al techo, pensando en las cosas malas que podrían suceder? Considera cómo le hace sentir a
Dios esa falta de confianza en Él. Reclama su promesa: (Sal. 4:8) “En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque sólo
tú, Señor, me haces vivir confiado”
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