Hola hermano(a) en Cristo; amigo(a): En este nuevo año que acaba de
comenzar: (Deut. 31:8) dice: Y
Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no
temas ni te intimides.
Cuando a
Dios le agrada la conducta de un hombre, lo ayuda a mantenerse firme. Tal vez tenga
tropiezos, pero no llegará a fracasar porque Dios le dará su apoyo. (Sal.
37:23-24) Por Jehová son ordenados los
pasos del hombre, Y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará
postrado, Porque Jehová sostiene su mano.
Hermano, amigo: Dios no permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida. Jamás
duerme ni se adormece el que cuida de Israel. (Sal. 121:3-4) No
dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se
adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
El que guarda a Israel.
Dios te eligió a ti para que
compartas todo con Su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, y él siempre cumple su
palabra. (1ª Cor. 1:9) Fiel
es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo
nuestro Señor.
Y aunque no seamos fieles, Cristo permanece fiel porque él
jamás rompe su promesa. Pero podemos estar seguros de lo que hemos creído.
Porque lo que Dios nos ha enseñado es como la sólida base de un edificio, en donde
está escrito lo siguiente: Dios sabe quiénes son suyos, y también dice:
"Que todos los que adoran a Dios dejen de hacer el mal". (2ª Tim.
2:13,19) Si
fuéremos infieles, él permanece fiel; El
no puede negarse a sí mismo. Pero
el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los
que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de
Cristo.
Hoy Dios te dice: 10Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. 11Por
el camino de la sabiduría te he encaminado, Y
por veredas derechas te he hecho andar. 12Cuando anduvieres,
no se estrecharán tus pasos, Y si
corrieres, no tropezarás.13Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida. 14No
entres por la vereda de los impíos, Ni
vayas por el camino de los malos. 24Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de
ti la iniquidad de los labios. 25Tus ojos miren lo recto, Y
diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. 26Examina
la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos. 27No
te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal.
El Señor te librará de todo mal y te
preservará para su reino celestial. (2ª Tim. 4:18)
Y el Señor me librará de toda obra mala, y me
preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los
siglos. Amén.
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