jueves, 12 de enero de 2012

UNA CAPSULA DE AMOR:


DIOS RESPONDE NUESTRAS ORACIONES
            Al respecto Dios dice: (Is. 65:24) Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído. Y nuestro Señor Jesucristo dice: (Marc. 7:37) Y en gran manera se maravillaban, diciendo: bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oír, y a los mudos hablar. (Mat. 6:8) No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Así, a través de su Palabra, la Biblia, quiere satisfacer todas nuestras necesidades. (Hech. 16:30-31) 30y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y cuando somos salvos se ocupa de nosotros como de sus propios hijos. Si somos débiles, a menudo estamos cansados, inquietos o a punto de dudar de sus promesas, incluso en esas circunstancias quiere hablarnos.
¿Nuestra fe vacila? El Señor nos dice: Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? (Marc. 5:36) Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.
¿Estamos cansados? Jesús dice: (Mat. 11:28) “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” 
¿Estamos inquietos? (Fil. 4:6-7) “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”
Si sufrimos, no olvidemos que “las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Rom. 8:18): Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Hagamos caso a La Palabra de Dios: (Stgo. 5:13-16) 13¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. 14¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 15Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. 16Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario