martes, 6 de diciembre de 2011

DE CRISTIANO ECH PARA ESTUDIO.

NOMBRES COMPUESTOS DE JEHOVA

Dios siempre se ha revelado a Sí Mismo a través de diversos títulos o nombres. El nombre habla de la naturaleza o de la esencia. Dios usa nombres o títulos para mostrar y dar a conocer las múltiples facetas o aspectos de Su naturaleza; con ello, establece y manifiesta que Él, es Todo Suficiente en todas las cosas, lugares y situaciones. No existe algo creado que esté fuera de Su control. Al estudiar los Nombres de Dios entendemos un poco más quien es Dios y tendremos un concepto de Su relación con el ser humano.

A Su pueblo Israel, Dios se reveló dándole a conocer Su Nombre. El nombre expresa la esencia, la naturaleza, la identidad de la persona y el sentido de su vida. Dios al comunicar Su nombre es darse a conocer, es en cierta manera, comunicarse a Sí mismo haciéndose accesible, capaz de ser más íntimamente conocido y de ser invocado personalmente. Sin embargo, Dios se reveló progresivamente y bajo una gran diversidad de Títulos o Nombres a Su pueblo para mostrar que El es Todo Suficiente en todas las cosas. Aprendamos algunos Principios acerca de los Nombres compuestos de Jehová.

Jehová proveerá: Jehová: Yiréh o Jiréh: (Gén. 22:13.14) 13Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 14Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá.[a] Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto. (Fil. 4:19) Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Proveerá: Hebreo: Yiréh. Significa: Abastecer; suplir; suministrar; proveer; surtir; satisfacer; hacer; repleto; surtir; satisfacer; hacer repleto; completar; nivelar; llenar un hueco.

Es necesario considerar la vida de Abraham para llegar a tener la revelación de este nombre de Dios, puesto que él tuvo esta revelación de Jehová Yireh. A fin de probar la profundidad del amor y consagración de Abraham, Dios le mandó que ofreciera a Isaac como una ofrenda encendida en el Monte Moriah. Levantándose muy de mañana, Abraham obediente, se dirigió en compañía de su hijo al lugar del sacrificio. No mostró ninguna desconfianza en el Señor que le pedía una absoluta consagración. En ningún lugar del camino permitió Abraham, que sus ideas y razonamiento, le impidieran llegar a la cima de la montaña. Él glorificó por el privilegio de tener algo que ofrecer al Señor Dios. Se necesita algo más que el don de la salvación para vivir una vida de adoración cada vez más completa a Dios. Se requiere una notable medida de crecimiento y madurez espiritual para confiar plenamente en la naturaleza divina del Señor Jehová, y esto, de una manera especial, cuando las apariencias externas parecen que se nos pide renunciar a la esperanza de ver, el cumplimiento de Su perfecta voluntad en nuestros días. Abraham tenía el cuchillo en alto para hacer el supremo sacrificio de su vida, de aquello que más amaba, pero cuando el ángel del Señor lo llamó desde los cielos, le ordenó que detuviera el cuchillo y entonces le mostró un carnero trabado por los cuernos a un zarzal, ¡Esta era la provisión de Dios para el sacrificio! ¡Qué tremenda decisión tuvo que hacer Abraham para ubicarse y establecerse en el lugar exacto, y así tener la revelación de Jehová Yireh o Jireh! Esta es nuestra lección, si vamos a tener la revelación y experiencia con el Dios proveedor; abastecedor y suplidor, entonces es necesario someternos a Su voluntad; esto, aunque implique sacrificar las más amadas posesiones que tenemos; llámense; propiedades; posiciones; fama; éxitos; habilidades y talentos. Ó ideas propias, razonamientos, conceptos, planes y proyectos. (Deut. 8:2) Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Si elegimos someternos a la voluntad de Dios, entonces: Mi Dios suplirá, proveerá y abastecerá todo lo que me falta. Si fallamos, no podremos ver suplidas nuestras necesidades materiales, emocionales y espirituales.

Jehová tu sanador: Jehová Raphah o Rafá: (Éx. 15:26) y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.

Sanador: Hebreo: Rafá. Significa: Curar, sanar, reparar totalmente, arreglar, médico, restaurar, cesar el desmayo y languidez, quieto.

Después de cruzar el Mar Rojo, los israelitas viajaron por el desierto por tres días antes de encontrar agua. Había solamente un problema: El agua encontrada era amarga para su gusto. En lugar de reflexionar en las pasadas fidelidades de Dios para suplir sus necesidades, estos ingratos inmediatamente murmuraron contra Moisés, y por lo tanto, contra Dios mismo. El árbol en los días de Moisés, era solo un tipo y figura de nuestro eterno Árbol Viviente, llamado Jesucristo, quien voluntariamente permitió ser arrancado de la tierra de los vivientes, y plantado en las aguas de la muerte y el infierno por nosotros. Cuando fue arrojado en las aguas amargas, estaba ungido con humildad y dulzura, tenía el poder de cambiar lo amargo a lo dulce. Ciertamente, esta naturaleza humilde, es suficientemente dulce para sanar y transformar cualquier amargura; para hacer cesar el abatimiento, el desmayo y desánimo, y éstas producidas por heridas o lesiones emocionales, sentimentales y espirituales. ¡Qué hermoso rayo de luz es esparcido de la naturaleza humilde de Jehová Rafá. El sana nuestras lesiones y enfermedades que impiden que bebamos el agua de prueba que Dios nos pide beber en nuestro camino hacia la perfección en Cristo! Cuando Su dulzura alcanza el centro de nuestro ser, comienza a sanarnos desde dentro, y esta poder transformador no terminará hasta que toda nuestra naturaleza humana llegue a ser tan dulce, y humilde como la suya.

El Señor es nuestra bandera: Jehová Nissi: (Éx. 17:14-15) 14Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo. 15Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi.

Nissí: Significa: Bandera, estandarte, una señal, marca, asta, pendón, brillar desde lejos, enaltecer.

En esta Escritura vemos la guerra santa de Israel con los nómadas amalecitas. Amalec es un tipo de las obras de la carne. (Gál. 5:19-21) 19Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. ¡Qué ilustración tan apropiada de nuestra batalla personal de cada día contra las obras de la carne o la vieja naturaleza: Contiendas; adulterios; celos; contención; enemistades; lascivia; etc. Comenzamos usando la espada de la verdad contra esas obras, pero a menudo nuestras manos se cansan. Cuando nuestra adoración y alabanza se debilitan o cesan, la batalla se inclina a favor de la carne (Amalec). Cuando dejamos de orar, de estudiar la Palabra y de crucificar esas obras, entonces Amalec toma la delantera y logra una victoria. Estas cosas no deben ser así, nuestra experiencia y testimonio cristianos, no tiene que ser de desaliento y derrota, si mantenemos una actitud correcta sobre la naturaleza fiel y vencedora de Dios y continuamos orando, el Señor enviara a un Harón y un Hur para ayudarnos a exaltar Su santo Nombre cuando nuestras manos se cansan; la naturaleza del Señor es tan buena justa y santa, que si es necesario, nuestro Sumo Sacerdote espiritual. Jesucristo, personalmente traerá el apoyo extra que fuere necesario para continuar luchando hasta que nuestra naturaleza carnal sea conquistada. La victoria puede ser nuestra, pero debemos reconocer que no es una sola batalla, debemos unirnos a la lucha permanente que Jehová Nissi sostiene contra la carne (Amalec). En el mismo momento que Jesucristo vino y entró a nuestro corazón, nos convertimos en un centro de atención de los enemigos que buscan mantenernos lejos del Señor. De manera continua nos observan y planean cómo hacernos desistir o desanimarnos de la carrera cristiana. Aprovechan cualquier situación, espacio y oportunidad que les brindemos con tal de acercarse, acosarnos y hacernos cansar. Sin embargo: Hay un nombre, que al invocarlo con todo nuestro ser, podemos ser levantados o exaltados por Jehová Nissi. Tiene el poder para mantener a los enemigos en su sitio.

El Señor es nuestra paz: Jehová- Shalóm. (Jue. 6:2, 14, 24) 2Y la mano de Madian prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. 14Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? 24Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom;[a] el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.

Shalóm: Significa: Paz, descanso, reposo, calma, quietud, pacífico, hacer paz, un manantial, dichoso, bien, feliz, salud, bienestar, prosperidad, amigo, completo, recompensar, restituir, salvo, victorioso. Gedeón, el sexto juez de Israel, recibió la revelación del nombre de Jehová Shalóm. Los Madianitas eran un pueblo competitivo quienes por siete años habían sido usados como una vara de castigo sobre la espalda de la desobediente e idólatra Israel.

Madián: Significa: Contención, pleito, rencilla, discordia, desacuerdo, reñir, vociferar, disputar.

Gedeón pudo adorar al Señor y desenvolverse confiadamente en medio de la peor contienda, porque sabía que Jehová Shalóm no estaba sujeto a la limitación de su carne. El tenía una unión personal con el Nombre que redime de la lucha más grande de todas y que es la contienda interna del alma contra su Dios. En nuestros días, esta misma lucha es la más grande que puede tener toda persona creyente o no creyente. Siempre hay una contienda, discordia, desacuerdo y riña interna; ya sea en un grado menor o mayor, y todo como consecuencia de no poder establecer totalmente su voluntad carnal; de no tener el completo control sobre las situaciones, cosas y gentes. Gedeón: Significa: Derribar, un guerrero, destruir y talar. Que importante, convertirnos en un guerrero y luchar hasta derribar y destruir la contienda y riña interna, entonces tendremos la revelación de Jehová Shalóm: ¡Jehová es mi paz! (Job 22:21) Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien. Crecer en Jehová Shalóm significa en parte, el hecho de hacerse cada día más familiar con Dios; el disponerse y decidir servirle con deleite; el conocerle y progresar en ser unido a Él. (Como añadidura: vendrá) Bien: Hebreo: tob. Significa: Placer, agradable, alegre, alivio, bien, lo mejor, abundancia, amigable-mente, benéfico, benevolencia, benigno, bienestar, bondad, lo bueno, contento, dichoso, éxito, feliz, fértil, fino, gozoso, hermoso, prosperidad, rebosar, suave, tesoro. Según los hebreos, como personas que somos parte del pueblo del Eterno, hay que ser "Shalém", porque Él Eterno es "Shalém" o “Shalóm”. Si queremos crecer en la revelación de Shalóm, es necesario vivir una vida amistosa, familiar y servicial a Jehová Shalóm.

El Señor es mi Pastor: Jehová: Raá. (Sal. 23:1) Jehová es mi pastor; nada me faltará. Salmo 23:1.

Pastor: Hebreo: Raá. Sig: Un pastor, un amigo, amistad, una manada. Asociarse, tener compañía con, guardar o cuidar.

Es necesario crecer en Dios verdaderamente, antes que nuestras voluntades humanas estén listas para seguir fielmente al Pastor donde quiera que nos conduzca, comer lo que El nos dé, y yacer en el lugar que Él escoja. Él nos lleva al Calvario, al lugar de la crucifixión y muerte de nuestra voluntad humana, antes de poder conducirnos al lugar de la exaltación y gloria. Como un don y acompañado de la salvación, el Pastor nos da un cierto grado de descanso, pero no podemos conocer y experimentar el descanso y paz, que sobrepasan todo entendimiento si no crecemos espiritualmente, al grado de seguir fielmente al Pastor a través de todas las situaciones y circunstancias, ya sean placenteras o dolorosas y por las cuales EL nos conduzca como Pastor. Entonces podremos decir: ¡Jehová Raá es mi Pastor, y nada me faltara!

El Señor justicia nuestra: Jehová: Tsidkenu. (Jer. 33:16) En sus días será salvo Judá, é Israel habitará confiado: y este será su nombre que le llamarán: Jehová, justicia nuestra.

Justicia: Hebreo: Tsedeq. Significa: Hacer justicia y equidad, derecho, equidad, justamente, purificar, absolver.

La revelación literal de esta porción del Nombre o naturaleza del Señor, no ocurrirá sino hasta el reino de Jesucristo en el milenio; más sin embargo, como Esposo espiritual Jesucristo se muestra o revela al cristiano como el Señor de los Juicios Justos. Aún cuando El da un ropaje de justicia por don cuando primeramente llegamos a recibirle como nuestro salvador, sin embargo, El desea que obtengamos diariamente hilo por hilo que formarán o tejerán nuestro vestido de novia, recordemos que el vestido que llevará la Esposa del Cordero será de lino fino limpio y resplandeciente, que son las justificaciones de los santos. ¿Vamos a esperar tener la revelación de Jehová Tsidkenu, del Señor que nos hará justicia de nuestros enemigos, del Señor que nos va vistiendo con Su Justicia? Entonces es necesario entretejer nuestra voluntad a la Voluntad Divina de Él, por medio del pensar, hablar y actuar justamente; haciendo obras de justicia u obras justas.

El Señor está ahí: Jehová Shamma o Sama. (Ez. 48:35) En derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de la ciudad desde aquel día será Jehová-sama.

Sham o Shamma: Significa: Allí, allá, en aquel lugar, dondequiera.

Aunque Jesucristo ha resucitado de los muertos, Su humilde naturaleza permanece igual y continua viviendo en medio de Su pueblo. Dios desea que cada uno de nosotros viva en perfecta unidad y armonía con El; y para cumplir Su elevado y Santo propósito, es necesario que el Señor obre ciertas separaciones y forme nuevas uniones en nuestras vidas así como lo hizo con las tribus de Israel. El nombre Jehová Shamma, significa el Señor está ahí y en dondequiera, Su gobierno misericordioso está siempre presente aún en las experiencias más dolorosas de la vida, seamos capaces o no de verlo. Dios está constantemente diseñando nuevos caminos para que nuestro entendimiento sobre Él aumente y crezcamos hasta que nuestro conocimiento de El llegue a ser perfecto. Las circunstancias pueden demandar una cierta medida de conformidad externa con algunos de los cambios que Dios ordena para nuestras vidas; pero en lugar de aceptar estos cambios desde el interior de nuestro ser, nuestra voluntad humana neciamente resiste cada separación, y con rebelión rechaza cada nueva unión. Cada nueva unión con Jehová Shammah, nos dá el privilegio de derramar sobre Él una pequeña porción de la gloria y honor infinitos que merece el Único que nos amó lo suficiente para descender de la gloria y habitar en un Tabernáculo hecho de carne.

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