EL HÁBITO DE LA SANTIDAD EN
NUESTRA VIDA
(Jn. 14:21) El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése
es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me
manifestaré a él. Hay
cierta dimensión de la vida que usted podrá conocer solo cuando tome la
decisión de agradar al Padre en todos los aspectos de su vida. En esa dimensión
Cristo se le manifestará de una manera más real. A comienzos del siglo XX, Dios
derramó su Espíritu y comenzó un avivamiento en muchas partes del mundo. Fue un
tiempo maravilloso en el que muchas vidas fueron transformadas y las cosas del
mundo dejaron de ser importantes. Cosas sobrenaturales sucedieron. Dios se
manifestó en presencia de todos. Los que vivieron ese avivamiento, empezaron a
ser conocidos en el mundo como “los de la santidad”. Se les llamó así porque era obvio que
eran diferentes a los demás. Cualquier cosa que ellos creían que no agradaba a
Dios, la dejaban. Tan metidos estaban en las cosas espirituales que no tenían
interés en las cosas naturales.
Pocos
creyentes hoy día saben lo que “significa la santidad” y aún son menos los que entienden el
derramamiento de Dios que cae sobre los que se atreven a seguir la santidad. “La
santidad, significa: separarse para Dios. Es lo que usted hace con su vida cada
día; es ordenar su conducta de acuerdo a la Palabra de Dios y al consejo del
Espíritu. La santidad es el hábito
de tener un mismo parecer con Dios y de apartarse de los caminos del mundo y
seguir los caminos del Señor. “La santidad no es el resultado de la cualidad” sino de tomar una
decisión. Tome la decisión de guardar los mandamientos de Dios
y de amarle con todo su corazón. Él le mostrará su amor y se manifestará a
usted en una manera más poderosa. Él se derramará sobre usted como lo hace
sobre los creyentes temerosos de Dios, entonces el avivamiento verdaderamente
empezará en usted.
AUN EN LA BASURA, NACE EL AMOR
(Prov. 15:17) Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, Que de buey engordado donde hay
odio. Otra
versión dice: “Más vale comer verduras sazonadas con amor que un festín de carne
sazonada con odio” Se cuenta que eran
dos montones de basura. Dos montones de sufrimiento. Dos montones de fracaso.
Dos montones de abandono. Él se llamaba Juan Bojorque, y tenía sesenta y un
años de edad. Ella, Sandy Estrada, y tenía cincuenta y uno. Ambos vivían en los
basureros de una de las capitales del mundo. Desocupados los dos, marginados
los dos, sin recursos los dos, se juntaron para calentarse una noche de frío, y
allí nació el amor; porque el amor puede nacer en cualquier parte, incluso en
un basurero. Unos meses después, el clérigo Lorenzo Martín los unió en
matrimonio. “El amor es como un lirio;
expresó el pastor. Puede nacer aun en el fango” Caso
interesante. Dos personas, arrojadas a los basureros por los fracasos de la
vida, sin dinero, sin empleo, sin esperanza, se conocen una noche de intenso
frío. Con sólo mirarse a los ojos ya saben que, para siempre, serán el uno para
el otro. Y al fin se casan, delante de Dios y de la ley. Seguirán, quizá,
sufriendo las desventuras de la vida, pero como marido y mujer.
El
amor no siempre nace en lujosos salones, bailando vals y bebiendo champaña
francesa. Es interesante que el proverbista Salomón ya hubiera previsto el
hecho de que la pobreza no es obstáculo para amarse. He aquí sus palabras:
“Más vale comer verduras sazonadas con amor
que un festín de carne sazonada con odio”. Juan Bojorque y
Sandy Estrada tal vez seguirían comiendo las legumbres marchitas que
encontraran en los desperdicios de los restaurantes, pero se amaban, y por eso
les sabría como faisán al horno. “El amor es la esencia de la vida”
Desgraciadamente el amor bueno e inmutable ha perdido su lugar en una sociedad
donde la lascivia y la lujuria predominan. Pero no ha perdido, ni puede nunca
perder, su refulgencia y su gloria, precisamente por su carácter íntegro, puro
y santo. Amor así no viene por sí solo. Hay que cultivarlo y hay que
sustentarlo. Pero ese es el amor que une profundamente al hombre y a la mujer,
que dignifica el matrimonio y que honra a Dios. Es también el amor que
sobrelleva la enfermedad, que soporta la pobreza y que sobrevive toda
tempestad. A todo esposo y a toda esposa les conviene vivir esa clase de amor. “Dios
quiere que el amor de toda pareja sea así” y
Él desea, intensamente, dárselo a cada una. Él hará que su matrimonio sea uno
de armonía y permanencia, y transformará su unión en remanso de paz. Pero los
dos cónyuges, juntos, tienen que desearlo y pedirlo. Más vale que lo haga hoy
mismo.
CAÑAS Y PÁBILOS
(Mat. 12:20) La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que
humea no apagará, Hasta
que saque a victoria el juicio. Cañas: Pocas cosas son más
frágiles que una caña cascada. En los tiempos de Jesús, los niños
jugaban en las riberas de los ríos y se hacían flautas con ellas, vaciándolas y
perforando agujeros. Pero una vez usadas, las rompían y tiraban. A lo mejor tú
fuiste alguien que en su día llegó muy alto y tuvo una fe firme, con las raíces
en el río. Pero ahora te escondes entre los arbustos, y estás “cascado” por palabras hirientes, por la
traición de tu cónyuge, por tus propios fracasos o por las demandas de una
religión legalista.
Pábilos: Nada está más a punto
de extinguirse que un pábilo humeante. Cuando se acababa el aceite en las
lámparas antiguas y el pábilo era muy pequeño, se le apagaba, se quitaba porque
ya no servía y se ponía otro nuevo. ¿Brillaste alguna vez con
fe, alumbrando el camino a los demás, hasta que el viento helado de las
críticas, la falta de perdón y el juicio te dejaron en oscuridad?
¿Qué tienen en común las personas a continuación?: Una mujer temblando en medio de un grupo
de hombres llenos de furia, dispuestos a apedrearla. Una casa rodeada de gente
y unos hombres llevando a un paralítico en una camilla; sus amigos no se dieron
por vencidos hasta que lo llevaron a Jesucristo. Un ciego clamando a Jesús que
lo sanara y los discípulos mandándole callar. Todos ellos eran cañas cascadas y
pábilos humeantes que Jesús no despreció. El mundo cree que sabe lo que tiene
que hacer contigo: romperte y despreciarte.
Pero Jesús es diferente: “No les causará más daño a los que estén heridos, ni
acabará de matar a los que estén agonizando” Eso es la idea de
(Mat. 12:20) No importa
lo lejos de Dios que te sientas hoy, Su gracia todavía te puede alcanzar. Ven;
Él te tratará con cariño y te restaurará.
EL CHISME ENTRE LOS CRISTIANOS
(Prov. 17:4) El malo está atento al labio inicuo; Y el mentiroso escucha la
lengua detractora. Otra versión dice: “los malhechores están ansiosos por
escuchar el chisme” En el momento en que alguien
venga con chismes, párale los pies y pregunta: ‘¿Para qué necesito saber
esto? ¿Has hablado de ello con la persona en cuestión?’ ¡Espabílate! ¡No se
puede confiar en ningún chismoso! La Biblia dice que si escuchas los chismes,
eres un “malhechor”: “Los malhechores están ansiosos por escuchar el chisme”
(Proverbios 17:4 NTV). Y Judas añade: (Jud. 19) Estos son los que
causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu. Otra
versión dice: “Éstos los que causan
divisiones, pues son carnales y no tienen al Espíritu” ¡Palabras mayores!
El uso de Internet ha agravado el problema, porque ahora puedes divulgar el
chisme mucho más rápido y a mucha más gente, y además permanecer anónimo. Pablo
nos advierte: (Gál. 5:15) Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que
también no os consumáis unos a otros. Otra versión
dice: “Si ustedes se muerden y se comen unos a otros, llegarán a destruirse
entre ustedes mismos” Y añade que se debe disciplinar y evitar a
tales individuos. ¿Cuándo fue la última vez que viste hacer eso en la
iglesia? Según Salomón: (Prov.
20:19) El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el
suelto de lengua. En
otras palabras, aléjate de ellos. La forma más rápida de cortar el chisme es
confrontando a los que lo divulgan. La iglesia no es un programa televisivo
donde la gente saca sus trapos sucios delante del mundo, sino todo lo
contrario: “Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso cesa la
contienda” (Prov. 26:20). Jesús
nos enseñó la manera de tratar con los desacuerdos personales: (Mat. 18:15-17) 15Por tanto, si tu hermano peca
contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu
hermano. 16Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos,
para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17Si
no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por
gentil y publicano. Lo desglosemos así: 1º.- Si
tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas. 2º.- Si no te hace caso, llama a una o a dos personas más. Y 3º.- Si tampoco les hace caso a
ellos, díselo a la iglesia.
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POEMA PARA UNA HERMOSA MUJER
Hoy es el día internacional, hermosa mujer primaveral.
Profesional y muy natural, de terciopelo y de cristal.
Profesional y muy natural, de terciopelo y de cristal.
Mujer te deseo en este día, mil bendiciones
con alegría.
Y que cada sueño tu realidad, sea dicha, amor y felicidad.
Y que cada sueño tu realidad, sea dicha, amor y felicidad.
Mujer hoy es un especial día, Para escribirte
una linda poesía.
Que llevan geranios de hiedra, y gazanias sobre las piedras.
Que llevan geranios de hiedra, y gazanias sobre las piedras.
Hoy te llevo en mi pensamiento, como zafiros
que cortan el viento.
Que llega al jardín de las acacias, con sencillez y gran elegancia.
Que llega al jardín de las acacias, con sencillez y gran elegancia.
Mujer que trabaja para crecer, hija y madre
de un lindo ser.
Bajo el incienso te puedo ver, y tu suave jazmín puedo oler.
Bajo el incienso te puedo ver, y tu suave jazmín puedo oler.
Hoy es el día de la ternura, de la mujer
simple y pura.
También de aquellas casadas, todas las solteras y viudas.
También de aquellas casadas, todas las solteras y viudas.
De las divorciadas y azucenas, las maduras y
tiernas nenas.
Las que huelen a miel y rosas, y las que sueñan con mariposas.
Las que huelen a miel y rosas, y las que sueñan con mariposas.
ORACION POR EL DIA DE LA MUJER
Gracias, Dios Padre Bueno, por el amor que nos
tienes; porque nos has creado a tu imagen y semejanza en la condición de varón
y mujer; para que, reconociéndonos diferentes, busquemos complementarnos: el
varón como apoyo de la mujer y la mujer como apoyo del varón. Gracias,
Padre Bueno, por la mujer y su misión en la comunidad humana. Te
pedimos por la mujer que es hija: que sea acogida y amada por sus
padres, tratada con ternura y delicadeza. Te pedimos por la mujer que es
hermana: que sea respetada y defendida por sus hermanos. Te pedimos por la mujer
que es esposa: que sea reconocida, valorada y ayudada por su esposo, compañero
fiel en la vida conyugal; que ella se respete y se dé a respetar, para vivir
ambos la comunión de corazones y anhelos que se prolongan en la fecundidad de
una nueva vida humana, participando así en la máxima obra de la creación: el
ser humano. Te pedimos por la mujer que es madre: que reconozca en la
maternidad el florecimiento de su feminidad. Creada para la relación, sea
sensible, tierna y abnegada en la educación de cada hijo; con la dulzura y la
fortaleza, la serenidad y la valentía, la fe y la esperanza que van forjando la
persona, el ciudadano, el hijo de Dios. Te pedimos por las mujeres buenas
y generosas que han entregado su vida para realizar la nuestra. Te pedimos
por las mujeres que se sienten solas, por las que no encuentran sentido a
su vida; por las marginadas y usadas como objeto de placer y de consumo; por
las que han sido maltratadas. Te pedimos, Padre Bueno, por todos nosotros, varones
o mujeres; que nos sepamos comprender, valorar y ayudar mutuamente, para que en
la relación, amable y positiva, colaboremos juntos al servicio de la familia y
de la vida. Amén.
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