domingo, 4 de marzo de 2012

MI GOZO ES CRISTO:


EL GOZO DE LA PLENITUD EN ELCRISTIANISMO
Leemos en: (Os. 4:6) Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. La mejor gloria de todos nosotros los hijos de Dios, debiese ser la expresión o el llenarnos del conocimiento de Dios. Cuando uno entra en plenitud descubre glorias maravillosas. El júbilo de la plenitud es el conocimiento, porque el conocimiento es la luz de la ignorancia. En plenitud somos gente de conoci-miento no de programas ni entretenimientos religiosos. En plenitud lo que damos es conocimiento, pero la práctica o él practicar el conocimiento la ponemos nosotros individualmente. En el pasaje de arriba, el profeta dice: que la nación de Israel había desechado el conocimiento y debido a esto el pueblo estaba siendo destruido. Eso significa que la salvación es la presencia del conocimiento, y la condenación la ausencia del conocimiento. Veamos los dos polos opuestos de acuerdo con la Biblia:
Salvación: Podemos leer en: (2ª Tes. 2:13-17) 13Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 14a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. 15Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. 16Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, 17conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.
Condenación: Manifiesta la Biblia en (Jn. 3:17-21) 17Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 21Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
(Os. 4:1) dice: Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Los llamados a manifestar el conocimiento de Dios es el pueblo de la plenitud de Dios. El que está en plenitud no tiene vacíos doctrinales ni espirituales. ¿Qué es lo que Dios más quiere hoy en día? (Os. 6:6) Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos. Dice que no quiere sacrificio ni holocausto sino conocimiento de Dios, pero ¿Qué es el conocimiento de Dios? Como algo glorioso y trascendental podemos afirmar con certeza que el Conocimiento es la vida eterna. Leemos en (Jn. 17:3) “Y esta es la vida eterna que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” O sea que la vida eterna es el conocimiento de Dios y de Jesucristo, que solo tiene lugar con el estudio de su palabra en la Biblia, que es lo que menos se da en la actualidad en las iglesias de cualquier índole o naturaleza. (Col. 1:9-11) dice: 9Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;
Es imprescindible entender, que Dios desea que seamos llenos del pleno conocimiento de Su voluntad a fin de que seamos hombres sabios y con inteligencia espiritual. En el primer siglo, el apóstol Pablo tenía una meta en (Col. 1:27-28) 27a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, 28a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre. Lo cual era de enseñar a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre, pero ¿Cómo se puede presentar en una iglesia a todo hombre perfecto o maduro? La respuesta es obvia, es por medio de la enseñanza. Los de plenitud no podemos ser gente de programas, rudimentos, rituales ni entretenimientos religiosos, (como el pueblo de Dios tiene por costumbre actualmen-te); sino de pleno conocimiento. El pleno conocimiento es lo que distingue a una persona en plenitud. El conocimiento es el que nos proporciona la vida eterna. Así como la condenación es la ausencia del conocimiento de Dios; la salvación es la presencia de ese conocimiento. (Jn. 5:24) dice: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” Y el versículo 39 del mismo Capitulo de Juan dice: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” Observemos que la condenación aquí no es dejar de oír, sino oír la palabra pero no creerla y vida eterna es oír la palabra y creerla. La vida eterna es creer oyendo. Cuando usted oye de Cristo y cree, eso nos da vida eterna. Es aquí donde entramos en el propósito de la palabra. ¡GLORIA A DIOS!

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