Hola, amigo(a), hermano(a), hace poco, mencioné la importancia de
conocer a Dios. Es un tema muy significativo, ya que Jesús, orando al Padre,
dijo: “Y ésta es la vida eterna: que te
conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado”
La vida Cristiana no es un conjunto de reglas que hay que cumplir ni tampoco
una serie de actividades en las que hay que participar. Ser cristiano involucra
una experiencia personal con Dios que nos transforma, es una serie de encuentros significativos en
Su presencia. ¿Cómo puedes experimentar la presencia de Dios? Veamos tres pasos: 1º.- Cercanía: Preséntate a Dios: “Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de
ti, y esperaré” (Sal. 5:3).
ACERCATE A DIOS.
2º.- Vulnerabilidad: Ábrete ante Dios: “He aquí, yo
estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él,
y cenaré con él, y él conmigo” (Ap. 3:20) Dios espera que te presentes
delante de Él tal cual eres, sin máscaras ni fingimientos, pues Él se fija en
el corazón, no en el exterior.
HUMÍLLATE ANTE DIOS.
3º.- Comunicación: Clama a Dios: “Clama a mí, y
yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jer.
33:3) Para experimentar a Dios es necesario que rompas el silencio y te
involucres en una conversación con tu Creador. El salmista nos recuerda lo que
sucede cuando decidimos callar: “Mientras callé, se envejecieron mis huesos
en mi gemir todo el día” O como lo dice la Traducción Lenguaje
Actual: “Mientras no te confesé mi pecado, las fuerzas se me fueron acabando de
tanto llorar” (Sal. 32:3) El silencio deprime y angustia.
HABLA CON DIOS.
Amigo(a), hermano(a), recuerda que Dios está esperando tener un
encuentro personal y verdadero contigo. Que no pase el día de hoy sin que
tengas al menos unos minutos de intimidad con Él. Mientras más te acercas a la
presencia de Dios, más le conocerás y te atreverás a abrir tu corazón para
recibir Su amor y la gracia que necesitas para cada día. Como dice (Heb. 4:16):
Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro. La
traducción del lenguaje actual dice: “Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al
trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama” No hay mejor
lugar para expresar nuestra necesidad y debilidad que delante de Dios. Ahí
podemos recibir gracia para nuestra condición, como así también la misericordia
y la aceptación de nuestro Padre amoroso. Porque Él nos dio una nueva
oportunidad, como lo dijo por medio de David en (Heb. 4:7): otra vez determina un
día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros
corazones. En la (TLA), la última parte dice: “Si
hoy escuchan la voz de Dios, no sean tan tercos” (Jer.
29:13) y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo
vuestro corazón. La traducción Dios Habla
Hoy dice: “Me buscarán y me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón”
No hay comentarios:
Publicar un comentario